No existen dudas sobre los diversos atractivos de la Mayor de las Antillas. Tan es así que desde los más insospechados parajes del mundo, llegan muchísimas personas, ávidas de contactar con los cubanos, famosos por su jovialidad y gran sentido del humor.
Sus museos, sistema de fortificaciones, ciudades coloniales, valles, montañas, ríos, estupendos hoteles y hermosas playas, le otorgan una categoría especial entre las islas caribeñas.
No obstante, si su paisaje terrestre es hermoso, posiblemente más lo sea el submarino. Ese en el que descansan embarcaciones piratas que naufragaron en sus intentos de apoderarse de Cuba y donde también habitan innumerables especies marinas.
Sus arrecifes coralinos, los más grandes del mundo, después de la Gran Barrera Australiana, sorprenden a los buceadores por sus encantadoras formas, tamaños y colores.
Prácticamente en estado virgen, constituyen un sitio especial para el turismo de inmersión y la ejecución de investigaciones y proyectos como los liderados por el científico estadounidense David E. Guggenheim, creador y máximo responsable de la ONG «Ocean Doctor», en Washington, DC.
Cuba, una sugerente plataforma sumergida
El archipiélago cubano, formado por la isla de Cuba, de la Juventud y otras 1 600 isletas y cayos, cuenta con una extensa plataforma sumergida. La acompañan más de 300 playas naturales, bahías de aguas profundas, y sus inigualables arrecifes coralinos.
Según los científicos, estos arrecifes se encuentran entre las comunidades biológicas más antiguas. Y además de servir como hogar a una cuarta parte de todas las especies marinas del mundo, fungen como barreras que protegen a las comunidades costeras vecinas, del impacto de eventos adversos de la naturaleza.
Pero, a su vez, atraen a buzos y amantes de los ecosistemas subacuáticos. En el caso de Cuba, estas «selvas del mar», son muy populares por su belleza y palpitantes colores, aunque resaltan aún más por su gran estado de conservación, lejos de la acción nociva del ser humano.
Es por ello que científicos de otras latitudes del planeta se interesan por estudiarlos y promover estrategias donde prima la protección de las barreras coralinas y de los ecosistemas que en ellas se desarrollan. Tal es el caso del «Doctor Océano» quien ha aprovechado, en la Isla de la Juventud, la oportunidad para concretar investigaciones y proyectos de conservación.
Por más de dos décadas
El mar no es un símbolo de separación o distanciamiento para Estados Unidos y Cuba. Más bien es un medio de unión que ha suscitado la atención de hombres de ciencia como es el caso del norteamericano Guggenheim, que ha sido bautizado, en la Perla de las Antillas, como el «Doctor Océano» y apuesta por estimular la conservación de los océanos del mundo.
La investigación científica, la educación y el compromiso de la comunidad, es la máxima con que el científico ha insertado en Cuba su ONG Ocean Doctor.
Por más de dos décadas los arrecifes coralinos de ese país se han convertido en la mira de los estudios y planes de conservación de esa organización sin fines de lucro. No obstante, la entrega de su director ha traspasado los límites de la ciencia hasta influenciar, de manera positiva, en las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos
Parque Nacional Marino Punta Francés
En los espectaculares arrecifes coralinos de Cuba se extienden más de 500 sitios de buceo turístico, que son atendidos por centros operados con capital estatal, o mixto con intervención extranjera
Un destacado punto de la geografía coralina nacional constituye el escenario de mayor trabajo de la ONG Ocean Doctor. Tal es el caso del Parque Nacional Marino Punta Francés, en la Isla de la Juventud, la segunda más grande de Cuba.
En su parte terrestre, dicho parque posee numerosas cuevas con agua en su interior, lugar donde habitan los camarones ciegos. También resultan muy llamativos los farallones costeros con cuevas a través de los cuales penetra el mar y forma pequeñas playas subterráneas.
Para la parte submarina, se reserva un arrecife coralino de gran belleza y virginidad donde cohabitan varias especies, destacándose por la existencia de numerosas esponjas tubulares y abundantes cuevas.
Sus aguas, desde los primeros años de la década de los ochenta del siglo XX, se convirtieron en sede de importantes eventos acuáticos de carácter internacional.
Certámenes de fotografía subacuática, búsqueda de tesoros y el establecimiento de diferentes marcas mundiales en apnea, por la recordista mundial cubana Deborah Andollo, denotan la existencia de ese paradisíaco sitio.
El «Doctor Océano», en coordinación con especialistas cubanos, ha centrado su trabajo en los ecosistemas de arrecifes de coral y labora para sembrar soluciones económicas y ambientalmente sostenibles para las comunidades.
El Colony, la zona ideal para el buceo
Los buceadores cubanos y extranjeros cuentan con un área perfectamente conservada, de gran estabilidad ambiental, donde pueden admirar los encantos de su naturaleza.
En ese sentido descuella la zona de buceo El Colony con un espacio de costa de 6 kilómetros entre Punta Pedernales y Punta Francés.
Unos 56 sitios para el buceo, colman esta zona rica en corales, y gorgonias. Pero allí encontrará otros atractivos que degustará a plenitud: alrededor de 20 cuevas submarinas, con pasadizos, túnel y mogotes, en el centro de los valles; indiscutible panorama surgido durante miles de años.
Un sin número de peces, entre los que figuran los roncos, rabirrubias, barracudas y cajíes, atraen la atención de los inmersionistas. Sin embargo, también descubrirá otros lugares de indiscutible valor.
Ejemplos de ello están en el «Túnel del Amor» con una entrada de 15 metros y salida hacia una pared; un mogote coralino ubicado a 15 metros de profundidad o la llamativa «Pared de Coral Negro».
Pero no todo se queda ahí. La «Cueva de los Sábalos», de 13 metros, representa un hondo canal colmado de corales y gorgonias. Aunque la «Cueva Azul», ancho túnel con tres salidas, también representa un sitio submarino para disfrutar en su totalidad, siendo un reto para los amantes del buceo.
Para deleitarse, con tiempo, de toda esa belleza marina, puede elegir para hospedarse el Hotel El Colony, instalación donde están creadas las condiciones necesarias para una estadía memorable al sur de la isla de Cuba. Puede acceder por vía marítima o aérea.
Conservación y buceo en Cuba, nuevos proyectos
Los mares cubanos tienen todas las condiciones para ofrecer a los amantes de los deportes acuáticos una acogedora bienvenida. Cuba representa un destino privilegiado para el desarrollo del buceo, inmersiones y observación de los fondos marinos.
Fotografiar el mundo submarino cubano es una experiencia que no se olvida. Y es que no solo quedará plasmado en los lentes de las cámaras, un ambiente subacuático hermosamente conservado, sino hasta los remanentes de añejas embarcaciones que desde tiempos coloniales quedaron atrapadas en las profundidades de los mares cubanos.
Cuba, sin lugar a dudas, es ese paraíso para la arqueología subacuática y el buceo, que atrajo al «Doctor Océano» y la ONG fundada por él. No obstante, en la actualidad, sus proyectos van más allá de los arrecifes coralinos de la Isla de la Juventud.
Como defensor de la flora y la fauna, está involucrado en el proyecto «De La Calle», una estrategia para ayudar a un grupo de voluntarios que se proponen restablecer, esterilizar, castrar, e incluso, hallar un hogar para gatos abandonados.
Ante las dificultades existentes en las actuales relaciones entre Cuba y Estados Unidos, la ONG Ocean Doctor, no perece en sus intentos de colaborar con la isla caribeña y preservar, frente a cualquier obstáculo, su hermosa flora y fauna. Y, por supuesto, Cuba se lo agradece.