En el oriente de Cuba encontramos la segunda ciudad más importante de esa isla, luego de La Habana. Aquel territorio caliente vio al conquistador español Diego Velázquez de Cuéllar fundar Santiago de Cuba en 1515, cuyo primer alcalde fue Hernán Cortés justo antes de marchar hacia la legendaria conquista de México. Estas y otras historias hacen de la ciudad, que fuera la primera capital de Cuba hasta 1556, un sitio legendario y cargado de tradiciones.
Para conocer los secretos de la urbe y el alma de sus habitantes, un buen comienzo es llegarse al centro histórico de Santiago de Cuba, lleno de lugares mágicos y una atmósfera condicionada por el clima húmedo y cálido de la zona. Además, este primer anillo fundacional de la ciudad está enmarcado en bellos paisajes donde coexisten la arquitectura, las montañas de la Gran Piedra y la Sierra Maestra o la cercana bahía.
La cuna de Santiago de Cuba y su fascinante historia
El centro citadino más antiguo de la urbe se extiende por un área de aproximadamente 320 hectáreas, y fue declarado Monumento Nacional en 1978. Sus límites actuales fueron fijados coincidentemente con los que tenía Santiago en el siglo XIX, y se extienden hasta el Paseo de Martí al norte; la Avenida 24 de Febrero, mejor conocida como «la calle Trocha» al sur; el Conjunto Monumental 26 de Julio al este y su amplia bahía al oeste.
Joyas arquitectónicas con valor patrimonial, de origen doméstico, civil y religioso, admiramos en este espacio. Pertenecen tanto al período colonial (1515-1898), como al republicano hasta el triunfo en 1958 de los rebeldes de Fidel Castro, quien comenzó su Revolución asaltando el Cuartel Moncada de Santiago de Cuba.
El devenir de la antigua villa estuvo signado por la violencia de los siglos coloniales. Corsarios y piratas la tacaron muchas veces, entre ellos el francés François Le Clerc, quien en 1554 saqueó la otrora capital. Pero Santiago de Cuba, por su posición privilegiada y la temprana importancia en la zona de las Antillas, ha sido destino de extraviados y refugiados, al punto que se reconoce como «la Capital del Caribe». A tal distinción ha contribuido la celebración anual de la Fiesta del Fuego, dedicada a las tradiciones y culturas de la región.
De Lousiana, Haití, Jamaica, China y Cataluña llegaron holeadas de migrantes a lo largo de cientos de años, que se añadieron a los descendientes de esclavos africanos y los colonizadores españoles para conformar una población muy mestizada y riquísima culturalmente. Esta fascinante historia puede conocerse admirando el centro histórico, donde hay antiguas edificaciones muy bien conservadas que podrían servir para trazar un recorrido por el devenir de la ciudad desde su fundación hace más de 500 años. Es una de las pocas urbes hispanoamericanas fundadas antes de la conquista de México que conserva el diseño en retícula regular, sus calles y manzanas organizadas en torno a una plaza mayor central.
Mejores edificios patrimoniales y lugares de interés en Santiago de Cuba
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El fuerte y vivienda del Adelantado Diego Velázquez
Luego de la conquista y colonización de La Española, tocó el turno de Cuba. Allí, como en la isla vecina que hoy comparten Haití y República Dominicana, se construyeron imponentes edificios de piedra a semejanza de la arquitectura cristiana ibérica.
En Santiago de Cuba, la más antigua de estas edificaciones está situada en la Plaza Mayor y fue la morada del Adelantado Diego Velázquez de Cuéllar. Fue una casa fortificada al estilo de las construidas en La Española y Puerto Rico para conquistadores de tal jerarquía.
La singular joya arquitectónica que data de entre 1516 y 1530, ha sido restaurada y abierta al público desde 1970 como sede del Museo de Ambiente Histórico Cubano. Es la vivienda más antigua de América, tiene muros gruesos y un estilo claramente morisco. En la planta inferior funcionaba la casa de contratación para los colonos y el horno de fundir el oro que se hallaba en los ríos y las minas cercanas. Todavía se conserva el horno en el museo, así como se atesoran en el espacio de la vivienda, segunda planta, muebles y utensilios domésticos utilizados entre los siglos XVI y XIX.
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El Parque del Padre de la Patria
La otrora Plaza de Armas es conocida como «Plaza Mayor», aunque oficialmente se nombra Carlos Manuel de Céspedes. En el centro del parque hay un monumento de mármol dedicado a este prócer independentista, considerado por los cubanos el «Padre de la Patria».
Es un lugar imprescindible para conocer a los santiagueros y descansar durante un paseo por el centro histórico, pues alrededor están muchos de los principales edificios. No es raro que sentados en uno de sus bancos nos alcancen las encantadoras y sensuales melodías de la música tradicional cubana, este territorio ha sido crisol del son y la trova cubanas.
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El antiguo Hotel Casagranda
Desde 1914 domina la plaza central de Santiago el Hotel Casagranda. Es una edificación que destaca entre las construcciones vecinas.
