En el Centro Histórico de La Habana son múltiples los espacios para disfrutar de una agradable agenda cultural. Así, varias iglesias de épocas pasadas, como San Francisco de Paula, la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís, y el Oratorio San Felipe Neri, se han convertido en lugares capaces de albergar la más selecta y exquisita música durante todo el año.
Pero los tres también acogen al exclusivo Festival de Música Antigua Esteban Salas, un momento para disfrutar lo mejor que puede ofrecer la Perla del Caribe en esa modalidad. Lo cierto es que, apreciar en cualquiera de estas salas un concierto, constituye una oportunidad para no perderse si visita la animada ciudad que está a punto de cumplir 500 años.
Tres escenarios sacros y alternativos
En las últimas décadas tres templos han sido restaurados, como espacios alternativos, en la parte más antigua de La Habana, con el objetivo de albergar y promover el arte musical.
El triángulo se compone de la iglesia de San Francisco de Paula, como centro de la música antigua; la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís, espacio para la música coral y sinfónica y el Oratorio San Felipe Neri, escenario del arte lírico y operático.
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La Iglesia de San Francisco de Paula
Es actualmente la sede del prestigioso y reconocido Conjunto de Música Antigua Ars Longa. Se ubica en las calles Paula y San Ignacio, cerca de la Alameda de igual nombre.
Dicha iglesia tiene una historia interesante. Se comenzó a construir en 1668 como capilla del Hospital de la Caridad de San Francisco de Paula. En 1907 fueron vendidos tanto la iglesia como el hospital a la Havana Central Railroad Co., o Ferrocarriles Unidos, una firma inglesa dueña de los muelles anexos.
Ante el deterioro del templo, Emilio Roig, el primer historiador de la ciudad de La Habana, como titular de la Sociedad Cubana de Estudios Históricos e Internacionales y secretario de la Junta Nacional de Arqueología y Etnología, logra que en 1946 sea declarado Monumento Nacional. Y pese a reiteradas amenazas de trasladarlo íntegramente a otro sitio, o incluso demolerlo, para prolongar la Avenida del Puerto, se logra su milagrosa conservación.
La Iglesia de Paula, luego de acoger durante varias décadas a instituciones culturales cubanas relacionadas con la música quedó vacía siendo tomada, para la instalación de viviendas, por los vecinos de la zona. Ya muy dañada su arquitectura, en 1995 la Oficina del Historiador de la Ciudad comienza una reparación total del monumento.
Fue reinaugurada durante la VI edición del Festival de Música Antigua Esteban Salas, quedando convertida a partir de tal fecha en un espacio usual para la realización de conciertos y eventos de música clásica y de cámara.
Esta pequeña iglesia de fachada barroca y bellos vitrales, otrora concebida como capilla de hospital, hoy es capaz de propiciar un momento de cultura y paz total para la sanación del alma.
Cercana a esta se encuentra la Alameda de Paula, y múltiples sitios a su alrededor, cualidad que la convierte en un espacio ideal para pasear o sentarse a disfrutar el fresco de la brisa marina, luego de un peculiar concierto.
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La Basílica Menor de San Francisco de Asís
Está situada en la calle Oficios entre Amargura y Churruca. Fue construida en el siglo XVI y cuenta con una historia similar, que va desde el esplendor del antiguo templo y convento franciscano hasta su conversión en un almacén, depósito de la Aduana de La Habana y Casa de Correos durante el siglo XIX.
En esta época pierde el ábside, el crucero y la cúpula de la iglesia y no sería hasta los años 90 del siglo XX (entre 1992 y 1995) que se asumiría la restauración del edificio.
La iglesia y su convento asumieron una nueva función: actual sede del Museo de Arte Religioso. Y la basílica, donde antaño se rendía honor a la imagen del Cristo de la Vera Cruz, que durante el Viernes Santo se sacaba en procesión por La Habana, se convirtió en sala de concierto destinada a la música coral y de cámara.
Presidido por una cruz, que pende de su techo, este recinto es otro de los espacios para no perderse. Allí el visitante puede dejarse seducir por los efluvios musicales de una Habana barroca y atemporal.
Luego de una apacible visita a este sagrado reciento, puede deleitar su paladar en el Café del Oriente, situado en las proximidades de Amargura y Oficios o recorrer la plaza y llegarse hasta las similares, de Armas y Plaza Vieja, en busca de nuevas historias habaneras.
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El Oratorio San Felipe Neri
Abrió sus puertas como sala de concierto del arte lírico desde 2003 y lo encontrará en calle Aguiar esquina a Obrapía.
Fue fundado en el año 1693 como templo y estuvo ocupado, sucesivamente, por oratorianos hasta 1784; por capuchinos hasta 1840, y por monjes carmelitas a partir de 1887 hasta el año 1924. Estos últimos vendieron el inmueble al Banco del Comercio, lo que provocó que entre 1926 y 1928 la iglesia fuera remodelada.
Durante la restauración de la iglesia de San Felipe Neri, se buscó no alterar la estructura de la edificación. El proyecto concibió que esta fuera rehabilitada para una nueva función: el arte lírico y operático, por lo que este sitio es uno de los espacios indispensable si gusta del buen arte musical.
El Oratorio San Felipe Neri se encuentra muy cercano a la concurrida calle Obispo donde se están enclavados múltiples negocios, desde tiendas hasta restaurantes como el Europa (Obispo y Aguiar), o cafeterías, como El Naranjal (Obispo y Cuba) y el Café París (Obispo entre Cuba y San Ignacio).
Música antigua en tiempos modernos
La iglesia de San Francisco de Paula, la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís y el Oratorio San Felipe Neri son sedes del Festival de Música Antigua Esteban Salas, que tiene entre sus objetivos el rescate y la divulgación de la música Antigua de Edad Media y Barroco, y se desarrolla por lo general en los primeros meses del año.
En definitiva la música antigua, coral y sinfónica ha estado muy vinculada a la religión y a la iglesia católica en Cuba. De ahí que resulte coherente, aunque allí tenga carácter laico, su inserción en estos santuarios de La Habana Vieja.
No obstante, si le interesa conocer la música asociada a los oficios religiosos, en muchos templos del Centro Histórico, como el de San Francisco de Asís (calle Amargura y Aguiar) o La Catedral de La Habana, durante las celebraciones religiosas, puede presenciarse todavía la belleza de los coros que entonan cantos sacros.