Una experiencia vintage por La Habana

Una experiencia vintage por La Habana

La capital de Cuba, hoy tan apacible y maravillosamente patrimonial, durante los años 50 del siglo XX se asociaba a una ciudad vicios y juego, mafia y prostitución. Gánsteres como Lucky Luciano, Meyer Lansky y Santo Trafficante Jr. permanecieron mucho tiempo en el país y estuvieron estrechamente relacionados con los casinos de La Habana.

Pero también era una ciudad de la farándula y el arte. Por aquellos años existían casi mil bares, clubes y cerca de 400 cines, cifra mayor que las de París y Nueva York. Además, brillaban grandes cabarets, como Tropicana, Montmartre, Salón Rojo del Capri y el Parisién del Hotel Nacional de Cuba.

Hotel Nacional de Cuba, emblematico simbolo de La Habana de los años 50

Las victrolas situadas junto a night clubs, la voz de Benny Moré como banda sonora de la época, y el abanico de lugares de entretenimiento, hacían de la ciudad un centro multifacético y de diversión. ¿Qué huellas sobreviven de aquella contradictoria época?

En este post recorremos algunos sitios relevantes de La Habana de los 50, un paseo por lugares que se relacionan con las inversiones de la mafia, los cabarets y las estrellas del espectáculo, cubanas y extranjeras.

Hoteles del Vedado: ecos de los 50

En busca de esos vestigios de medio siglo atrás llegamos a una de las zonas urbanísticas más conocidas de la capital cubana. El barrio Vedado era en la década del 50 el corazón bohemio de La Habana. Todavía permanece el jazz-club La Zorra y el Cuervo, que tiene por entrada una típica cabina telefónica londinense, y el hotel Habana Libre, inaugurado en 1957 como Habana Hilton.

Calle 23 del Vedado, al fondo el Hotel Habana Libre Tryp, antiguo Habana Hilton

A solo unos metros se encuentra La Rampa, en la calle 23, desde donde se accede fácilmente al Hotel Capri, de 1956. La instalación, recién restaurada, mantiene su aire retro, de cuando se convirtió en símbolo de la presencia de la mafia estadounidense en Cuba.

Siguiendo por la misma calle se halla el Hotel Nacional de Cuba, donde se conservan las imágenes de cuando Ava Gardner y Frank Sinatra frecuentaban el imponente edificio.

Experiencia vintage por La Habana

Este recorrido hotelero pudiera finalizar en el Hotel Habana Riviera, de 1957. Pienso que es el más conservado, con un amplio lobby que nos lleva, directo y sin escalas, al siglo pasado. Tiene una cúpula, tipo domo, de cerámica colorida, que es lo más destacado a simple vista. Allí estuvo el casino, verdadera razón de ser del edificio según Meyer Lanski, para quien las ganancias que generaba el juego de azar, eran la pasión.

Cabaret Tropicana, rey de La Habana nocturna

Se decía que esta era una ciudad que no dormía. El día y la noche se sucedían como un solo espectáculo continuo. De aquellos años, Tropicana es una huella imprescindible, y hoy sería imperdonable para el visitante no conocer uno de los cabarets más famosos del mundo.

Entrada del Cabaret Tropicana de La Habana, Cuba

Tropicana era un cabaret diferente a los tradicionales. Se nutrió del ballet, del circo, del carnaval, de los boleros, del chachachá, del mambo, para lograr su creativo espectáculo artístico, cuya fama ha recorrido el mundo. En sus escenarios han actuado incontables estrellas cubanas e internacionales. Está matizado por el folclore cubano, por su colorido, variedad de ritmos, la belleza y gracia de sus bailarinas y la calidad de sus artistas.

En 1992 la Academia Norteamericana de la Industria de Restaurantes le dio el premio «Best of the Five Stars Diamond», como mejor cabaret de América. El gran símbolo de Tropicana es la escultura de una bailarina realizada en 1952 por la artista Rita Longa, y en menor medida también la «Fuente de las Musas», del italiano Aldo Gamba, instalada desde 1952 en la entrada del mítico lugar.

