A su décima tercera edición arribará, próximamente, la Bienal de La Habana. Aunque se celebra cada tres años, es conocida como «bienal», en respuesta al concepto original del certamen.
Como parte de la celebración por los primeros 500 años de La Habana, la ciudad vivirá, en 2019, una invasión de arte desde el 12 de abril al 12 de mayo. Bajo el concepto general “La Construcción de lo Posible”, la bienal habanera será un espacio, como otros años, de confrontación y reflexión de particular trascendencia en el escenario artístico internacional.
Más de 30 años de historia avalan la existencia de un certamen en el cual surgieron muchas de las figuras artísticas que hoy pisan, con paso firme, los más diversos circuitos internacionales del mainstream.
Sus tributos, en el terreno de la visión contemporánea, sobrepasan las fronteras de Cuba y se convierten en uno de los paradigmas modélicos de las bienales internacionales de arte de todo el orbe.
Para la presente cita, se espera una cifra superior a los 200 creadores de aproximadamente 20 países. Por vez primera se extenderá más allá de nuestra «Ciudad Maravilla». Invitación para que se llegue a las provincias Matanzas, Cienfuegos, Sancti Spíritus, Camagüey y descubra el arte fuera de La Habana.
Bienal de La Habana y sus años de historia
La Bienal de La Habana, desde sus inicios, fue el medio idóneo para vislumbrar, en sentido general, lo que ha acaecido en el arte nacional, latinoamericano, africano, de Asia, e internacional.
De esta forma se identificaron las áreas experimentales y más auténticas del arte en dichas regiones. A su vez se mostraron claves para el desarrollo de investigaciones y el trabajo colectivo de curaduría.
Con el decursar del tiempo, el evento ha perfilado el desarrollo de la contemporaneidad de los diferentes países con sus típicas expresiones culturales, cuyas prácticas simbólicas devienen ideología de la resistencia.
Exposiciones colaterales, talleres, homenajes, y simposios forman parte de la bienal, en la que el Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam ha dejado su huella imborrable, la cual se extiende hasta nuestros días.
Bienales de La Habana
Una rápida mirada al pasado, facilita el reencuentro con la primera bienal, acaecida en 1984. Convocada por la Dirección de Artes Plásticas y Diseño del Ministerio de Cultura, resultó una especie de concurso para los artistas de América Latina y el Caribe, en las especialidades de grabado, dibujo, pintura y fotografía.
Con la participación de 806 artistas de 22 naciones, el Museo Nacional de Bellas Artes reorganizó la sala permanente dedicada a Wifredo Lam. Asimismo se desarrollaron, en diversos escenarios, numerosas exposiciones entre las que se recuerdan las muestras personales del mexicano Francisco Toledo y el venezolano Jacobo Borges, en la Casa de las Américas.
Gran acogida tuvo, en uno de los salones del Palacio de Convenciones de La Habana, una conferencia internacional sobre el artista cubano Wifredo Lam, que en la Segunda Bienal de La Habana, versó sobre el arte del Caribe.
Para 1986 el evento fue convocado por el Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam, de reciente creación, con sede en la antigua mansión de los Condes de Peñalver, en la calle San Ignacio, a un costado de la Plaza de la Catedral, en La Habana Vieja. Su objetivo: retomar el enfoque tercermundista, concretándolo al estudio de las regiones de África, Asia y Medio Oriente.
En lo sucesivo, el certamen continuó su desarrollo, pero con un carácter trienal y ampliando sus horizontes al incorporar las manifestaciones tridimensionales que constantemente atraen la atención de visitantes cubanos y extranjeros.
Para el año 2012, la oncena edición de esa cita internacional se estructuró a través de circuitos, en diversos sitios de la geografía capitalina. El propósito fundamental consistió en trabajar con el arte vivo e involucrar de forma permanente al espectador, convirtiendo los espacios públicos en un laboratorio temporal de experimentación artística.
