Cuando se habla de Ernesto Guevara de la Serna, también conocido como el «Che», se hace referencia a una de las figuras más emblemáticas y controvertidas para Cuba, Latinoamérica y el mundo durante el último siglo.
Nacido en Rosario, Argentina, se recuerda en la gran isla caribeña como uno de sus más preciados héroes: «el Guerrillero Heroico». Profundamente humano y aventurero, su vida corrió entre sueños e ideales que le convirtieron en un mito histórico. Su presencia en Cuba transcurrió desde el 2 de diciembre de 1956 hasta su salida rumbo a Bolivia en 1964, hecho que lo insertó definitivamente en el panorama histórico internacional.
Por la ruta del Che en Cuba
Si conocer a esa figura está en el horizonte de sus deseos, entonces le proponemos una ruta a través de las tierras antillanas, incluyendo algunos sitios esenciales de su itinerario en Cuba, en orden cronológico y geográfico, de oriente hacia occidente.
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Comandancia de La Plata
El primer encuentro del Che con Cuba ocurrió en «Los Cayuelos», a dos kilómetros de Playa Las Coloradas, al sur de la región oriental, adonde llegó como expedicionario del yate Granma. Luego de varios días, ascendió a las montañas de la Sierra Maestra entre batallas y persecuciones.
Las abruptas elevaciones que conforman ese macizo, aún recogen sus huellas más significativas en la Comandancia de la Plata, sitio desde donde se orientaban las operaciones de la guerrilla, y que el Che dirigía junto a Fidel Castro.
En la actualidad, la casa de estilo campestre, con paredes de madera cuidadosamente pulimentada y techo de guano, es uno de los museos más atractivos de la serranía oriental, que se extiende por cerca de 170 kilómetros entre los territorios de Granma y Santiago de Cuba.
Desde las ciudades de Bayamo y Santiago de Cuba se ofrecen visitas dirigidas al célebre emplazamiento. Se llega caminando, debido a la densa vegetación que le resguarda y las características del terreno.
Allí apreciará objetos personales que pertenecieron a los rebeldes, las camas donde durmieron, el escritorio donde se proyectaban las tácticas de guerra, la primera cabina de Radio Rebelde desde donde se escuchaba la voz del Che en transmisión directa, el hospital donde él mismo curaba de los heridos, la cocina y el refugio ante la llegada de tropas enemigas.
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Museo Casa La Otilia
De La Plata partió el Che en marzo de 1958 rumbo a La Otilia, al frente de una de las columnas que con el tiempo extenderían la guerra a todo el país. La finca, entonces propiedad de un latifundista que no la ocupaba, y ubicada en el municipio granmense de Buey Arriba, albergó al Che y a sus guerrilleros durante un mes.
La casa central de la hacienda, de estilo rústico por sus paredes de gruesa madera y techo de zinc y piso de losa, fue centro de operaciones para apoyar desde las intrincadas montañas la huelga general prevista para el 9 de abril en las principales ciudades.
Se dice que allí el Che jugaba a la pelota en sus tiempos libres, hacía fotografías que quedaron para la posteridad, se desempeñaba como médico cuando era necesario y enviaba alimentos a los campesinos de poblados cercanos que vivían en condiciones de pobreza extrema.
Cuando se visita el Museo Casa La Otilia también pueden observarse otras instalaciones pertenecientes a la finca original, como una piscina, los restos de una despulpadora de café, secaderos y amplios jardines.
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Campamento Caballete de Casa
Hacia el centro de Cuba, en la serranía del Escambray perteneciente al territorio de Sancti Spíritus, se halla el campamento Caballete de Casa, sitio ideal para el turismo histórico donde el Che estableció su cuartel general en 1958, luego de que en el mes de agosto comenzase la invasión de oriente a occidente.
Caballete de Casa es la mayor altura del municipio espirituano de Fomento y su paisaje impresiona aún a quienes lo han visitado en más de una ocasión. El puesto de mando que hoy funciona como museo, fue construido también con madera y guano, todo rústico, y recibe a diario cientos de visitantes que se enfrentan a prendas de vestir que usó el Che durante su estancia en el lugar, algunos objetos personales o la cama donde durmió, todos dispuestos en armonía para hacer más placentera la estancia del visitante.