Allí actuaron la crema y nata de arte de las décadas del 40 y 50: entre otros Amalia Aguilar, Joséphine Baker, Bola de Nieve, Elena Burke, Nat King Cole, Libertad Lamarque, Celia Cruz, Chano Pozo, y Bebo Valdés.

 

Tropicana fue seleccionado entre las veinte locaciones desde donde los consorcios televisivos norteamericanos ABC y CNN transmitieron en directo a todo el mundo la despedida del siglo veinte. Se ha dicho que ese simboliza a Cuba, su noche, sus palmas, la canción y la poesía de esta isla.

Consejos para el paraíso

Fue en los años 50 cuando apodaron al Cabaret Tropicana como «Un paraíso bajo las estrellas». Visitarlo es una experiencia única, lujosa, siempre recomendable y casi obligatoria para los que están de paso por la ciudad. Les dejo algunos consejos que puedan facilitarle la experiencia.

Debido a su ubicación un poco alejada del Vedado es aconsejable tomar un taxi directo desde 23 y L hasta el lugar. Tropicana ofrece tres paquetes que van desde los 75 CUC hasta los 95. Recomendamos la segunda opción porque permite contemplar el show desde una posición privilegiada.

Más Habana vintage

Otra opción para cerrar la noche de vintage es que nos lleguemos por el Habana Café, del Hotel Meliá Cohiba. Aunque es de construcción moderna, su ambiente está concebido para llevarte hasta la medianía del siglo XX.

Vista del malecon habanero al atardecer

Erigido en el corazón del Vedado y a escasos metros del Malecón de La Habana, Paseo e/ 1ra y 3ra, el café impacta por su original ambientación, mezcla de un furioso estilo contemporáneo con la recreación de una atmósfera que nos lleva a los años 50.

En el diseño retro llama la atención el estacionamiento en su interior de impresionantes automóviles clásicos norteamericanos: un Chevrolet descapotable, un Pontiac y un Buick de 1957. Los coches se acoplan con el show de cada noche, con sus luces y el sonido de sus cláxones. Además, también hay una motocicleta Harley Davidson del 47 y un avión biplaza Yakovlev, más conocido como YAK, de la era soviética, que completan la decoración del lugar.

Habana Cafe en el Hotel Melia Cohiba

La música cubana tradicional y el jazz crean una atmosfera única. La multitud de objetos de época, las imágenes de artistas famosos y acontecimientos históricos de los años 50, sirven de fondo para las innumerables fotos que se toman los visitantes.

Sloppy Joe’s y otros clásicos

Ahora vamos a ir hasta un costado del Parque Central donde se estaciona la más variada flotilla de coches clásicos de los 50, y escoger el auto con el que se desea seguir el paseo. ¿Qué les parece un descapotable, que los cubanos llaman «almendrón convertible», digamos el Chevrolet 56, Bel Air? ¡Una propuesta seductora!

Antiguo coche americano de los años 50 circula delante del famoso Bar Restaurant El Floridita

Estamos en la zona del restaurante-bar Floridita, afamado porque era de los preferidos por el narrador Ernest Hemigway, premio Nobel de Literatura, y por lo tanto, lugar de culto.

Más aún es imprescindible entrar al Sloppy’s Joe, un bar pura añoranza y con la mayor barra de toda Cuba, frecuentado por artistas de Hollywood que han dejado ahí sus huellas.

Barra del bar Sloppy Joe's digna de una experiencia vintage por La Habana

El Sloppy’s Joe es un sitio excepcional para comenzar o terminar, como se prefiera, una experiencia vintage por La Habana de mediados del siglo XX. Aunque es solo una sugerencia, porque esta urbe sorprende a cada momento con sus varias edades que coexisten en un mismo lugar.

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