Hoy le proponemos conocer uno de los más bellos parajes de la geografía cubana, donde podrá estar en contacto directo con la naturaleza y relajarse apartado del bullicio de las ciudades. Situado en el municipio Cumanayagua, en la centro-sureña provincia de Cienfuegos, El Nicho espera al visitante con el frescor del lomerío, la tupida vegetación y las transparentes aguas de sus abundantes cascadas y piscinas naturales.
El Nicho da la bienvenida
En armoniosa conjugación, la naturaleza ha creado un espacio paradisíaco. Llegar a El Nicho es como transportarse a un mundo mágico, donde el tiempo corre a ritmo propio. El canto de las aves dentro del bosque de galería, el viento y el agua al caer conforman una sinfonía que inunda el ambiente. El Nicho es fresco, húmedo, en contraste con las habituales temperaturas elevadas de la isla caribeña. Por eso, sobre todo en verano, varios optan por escapar del sopor, del movimiento continuo y visitar El Nicho. Él, siempre verde, da la bienvenida.
Se halla a sólo 46 kilómetros de la ciudad de Cienfuegos, atravesando la Sierra del Escambray, y forma parte del Refugio de Fauna «Laguna de Guanaroca-Yaguanabo-El Nicho». También está próximo a Topes de Collantes, otro maravilloso destino para el ecoturismo, y muy cerca del Lago Hanabanilla, una inmensa y célebre represa natural intramontana. Como oferta especial, aparece la tentación de visitar la cueva Martín Infierno, Monumento Nacional, poseedora de una estalagmita de 67 metros de altura, la mayor de toda América Latina, y las caprichosas flores de yeso.
Para llegar hasta él, tenemos diversas opciones. Quizás la más simple sea contratar una excursión en las agencias de viaje receptivas que operan en esa zona de la Isla, con buroes de reservación en hoteles y espacios públicos. Por el precio de 30 CUC (unos 27 Euros), nos enrolamos en un recorrido de ocho horas que incluirá, además del transporte y la garantía de llegar sin pérdida al sitio, un guía especializado, el paseo por uno de los senderos prediseñados de El Nicho, la posibilidad de tomar muchas fotos, admirar un bello panorama desde el mirador, degustar un almuerzo criollo y ganar tiempo libre para bañarse en las pozas o piscinas naturales.
Pero si queremos experimentar la aventura por nuestra cuenta, siempre tendremos la variante de alquilar un auto con buena tracción y hacer el recorrido. Se puede viajar por carretera desde la vecina urbe patrimonial de Trinidad, en Santis Spíritus, o desde el propio Cienfuegos. Recomendamos, sin embargo, la segunda de estas opciones, pues la ruta es más transitable a pesar de alargarse unos cinco kilómetros. Por esa vía, en algo más de una hora usted habrá alcanzado su objetivo.
A la entrada del parque natural de Guanaraya encontrará estacionamiento para el auto. Allí, tras abonar 10 CUC (8.50 Euros) per cápita, podrá entrar en el horario comprendido desde las nueve de la mañana hasta las cinco de la tarde, como parte de una pequeño grupo acompañado de un guía. El tiempo de duración ronda las dos horas, con chapuzón incluido.
El Sendero del Reino de las Aguas
Uno de los senderos más populares y frecuentados por la variedad de elementos sugerentes que abarca, es el del Reino de las Aguas. Mientras se camina, el guía irá explicando las particularidades del medio ambiente, mientras puede observarse una muestra de la riqueza de la flora representada en el ecosistema con sobresalientes helechos, orquídeas y las esbeltas palmas reales.
Igualmente, El Nicho sirve de amparo a un gran número de especies endémicas de la fauna cubana, en peligro de extinción. El zunzún, el tocororo, el arriero, los tomeguines de la tierra y del pinar, las jutías, los venados, las cotorras, los flamencos y otras aves marinas que allí anidan, encuentran un espacio ideal para sobrevivir y desarrollarse.
Las pozas de El Nicho
Una de las primeras sorpresas del viaje es «La Poceta de los Enamorados», de agua transparente, azul verdosa a la distancia, que contrasta de forma suave y perfecta con los alrededores. Está custodiada por piedras lisas, moldeadas por el constante flujo del agua y se puede admirar desde un pequeño puente que cruza por encima del río. Según la leyenda local, si dos enamorados se bañan juntos en ella, permanecerán unidos durante toda la vida.
Muy cerca y rápidamente, se llega a la cascada de las «Desparramaderas». Lo primero que delata su presencia es el sonido del agua al caer por sus siete metros de altura. Resalta por su belleza y es un lugar ideal para tomar una foto de recuerdo. Luego, la «Poceta de Cristal» que, tal como lo indica su nombre, constituye un espejo de agua fría y traslúcida, totalmente cristalina, que tiene entre sus atractivos el estar rodeada de pequeñas cascadas.
Para completar el sendero y gracias a pasarelas rústicas que armonizan con el contexto, se accede al mirador. Tiene una posición de excelencia en las cascadas del arroyo «El Negro», donde el agua cae por más de 30 metros formando torbellinos de espuma, pequeños arcoíris y niebla permanente. Desde este sitio nos asomamos a una profunda y espectacular vista, verde, inmensa, que otorga una extrema sensación de libertad. Desde este punto, es posible ver el Salto de Hanabanilla.
¿Dónde comer cuando visitas El Nicho?
Después de la caminata, de seguro estaremos hambrientos. Podemos degustar la cocina criolla de la región, sin ir lejos, en el restaurante, Los Helechos, ubicado a la entrada del propio parque. Allí, además, encontrará casillas para cambio de ropa, un proceso muy necesario para hallar comodidad en los baños de río y el regreso a la civilización.
También se puede comer en los restaurantes privados (paladares) El Caney y Las Yaguas. Este último, recomendado en extremo por los usuarios de TripAdvisor con buen apetito, resalta por la variedad de las ofertas, los módicos precios y el trato afable. En su menú combina el pescado rebozado, la carne de cordero, ropa vieja, pollo, viandas hervidas, ensalada de vegetales, diferentes tipos de arroz y plátano frito, entre otras delicias.
A explorar y disfrutar camino al Nicho
El «Sendero del Reino de las Aguas» es uno de los recorridos más refrescantes y bellos por el entorno montañoso de Cienfuegos; sin embargo, al costado izquierdo de la vía hacia El Nicho también existe un grupo de piscinas naturales en las que el visitante puede disfrutar libremente, sin convenio previo y sin guía.
