Muchos son los escritores que han ensalzado a la naturaleza. La naturaleza asombra, fascina y magnetiza. Escribo esto porque fascinación es lo que se siente cuando cualquier visitante se asoma a los paisajes cubanos. Por eso tres propuestas ofrezco hoy a todo aquel que quiera visitar la mayor isla del Caribe.
El turismo, en sus más desbordantes formas, aún no ha llegado, con todas sus fuerzas, a estos parajes. Cuba se descubre y redescubre cada día, me dijo un viajero al arribar a la Península de Guanahacabibes. Así que debemos apresurarnos para conocer sitios increíbles y prácticamente inexplorados.
Tres maravillas de la geografía cubana
Estas son mis propuestas descubiertas durante mis últimas visitas a Cuba. La primera está en el occidente de Cuba, la segunda en el centro, y la tercera en las mismas puertas de la región oriental cubana.
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Península de Guanahacabibes
Está situada en el occidente de Cuba, a 94 kilómetros de la ciudad de Pinar del Río y a unas tres horas de La Habana.
Mientras caminaba por esta hermosa región de Cuba, recordé al padre de la medicina, Hipócrates. De él leí en algún sitio: El médico cura, solo la naturaleza sana. Y es que una extraña paz se apodera del viajero cuando se recorre esa región.
Guanahacabibes produce un profundo placer… Y más: al momento de descubrir los paisajes nuestra mente tiende a silenciarse. Es como vivir un vínculo con nuestros orígenes, como conectar el alma con lo que en verdad trasciende y enamora. En 1987 la península de Guanahacabibes fue declarada por la UNESCO como Reserva de la Biosfera y en 2001, se creó el Parque Nacional. No habitan muchas personas allí; quizás no suman 100, tal vez muchos menos. Científicos sí podemos encontrar, y cuidadores del entorno… y algunos viajeros que, como yo, visitan el lugar.
¿Qué ver en la península de Guanacahabibes?
Allí está el Centro Internacional de Buceo. Frecuentado por buzos de diferentes sitios del planeta la península posee unas 20 playas vírgenes. Hay evidencias de que en la zona ocurrieron unos 200 naufragios, muchos de ellos de galeones coloniales y se escuchan varias leyendas de corsarios y piratas.
Los naufragios aumentan la curiosidad del visitante, estimulados, además, porque en la zona abunda la mayor colonia de coral negro del Caribe por donde se mueven, entre jardines de gorgonias, una abundante fauna marina que prolifera al amparo de los arrecifes.
Pero hay más: la localidad abriga a uno de los mayores corredores de aves migratorias de América y a cuatro de las siete especies de tortugas marinas que existen en el planeta. Bajo el agua todo es belleza y perfección. Pero sobre el agua, allí al alcance de la vista, todo es también seducción y hechizo. Quizá, el primer asombro viene del cielo: las aves.
Según los especialistas, unas 200 especies de pájaros huyen del invierno y se refugian en Cuba. Es posible avistar bijiritas, garzas, patos, flamencos, grandes núcleos de rabihorcados y pelícanos pardos… y lo que es algo singular y sorprendente: 11 especies endémicas como el zunzuncito o el «pájaro mosca», el más pequeño del planeta.
Pero no todo queda ahí: observará a la paloma perdiz, el tocororo, el carpintero verde, las cotorras, la cartacuba, el zorzal y el sijú platanero. Se dice que en Guanacahabibes concurre cerca de la mitad de las especies de aves reportadas en el archipiélago cubano.
Luego de recorrerla toda, el sol se despide allí de Cuba. La península es luz y color. El punto más occidental es imagen inspiradora. Dicen los cubanos que en Guanacahabibes “se guarda el sol de Cuba”.
Varios paseos pueden organizarse. Desde el Centro de Visitantes o el Mirador de la reserva se pueden elegir los caminos. Quizás lo que más fascina son las 17 especies endémicas de su flora, donde hay bosques vírgenes, flores y árboles enormes de madera preciosa: robles, jaguey, almácigos, majagua… que sirven de refugio a una fauna repleta de venados, cangrejos, mariposas y jutías.
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El Hanabanilla: pequeña cesta de oro
Otra belleza no tan conocida o divulgada: el Salto del Hanabanilla o los Saltos del Hanabanilla. Ahí está la cascada más alta de Cuba.
