Un paseo por la galaxia en la calle Galiano

Un paseo por la galaxia en la calle Galiano

En La Habana, una ciudad sin muchos anuncios lumínicos que impidan ver nítidamente el cielo, nunca estuvieron tan cerca las estrellas como ahora. Se encuentran al alcance de una cámara, o más bien lo están unas curiosas imitaciones de esos hermosos y enigmáticos puntos incandescentes que llenan la bóveda celeste.

Se trata de una obra de arte que reproduce varias constelaciones de la galaxia conocida como Vía Láctea, que se ha instalado en varios sitios de la concurrida calle Galiano. ¿Cómo es posible? ¿Estarán mucho tiempo allí o serán como «estrellas fugaces»? Acompáñame por este paseo muy curioso que quizás no imaginó hacer en La Habana.

Una calle con historia

Calle Galiano

Primero debemos llegar hasta la calle Galiano, oficialmente nombrada Avenida Italia, pero que como otras vías de la ciudad es conocida por sus nombres más antiguos, arraigados en el habla de los habaneros.

Es una zona cosmopolita y populosa, porque en sus inmediaciones hay numerosos hoteles y alojamientos privados, conocidos como «hostales», frecuentados por viajeros de todo el mundo. Es común verlos, como en una Babel en su versión de calle, desandar Galiano fotografiando sus numerosos edificios patrimoniales, o tiendas grandes y tiendecillas de artesanías.

La calle Galiano comienza en el Malecón y sigue a lo largo de catorce cuadras hasta la calle Reina. Aunque oficialmente se denomina Avenida Italia, esta vía es conocida desde el siglo XIX por el apellido del español Don Martín Galiano, Ministro del Interior y Fortificaciones del Capitán General en Cuba, Miguel Tacón, bajo cuyo mandato comenzaron las obras del vial en los años 30 del siglo XIX.

Comienzo de la calle Galiano en la Avenida del Malecón

Ya para los inicios del siglo XX la calle adquiere el carácter comercial que la acompaña hasta hoy. El Bazar Inglés, la tienda por departamentos El Encanto, y el Palacio de la Casa Grande (la actual tienda Variedades Galiano) son algunos de los establecimientos que convirtieron en obligatoria la visita a esa zona, para lugareños y viajeros. Ir de compras se convirtió en una razón para el paseo de toda la familia que se reunía en restaurantes y los amplios portales de la vía. Desde entonces fue uno de los centros más importantes de la vida urbana.

La galaxia en la tierra habanera

Calle Galiano y la luces de la obra Planetario

La más reciente atracción de la calle Galiano es nada menos que la obra «Planetario», una exposición de dieciséis luminarias al aire libre. Representan igual cantidad de constelaciones visibles en nuestra galaxia.

Es resultado de la colección Luci d´Artista. Fue diseñada por el escenógrafo Carmelo Giammello, de la Academia de Artes de Torino, ejecutada por el artista Roberto Cuoghi y son similares a las que se colocaron en la plaza italiana de San Carlos, para conmemorar el aniversario 500 de la muerte del genio del Renacimiento Leonardo Da Vinci.

Llegó a Cuba gracias a la gentileza de la alcaldesa de Torino, la señora Chiara Appendino, el trabajo de la Agencia para el Intercambio Cultural y Económico (AICEC) entre Turín y La Habana, con la cooperación de la Fundación Turín Museos. La instalación artística hermana en su 500 aniversario a la Ciudad Maravilla del Caribe con las urbes italianas que, desde 1998, para la Navidad se adornan con luces semejantes.

Mirando las constelaciones

Habaneros y Turistas disfrutan de la obra Planetario en la calle Galiano

Desde noviembre de 2019 y hasta 2021, la Avenida Italia, o Galiano, atrae a turistas, parejas de enamorados y fanáticos de la astronomía e incluso de la astrología, quienes juegan a reconocer las constelaciones y los signos zodiacales que sugieren.

Cada noche se llena de los vecinos de la calle, y de cientos de habaneros y visitantes extranjeros. Se puede ver a familias enteras filmando o tomándose fotos delante el curioso fragmento de cosmos que se «copió» en la ciudad.

El «Planetario» se distribuyó en cada esquina desde la calle Zanja hasta la de San Lázaro, ya cercana al Malecón. A la altura de una primera planta se extienden, a todo lo ancho de la calle Galiano, las mallas que soportan las esferas de cristal que trazan la forma de cada constelación, salpicadas de bombillas pequeñísimas que simulan las estrellas más lejanas vistas desde la Tierra.

¿Qué más puede hacerse en Galiano?

Noche en la que se encendió por primera vez las luces de la obra Planetario en la calle Galiano

Desde la inauguración de la obra, que ocurrió luego de un conteo regresivo acompañado a viva voz por miles de curiosos entusiasmados que acudieron al primer encendido, las noches de la calle Galiano no han dejado de ser más cosmopolitas y entretenidas que nunca.

Las constelaciones del «Planetario» vinieron a coronar una vía muy atractiva y preferida por los habaneros desde hace unos cien años. Allí, por ejemplo, comienza el boulevard de San Rafael, recién restaurado para la celebración del 500 aniversario de la fundación de La Habana, al que llenaron de restaurantes, galerías de arte, bares con ofertas de conciertos, y mucho más.

Noche de fiesta en el Boulevard de San Rafael

La zona de la calle Galiano, muy ancha, está en una posición privilegiada, como límite entre el centro histórico y el municipio de Centro Habana. Sigue siendo la de más concentración de tiendas por departamentos de la ciudad, como Trasval, La Época y Flogar.

También en su recorrido se encuentran hoteles (Deauville y Lincoln), la Casa de la Música de Centro Habana (legendario salón de la salsa) y el Teatro América considerado una joya arquitectónica desde su creación en 1937.

Teatro América en la calle Galiano

Además, está la tradicional Iglesia de Monserrate y el parque Fe del Valle, donde se puede descansar luego de un recorrido desde el Malecón.

Pasear bajo las estrellas en La Habana

La calle Galiano y las luces de Planetario

Por si fueran pocas todas las edificaciones remozadas o construidas para celebrar el medio milenio de La Habana, la ciudad italiana de Turín regaló a los cubanos un fragmento de cielo para colocarlo a la vista de todos. Durante tres años, los viajeros podrán disfrutar allí la belleza que surge de la unión entre la creación de la naturaleza y la invención artística de los hombres.

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