La mayor campaña comunicativa de la bienal, acompañó a su duodécima edición, en 2015, teniendo en cuenta los 30 años del certamen. En esa ocasión se amplió el concepto de visualidad mediante la intersección de expresiones artísticas como la danza, la música, el cine, el teatro. Toda una novedad en su larga existencia.
A las puertas de la Décimo Tercera Bienal de La Habana
Tras la decisión de aplazar para 2019 el desarrollo de la bienal debido a los embates del huracán Irma en el sistema de instituciones culturales de Cuba, en 2017, el público ha estado pendiente de su nueva fecha. Una espera que pronto concluirá, pues ya se avecina la magna cita con el arte contemporáneo.
Del 12 de abril al 12 de mayo, coincidiendo con el aniversario 116 del natalicio de Wifredo Lam, figura cimera del arte moderno, la Décimo Tercera Bienal de La Habana, abrirá sus puertas a nacionales y foráneos.
Para esta edición se vivirán nuevas experiencias, que van más allá de los espacios tradicionales de exhibición. Dentro de las propuestas artísticas, una de las más importantes tendrá como escenario el Malecón y los bordes del centro histórico. Las creaciones se ubicarán en su tramo de acera, solares yermos y edificaciones.
Ello responde al proyecto colectivo “Detrás del Muro”, liderado por Juan Delgado Calzadilla, a través del cual el Malecón se transforma en una galería a cielo abierto frente al mar Caribe, con propuestas estéticas de avanzada que tienen como objetivo, hacer del arte un acto cotidiano.
La calle Línea, en el Vedado habanero, a lo largo de sus 3 kilómetros de longitud, representa otro de los sitios donde se asentarán relevantes propuestas en el marco del evento y como parte de las celebraciones por el medio milenio de la capital de la Perla de las Antillas.
El proyecto de colaboración internacional lleva por nombre “Corredor Cultural Calle Línea”. Su objetivo fundamental radica en favorecer el proceso de regeneración urbana, integral, cultural y sostenible de La Habana, mediante la revitalización de la reconocida arteria citadina.
Quienes transiten por Línea notarán las intervenciones gráficas urbanas en pasos peatonales, edificaciones, fachadas de los más célebres teatros y aceras. A ello se le suma la recuperación de la vegetación en separadores y jardines, así como la reparación de paradas, bancos, papeleras, entre otros mobiliarios urbanos.
Al amplio programa de la Bienal se suma el proyecto “La conexión infinita”, coordinado por los curadores del Museo Nacional de Bellas Artes. El público podrá apreciar obras de artistas contemporáneos cubanos, a la vez que interactúa con las colecciones permanentes de la instalación.
Por otro lado el centro de arte Factoría Habana mostrará la exposición “Intersecciones”, con obras de artistas brasileños, africanos y de Cuba, una invitación para contactar en directo con tentadoras propuestas artísticas.
De igual forma el evento teórico cobrará vida en la XIII Bienal de La Habana, en esta oportunidad con la participación del Departamento de Historia del Arte, de la Facultad de Artes y Letras, en la Universidad de La Habana. Conversaciones e intercambios con críticos, ensayistas y curadores cubanos y extranjeros, posibilitarán adquirir experiencias, conocer sobre las tendencias más actuales del arte contemporáneo.
Singularidades de la Bienal de La Habana
Por primera vez la Bienal de La Habana se extenderá más allá de la capital cubana. Varias provincias vivirán momentos inolvidables en pleno contacto con un modo de experimentar otras realidades en el campo de las artes visuales en Cuba.
Camagüey mostrará sus propuestas relacionadas con el Festival Internacional de Videoarte. En la más occidental de las provincias cubanas, Pinar del Río, se desarrollará el Proyecto Farmacia; Cienfuegos rendirá homenaje al bicentenario de «La Perla del Sur» con la exposición colectiva Mar adentro, mientras que, a Matanzas, llegará la iniciativa Ríos Intermitentes.
Durante un mes, La Habana y otras provincias, se vestirán de bienal. Un anhelado encuentro con el arte que inunda las calles, llegará a su décimo tercera edición. Aunque falta poco tiempo para el encuentro, el público espera ansiosamente su llegada.
