La Habana Vieja es famosa por sus plazas de estilo colonial: la Plaza de Armas, la Plaza del Cristo, la Plaza de la Catedral, la de San Francisco de Asís y la Plaza Vieja. Cada una de ellas tiene su encanto: los árboles y los museos que rodean la Plaza de Armas; el convento y la estatua del Caballero de París en la Plaza de San Francisco de Asís y la Cervecera de la Plaza Vieja.
Por supuesto, en la Plaza Vieja sobran las atracciones y lugares interesantes que visitar, pero la Cervecera es de esos inevitables, una esquina ideal para descansar acompañado de la bebida artesanal, hecha a lo cubano.
El sitio es de los primeros en elaborar cerveza artesanal cubana y está situada en la esquina donde se cruzan las calles Muralla y San Ignacio. Abre sus puertas a los clientes desde las 12 del día y hasta las 12 de la noche. Con un salón interior decorado con muebles de madera, a la manera de una taberna, y mesas en las afueras de cara a la Plaza Vieja, el lugar invita a sentarse bajo las sombrillas que la acompañan para para burlar el calor con una cervecita fría.
El establecimiento cuenta con una pequeña fábrica en su interior donde se elaboran cervezas de distintos tipos: claras, oscuras y malteadas para aquellos que la prefieren con un toque más dulzón.
Cientos de visitantes a diarios dan fe de su calidad que aumenta gracias al acompañamiento de grupos musicales para ambientar el lugar. Y siempre no falta quien se lanza al baile tras la segunda cerveza atraído por los ritmos cubanos.
¿Qué me pido?
La oferta más popular en la Cervecera de la Factoria Habana Vieja es la jarra, con un precio de 3 CUC. No obstante, si tiene compañía podrá pedir jarras térmicas que traen cantidades de 6 y 12 litros, por el precio de 12 y 24 CUC.
Para acompañar ofrecen también comida cubana en las variedades de pinchos de carne de cerdo, pollo, vegetales, todo elaborado al carbón, gambas a la plancha, entrecot de ternera o chuletas de cerdo a la parrilla, sin olvidar el exquisito sandwich cubano.
360 grados de la Plaza Vieja
A solo 100 metros de la Plaza de San Francisco de Asís, tomando la calle Teniente Rey está la Plaza Vieja y en una de sus esquinas la Cervecera, lugar genial para sentarse a disfrutar los estilos arquitectónicos que la decoran y los lugares de interés que la rodean.
La construcción de la Plaza Vieja data del 1559, inicialmente fue utilizada para ejercicios militares y actividades públicas, acogiendo posteriormente una de las primeras pescaderías que tuvo La Habana. Al igual que muchos otros espacios en Cuba, esa plaza tuvo varios nombres, llegando a tener el nombre incluso de «Plaza Nueva», algo completamente opuesto a su actual denominación.
Gracias a la antigüedad de la Plaza Vieja, los portales que la rodean son evidencia de miles de años de historia y estilos arquitectónicos de la época colonial. En el lugar se mezclan el estilo barroco colonial y las influencias del modernismo de Gaudí.
Después de la cerveza, date una vuelta por la plaza
La Cámara Oscura, en la Plaza Vieja, es uno de los lugares más visitados. Desde la cima del edificio donde se encuentra podrá observar, a través de un dispositivo que utiliza varias combinaciones de espejos, los techos y azoteas de la Habana Vieja.
Justo al lado de esa instalación se encuentra el Planetario, con un espectáculo de astronomía que le permitirá conocer curiosidades relacionadas con el universo, los planetas y el espacio exterior. Justo en la esquina de ese bloque, y posterior a la Fototeca de Cuba, está el café El Escorial, esparciendo el delicioso olor del café tostado y molido por todo el lugar.
Completan el espacio el Centro para el Desarrollo de las Artes Visuales, la Vitrina de Valonia dedicada a la promoción de la cultura Belga en Cuba y los comics; el restaurante Santo Ángel, especializado en arroces y el Museo del Naipe.
Justo frente a la cervecera hay una escultura en bronce del artista cubano Roberto Fabelo, conjunto escultórico de «Mujer y Gallo» y al centro de la plaza una fuente construida en mármol blanco de Carrara que anteriormente fue utilizada para abastecer del agua proveniente de la Zanja Real a los habitantes de la Plaza Vieja.
Siguiendo la tradición
La Cervecera Factoria de la Plaza Vieja sigue la tradición de «el bar de la esquina». Es un lugar genial para hacer una parada en las caminatas por la Habana Vieja, o para terminar el recorrido en la propia plaza.
En los inicios de la Alameda de Paula puedes encontrar otro sitio para consumir cerveza artesanal en La Habana, conocida como el Antiguo Almacén del Tabaco y la Madera ofrece una vista hacia la Bahía de La Habana, y ahí está la principal diferencia entre las dos. Mientras la Cervecera de la Plaza Vieja propone la interacción con un espacio colonial, lleno de tradición, gente y belleza arquitectónica, la del puerto propone la compañía del mar.
Pues a darse una vuelta por estas cerveceras, lugares a visitar para estar un poco más cerca de La Habana y de lo que fue esa gran ciudad que todavía se perpetúa en el tiempo.