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Memorial en Santa Clara
Se dice que de entre todos los sitios que conforman «la ruta del Che en Cuba», este es el más visitado. Y es que tan sólo a 15 minutos del corazón de la ciudad de Santa Clara, igualmente en la zona central de Cuba, se encuentra el fastuoso monumento que guarda sus restos y el de sus compañeros inmolados en Bolivia, que ahora descansan allí, en el Memorial Comandante Ernesto Guevara.
No deja de impresionar al viajero la escultura del guerrillero, esculpida por José de Lázaro Bencomo. Los murales, el museo y el mausoleo dejan correr ese aire de historia y leyenda que siempre ha rodeado al Che. Algunos objetos usados por él y la llama que ilumina los nichos de piedra tallada artísticamente, transmiten una atmósfera solemne y mítica imposible de olvidar.
En la entrada norte de la ciudad, el visitante podrá tropezar con el museo Toma del Tren Blindado, fragmento de una historia vivida por este hombre, cuando descarriló un tren que enviaba el enemigo con armamento para fortalecer la contienda en el oriente.
Pueden observarse cuatro vagones estéticamente dispuestos como estuviesen recién accidentados, un buldócer y cuatro esculturas. El museo al aire libre fue ideado por Ramón Rodríguez Limonte y enriquecido posteriormente por el reconocido artista José Delarra.
Ese entorno contiene un inapreciable valor histórico para Cuba y ostenta el título de Monumento Nacional. Sorprendente es, además, la escultura «Che con Niño», que preside la sede del gobierno provincial de Santa Clara, en honor a su humanismo y la perpetuidad de sus ideas.
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Comandancia del Che en La Cabaña
Luego de la victoria guerrillera en 1959, el complejo de fortalezas coloniales Morro – Cabaña de La Habana albergó la presencia del Che. Allí estableció su comandancia, en una portentosa residencia que hoy recibe el nombre de Centro Cultural Casa del Che en La Cabaña.
La casona expone los documentos y objetos utilizados por él desde que llegó a La Habana por vez primera. Resulta curioso recorrer los pasillos por donde el Che quizás caminó preocupado, dio alguna orden importante o tomó alguna decisión trascendente para el futuro de Cuba.
Allí el visitante podrá observar, entre gruesas y vigilantes vitrinas, las fotografías, los recortes de periódicos que relatan sus hazañas, los libros, las mochilas, el armamento y los uniformes que dan testimonio de la estancia del Che en un rincón tan querido por los habaneros.
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Cueva Los Portales
Fue este el centro de operaciones del Che durante la llamada “Crisis de los Misiles” o “Crisis de Octubre” en igual mes de 1962. Se localiza en el Parque Nacional La Güira, en la provincia de Pinar del Río, región más occidental de Cuba.
Hasta allí puede llegarse gracias a excursiones que ofrecen los buroes de turismo ubicados en los hoteles. Se trata de un atractivo accidente geográfico de origen fluvial, que fuera declarado Monumento Nacional hace tres décadas.
En una de las estancias que componen la pintoresca gruta, puede observarse una exposición histórica con la mesa de operaciones del Che junto a su escritorio, así como una diminuta cama personal, cuidadosamente tendida con sábanas blancas. Otros objetos personales también forman parte de la muestra, visitada a diario por cientos de personas.
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Centro de Estudios del Che Guevara
Regresando a La Habana, para quienes desean conocer la profundidad del pensamiento teórico del Che, su importancia y proyección hacia el futuro, la calle 47 entre Conill y Tulipán, en la barriada de Nuevo Vedado, acoge el Centro de Estudios Che Guevara. Esa institución, en la que laboran decenas de especialistas, tiene como fin promover el pensamiento, la obra y las anécdotas más trascendentes del Che durante su estancia no sólo en Cuba, sino en otros países de América y África, donde también dejó su impronta.
A ese edificio pueden acercarse los interesados en la relevante figura, pues posee un centro de documentación que da acceso a fotografías inéditas, documentales audiovisuales y textos escritos por el Che y otros intelectuales que se han acercado a su figura. También, si goza de suerte, podrá cruzarse con la más activa defensora de su legado, su hija Aleida Guevara.
Presencia del Che en toda Cuba
Los ideales del Che y su imagen guerrillera están profundamente arraigados en la mayoría de los cubanos. Por su vida cuajada de hechos trascendentes y únicos, este hombre ocupa un lugar cimero en el amplio panorama nacional, que lo convierten en un símbolo de identidad permanente ante el mundo.