Resulta uno de los lugares infaltables en nuestra agenda por la ciudad, y en su bar con vista al Parque Céspedes se puede degustar deliciosos cocteles cubanos o algún trago del «Ron Santiago», entre los mejores del país.
En lo alto del Hotel Casagranda se disfruta de una de las mejores panorámicas de la ciudad, sobre todo del núcleo fundacional. El Roof Garden es un bar-mirador muy recomendable, donde se pueden tomar las mejores fotos del viaje mientras escucha la sabrosa música del Septeto Santiaguero, ganadores del Latin Grammy 2015.
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El Ayuntamiento donde habló Fidel Castro
En 1950 inauguraron este edificio, construido según los planos del siglo XVIII que fueron concebidos para el Palacio del Gobernador. Allí se dirigió a la nación el líder rebelde Fidel Castro, por primera vez luego de derrotar a Fulgencio Batista.
Todos los años, el 31 de diciembre, se celebra en sus balcones la tradicional «Ceremonia de la Bandera» donde se despliega una gigantesca enseña nacional. En la pared delantera del Ayuntamiento se muestran las condecoraciones atribuidas a la ciudad por su importancia en la historia de luchas independentistas y revolucionarias: la Orden Antonio Maceo y la condición de Ciudad Héroe de la República de Cuba.
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La gran catedral
En 1526 terminó la construcción de la gran y hermosa Catedral Metropolitana de Santiago de Cuba, aunque su aspecto actual se le dio en 1922 por las reformas introducidas a varios edificios de la plaza según el arquitecto Carlos Segrera. Los cambios más relevantes fueron el aumento de la altura de las torres y el frontón de la puerta principal fue rematado con una escultura de un ángel.
A lo largo de su historia hubo que reconstruirla en cuatro ocasiones porque en 1666 y 1670 fue dañada por ataques de corsarios y piratas, además de las afectaciones de varios terremotos, el último de ellos en 1932.
En su interior encontramos el único museo sobre el catolicismo de la isla, que incluye una galería de obispos y arzobispos de Cuba, piezas de orfebrería antigua e imágenes religiosas de mucho valor patrimonial. Allí se atesora, entre otras piezas, la pintura sobre madera Santo Ecce Homo, la más antigua existente en el país y partituras auténticas compuestas por Esteban Salas, uno de los primeros compositores cubanos.
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El Museo del Carnaval
La mayor fiesta popular de Cuba y el Caribe quizás sea el Carnaval de Santiago. En el número 301 de la calle Heredia, vía llena de sitios históricos interesantes, está un museo dedicado a estos famosos jolgorios.
Allí se conoce sobre las características del carnaval que se nutrió de las culturas hispanas, africanas y franco-haitianas, convirtiéndose en una compleja y rica mezcla de danza y ritmos tradicionales, como la potente conga. De este género musical hay en Santiago de Cuba dos grandes agrupaciones exponentes, que se engarzan en fraternales lidias: la Conga de los Hoyos, y la de Paso Franco.
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Casa de Santo Tomás 352
La vivienda que se levanta en la calle Santo Tomás, número 352, es uno de los mejores exponentes de la arquitectura prebarroca cubana. Está ubicada en una vía que es de las primeras de la antigua villa, en el perímetro que rodea la plaza fundacional.
La casa fue construida a finales del siglo XVIII, pero según la tipología de edificaciones muy anteriores, por lo que resulta una oportunidad para conocer el estilo de las más antiguas moradas de Santiago de Cuba.
Es típica de la época colonial, con su construcción de cuje, una sola planta y muros lisos sin aditamentos arquitectónicos. Se accede a ella mediante una gran puerta de acceso, sus ventanas conservan barrotes de madera a ras del muro, y su corredor está adosado al frente y costado con barandas de hierro que utilizan el motivo en rombo del estilo Luis XVI.
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El Museo de Historia Emilio Barcardí
En la calle Aguilera está el primer museo construido en Cuba, fundado por el independentista y periodista Emilio Bacardí Moreau. En sus salas del primer piso se ofrece un recorrido por el siglo XIX cubano, que incluye armas, objetos personales y manuscritos de grandes próceres revolucionarios como Máximo Gómez y Antonio Maceo, así como del Héroe Nacional José Martí, escritor y líder de la última guerra contra el colonialismo de España.
En el segundo piso también existe una sala de arte, donde se atesoran pinturas muy valiosas de José Joaquín Tejada y Juan Emilio Hernández. Pero quizás lo más curioso es la oportunidad de ver la Sala de Arqueología con la única momia egipcia que hay en la región.
Conocer el alma de la fascinante Santiago de Cuba
Ni este blog, ni una tarde de paseo, alcanzan para conocer todas las maravillas del centro histórico santiaguero. Además de lo mencionado hasta ahora, esperan a los viajeros el Museo del Ron, la divertida Casa de la Trova o el Castillo de San Pedro de la Roca, declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.
Recorrer la ecléctica urbe es un placer para los amantes de la arquitectura, quienes se admiran de la excepcional conservación de sus edificios y su armonía con parques arbolados y curiosas calles escalonadas.