Ubicado en el municipio de Manicaragua, provincia de Villa Clara, el lago Hanabanilla posee 14,9 kilómetros cuadrados, y se encuentra a 364 metros sobre el nivel del mar. En lengua aborigen Hanabanilla quiere decir pequeña cesta de oro y en sus entornos se establecieron emigrantes gallegos dedicados al cultivo del café.
A diferencia de la península, hay varias casas de familia. Quizás lo más característico de los habitantes de esa región es su humildad que se integra a los paisajes hermosos, entre la profunda luz de aquel lago y las incomparables tonalidades de esas montañas tropicales.
Dicen los propios pobladores que todo aquel que llega a la región le invade el deseo constante de hacer fotos. Y es que el paisaje subyuga y por todas partes regala hermosísimas imágenes.
El lago Hanabanilla, gracias a las aguas almacenadas en una represa, posee la única central hidroeléctrica de Cuba. Su construcción comenzó antes de 1959 y duró aproximadamente un año.
El lugar es espléndido para disfrutar de vacaciones en familia u organizar programas de senderismo y de opciones dedicadas al turismo ecológico. Aun cuando existen habitantes, el mejor alojamiento lo hallará en el Hotel Hanabanilla. Desde allí podrá acceder a paseos por el lago y realizar recorridos por asentamientos poblacionales de la localidad. Está situado en una de las riberas del lago y pose todas las condiciones para una agradable estancia. Cuenta con piscina, servicio de internet en el lobby, tiendas, oficina para cambio de moneda, cafetería, parrillada, televisión y teléfono en las habitaciones, agua caliente y salón de reuniones.
Es el punto de partida ideal para conocer las maravillas de la región. Mi segunda propuesta para conocer un sitio de paz en Cuba es esa: el lago Hanabanilla y sus entornos.
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Sierra de Cubitas
Es el segundo municipio más pequeño de la provincia de Camagüey. Está ubicado al norte y posee una población superior a los 18 mil 500 habitantes.
La Sierra es también un sitio poco explorado por el turismo. Allí se localizan numerosas cavernas que guardan verdaderos tesoros arqueológicos y culturales. Con inusual asombro, disfrutará de varias pinturas rupestres indocubanas, detalle que no siempre tenemos la oportunidad de contemplar.
Su magnetismo la convierte en la oportunidad perfecta para tomar distancia del estrés de las grandes ciudades. Entonces es comprensible que forme parte de todos los programas turísticos que se originan en esa zona de la geografía cubana.
Posee el desfiladero más famoso de la Mayor de las Antillas: Los Paredones, con una profundidad de 40 metros y casi dos kilómetros de longitud que separa a los cerros de Tuabaquey y Limones. Estas son las dos elevaciones de mayor importancia en la región, con alturas de 330 y 309 metros sobre el nivel del mar. El hecho de que estén separadas por ese accidente geográfico tan ancho y profundo es algo verdaderamente asombroso. Por sus características es parte de una reserva ecológica.
Quizás la otra zona que llama poderosamente la atención es el Hoyo Bonet, con un microclima dentro de un orificio cónico de 80 metros de depresión, cubierto de árboles frondosos, en el cual habitan 200 especies de la flora local.
Este es uno de los destinos cubanos que más se distingue por su sistema cavernario.
Sierra de Cubitas es, además, una región para el disfrute por la gran cantidad de ejemplares endémicos representativos del archipiélago cubano. Según los especialistas destacan allí unas 157 especies. Pueden avistarse cotorras y cateyes, de sorprendente colorido, así como abundantes tocororos, considerado el Ave Nacional de Cuba.
Según los especialistas, en la zona existen 18 especies de mamíferos nativos, entre ellos la jutía y varias subclases de murciélagos, algunos en peligro de extinción.
Cubiteños es el gentilicio con que se conoce a los habitantes de la zona. Ellos conservan aún bailes, rituales, y manifestaciones religiosas fascinantes y antiquísimas. Todo ello unido a su atractivo entorno lo clasifican entre los destinos cubanos que no puede olvidar ningún visitante.
Tres destinos para descubrir en Cuba
Si necesita combatir el estrés, o tomar distancia del bullicio de largos meses de trabajo, le recomiendo estos tres sitios aquí descritos. En Cuba las distancias son cortas. Pero si es escaso su tiempo y tiene que escoger uno o dos lugares, le dejo mi descripción. Sea cual sea su elección recuerde aquella frase: El médico cura, solo la naturaleza sana.
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