En el corazón de la parte antigua de la ciudad de La Habana, frente a la Loma del Ángel y al fondo del antiguo Palacio Presidencial, hoy Museo de la Revolución, se erige la centenaria Iglesia del Santo Ángel Custodio, un sitio con sobradas razones para visitar durante un viaje a Cuba. Lo hacen único su historia, su belleza, sus singularidades arquitectónicas; pero ha trascendido, sobre todo, por ser el escenario de Cecilia Valdés, una de las obras más reconocidas de la literatura cubana.
Pasaje gratuito al pasado
En la solitaria colina de Peña Pobre, hoy Loma del Ángel, en el interior de La Habana amurallada de fines del siglo XVII, se erigió una humilde ermita franciscana. Había sido creada en 1690 por el Obispo Diego Evelino Compostela, eminente personalidad religiosa de la época. Fue consagrada al Santo Ángel Custodio, como auxiliar a la Parroquial Mayor y enaltecida a la condición de parroquia en 1703.
Distinguía por su excelente ubicación, próxima a la antigua muralla, en un espacio elevado desde el que se podía divisar la entrada de la bahía y alertar sobre el posible asedio de piratas y corsarios que rondaban las aguas del Golfo en aquellos tiempos.
La iglesia de hoy
La iglesia que hoy puede apreciarse dista mucho de la original. Con los años vivió varias reparaciones, unas a causa de huracanes, otras para remodelarla. Como resultado y aunque se le considera predominantemente gótica, exhibe una fusión de estilos arquitectónicos que representa los diferentes momentos en que fue intervenida y que la hace ostentar torres en forma de agujas, pináculos neogóticos, contrafuertes, puertas en forma de ojival, vitrales, pavimento de mármol blanco y negro, cuadros al óleo en los altares, además de una entrada en el fondo, escalonada, que fue construida en las primeras décadas del siglo XIX.
Se compone de tres naves cubiertas con bóvedas de cañón y presenta un elemento único en las construcciones religiosas de ese país: un deambulatorio en torno al altar mayor para que los fieles puedan admirarlo de cerca, con sus bellas imágenes de madera de excelente factura. Inmerso en la atmósfera policromada que propician los vitrales, el visitante puede hacer un alto y descansar en los bancos de maderas preciosas, mientras se sumerge en el mundo de la fe, en la soledad de este sitio de culto, considerado uno de los mejores exponentes de las edificaciones católicas del siglo XIX en la ciudad.
Frente a la iglesia se halla la Plazuela del Ángel, un tranquilo espacio que tiene desde 2014 una habitante permanente: la escultura en bronce de la mulata Cecilia Valdés, quien acompaña al busto de su creador, Cirilo Villaverde, en un encuentro que ambos, sin dudas, soñaron concretar algún día.
La iglesia y algunos hechos significativos
El escritor cubano Cirilo Villaverde inmortalizó a la iglesia con su obra Cecilia Valdés o La Loma del Ángel, un retrato de La Habana decimonónica ambientado, precisamente, en el barrio en el que se emplaza el templo, en su propio pórtico y en sus festividades. La novela narra la historia de la bella mestiza, protagonista de una de las más apasionantes, tristes e importantes historias de amor escritas en Latinoamérica.
Otros hechos bastarían para considerar especial a este enclave religioso. Allí fueron bautizados el padre Félix Varela, a quien se considera como uno de los fundadores de la nacionalidad cubana; el Héroe Nacional de Cuba, José Martí; el eminente poeta Julián del Casal y la Prima Ballerina Assoluta Alicia Alonso, fundadora y directora hasta nuestros días del Ballet Nacional de Cuba.
Quien no conoce las circunstancias y el contexto histórico social de su creación, puede pensar que la iglesia está de espaldas a la ciudad. Pero en la fecha de su primera construcción, la parte trasera apuntaba hacia la muralla que delimitaba y protegía a La Habana. Con el tiempo, la muralla desapareció y la capital se extendió a extramuros, con sitios significativos que hoy quedan, precisamente, a la espalda del templo religioso.
Otra curiosidad es la que provoca cierta ilusión óptica. Si usted se sitúa a la derecha de la plazoleta en la que se ubica, aparenta tener mayor altura y sucede lo contrario desde la izquierda. Todo es producto de la inclinación del pavimento.
A sólo unos pasos…
La iglesia puede visitarse como parte de recorridos independientes u organizados por La Habana. Su posición privilegiada le permitirá llegar andando hasta los museos de la Revolución y los dos de Bellas Artes, la Embajada de España, el Anfiteatro de La Habana Vieja, el Gran Teatro de La Habana, el Capitolio Nacional o el malecón, que siempre le esperará con la brisa marina y una inigualable vista de la ciudad, desde otra perspectiva. Desde ella también puede adentrarse, si lo desea, por el entramado de calles del casco histórico, que lo conducirán a un mundo fascinante, pintoresco y patrimonial.
Trascendencia nacional del Santo Ángel Custodio
Como expresión de su trascendencia, la Iglesia del Santo Ángel Custodio fue la primera en La Habana que recibió la imagen de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, virgen Patrona de Cuba, en su Peregrinación Nacional del año 2010.