No hay montañas en Cuba, país de apasionante naturaleza, más extensas y elevadas que las del macizo Sierra Maestra, incluyendo el punto más alto de la isla: el Pico Turquino. La cadena se extiende, con 60 kilómetros de ancho, a lo largo de 250 kilómetros al sur del oriente, por tres provincias cubanas: Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo.
Durante los dos siglos anteriores el hombre no tuvo conciencia ecológica para entender que esta zona paradisiaca no era inextinguible. Taló y cazó sin límites, destruyendo parte de la riqueza natural de las montañas. Por eso el gobierno cubano decidió crear el Gran Parque Nacional Sierra Maestra, una zona rural protegida. ¡Vamos a conocerla!
Refugio para independentistas y guerrilleros revolucionarios
Antes de recorrer las montañas es interesante saber que el Gran Parque Nacional Sierra Maestra, creado como tal en 1979, también tiene significación histórica para los cubanos.
Allí se refugiaron y combatieron soldados de los ejércitos independentistas (siglo XIX) y el Rebelde (siglo XX). Esta zona fue donde Fidel Castro estableció, en 1957, varios frentes guerrilleros para combatir contra el dictador de entonces, Fulgencio Batista.
De manera que además del evidente atractivo natural de la Sierra Maestra, recorrerla es también andar los caminos de figuras históricas importantes para América Latina, como Ernesto “Che” Guevara, y conocer algunos campamentos que se conservan.
Una fascinante aventura natural
Los apasionados del senderismo y otras modalidades del turismo ecológico, encontrarán allí un área imperdible de la geografía cubana. Esta es la región montañosa más amplia, de relieve más abrupto y variado ecosistema de la “Mayor de las Antillas”.
Cubiertos bajo la neblina con que las nubes envuelven los cerros más prominentes, hay varios tipos de paisajes, suelos y climas. Lo que sí es constante es la exuberancia de la flora y la variedad de la fauna, ambas con alto grado de endemismo.
Es una zona con un significativo promedio de lluvias, con grandes cuencas hídricas, que fertilizan las laderas y los valles intramontanos de excepcional belleza. Aunque se le conoce por las elevaciones más altas de Cuba, el parque también posee las cuevas más profundas de la isla.
En su conjunto, Sierra Maestra es el complejo geobotánico más rico de esa isla. Allí se ve lo que no abunda en otros destinos naturales del país, como joyas de la avifauna cubana tales el Tocororo y el Pájaro Carpintero.
¿Lo mejor? La sensación de caminar junto a las nubes, casi tocarlas. Pero hay que empezar desde abajo, por eso nos vamos a una de las posibles vías de acceso al Parque Sierra Maestra.
El campismo de La Mula al pie de la sierra
A unos 120 kilómetros de la ciudad de Santiago de Cuba, en dirección a las montañas, se encuentra una opción de hospedaje a tener en cuenta. Es una de esas instalaciones de cabañas que en la isla llaman Campismo y donde se promueve el ecoturismo.
En el Campismo La Mula hay bastante confort, si tomamos en cuenta que hablamos de un hospedaje cubano de montaña. Tiene como plus la posibilidad de bañarse en el río Turquino que desciende de la sierra, y las fiestas que se organizan alrededor de fogatas, donde hay música y bailes. En La Mula también ofrecen senderismo con guías y excursiones a lugares históricos.
Curiosamente, en el área hay un cementerio que no se usa hace unos 50 años, donde enterraban a los enfermos que bajaban de las lomas y no resistían la espera de alguna embarcación que los llevara a un médico en la ciudad. Aunque el camposanto no está muy cerca de las cabañas, es una nota triste a las puertas del paraíso.
Desde La Mula ya podemos admirar los picos Cuba, Suecia y Turquino, las tres cumbres de la isla, con más de 1900 metros de altura.
Escalando la Sierra Maestra
La opción más atractiva es subir hasta el Pico Turquino, el rey de las montañas de Cuba, con sus 1 974 metros sobre el nivel del mar. Puede hacerse desde Santiago (comenzando por La Mula) o desde la provincia Granma, ambas opciones con un trayecto de aproximadamente diez kilómetros.
No recomiendo hacerlo “en frío”; debe ejercitar con algunas caminatas al menos un par de semanas antes de la subida. Esta tiene que ser con poco peso (en la mochila: abrigo, sábana y accesorios indispensables) y ropa cómoda, pero que incluya botas u otros zapatos fuertes. En su equipo puede incluir comida energética como caramelos, galletas y es imprescindible el agua.
La salida es bien temprano en la mañana, para aprovechar la temperatura fresca.
A medida que se asciende se ven por el camino impactantes imágenes de la naturaleza, aunque creo que ninguna supera aquella que permite contemplar desde lo alto el mar batiendo las faldas de la coordillera.
También es interesante ir encontrándose con los campesinos de la zona, siempre amables, muchos de ellos arrieros que desafían las alturas conduciendo mulas con mercancías y productos del campo, como el café.
Para escalar por Granma debe viajarse desde esa ciudad hasta la zona de Santo Domingo, a unos 15 kilómetros del poblado Bartolomé Masó, una de las entradas al Parque Nacional Sierra Maestra. Allí se pueden contratar guías a bajos precios, quienes explicarán profusamente los detalles de la flora y la fauna.
En Santo Domingo, junto al río Yara, hay unas 40 cabañas, donde hospedarse para descansar antes de comenzar la subida. El ascenso por Granma es más pausado, mientras que el de Santiago de Cuba es más exigente pues incluso tiene peligrosos barrancos. De cualquier manera, al final espera el espectáculo de contemplar la sierra cubana desde su punto cumbre, donde hay una estatua del escritor y héroe de la independencia José Martí.
El maravilloso Parque Nacional Sierra Maestra
Los viajeros amantes de la naturaleza no pueden obviar una visita al Parque Nacional Sierra Maestra. El ascenso a su punto más alto es un reto físico que se lleva mejor gracias a la fascinante naturaleza tropical que le acompañará todo el trayecto.
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