«Cuba es un ajiaco», sentenciaba Fernando Ortiz en una conferencia impartida en la Universidad de La Habana en el año 1939, al referirse a la formación del etnos y de la cultura cubana específicamente. Esta comparación, podríamos aplicarla tanto para la Mayor de las Antillas, como para el resto de los países del Nuevo Mundo, los cuales fueron uniéndose, colmándose, apropiándose y mezclando en su identidad las culturas nativas, africanas e hispánicas; sin obviar la indiscutible herencia de Asia o el mundo hebreo e islámico, entre otras.
La religión como en todas y en cada una de las expresiones de la cultura, es muestra de esa mezcla o transculturación sufrida por las culturas foráneas que se aplatanaron en Cuba y en sus habitantes.
Los primeros esclavos africanos llegaron a Cuba en el siglo XVI. Al ser llevados de manera forzosa, fueron obligados a no practicar su religión y reverenciar a los santos católicos, comenzando entonces un proceso de sincretismo religioso, en el que fueron identificados los santos católicos con el nombre de las deidades del Panteón Yoruba.
Lo mismo sucedió con los asiáticos, llevados a la isla cubana como fuerza de trabajo, donde optaron por el sincretismo con la religión católica.
Actualmente, en Cuba, existe plena libertad religiosa que se expresa tanto de manera legal, como por la existencia de un amplio universo religioso. La práctica religiosa en Cuba está actualmente caracterizada por la espontaneidad y el sincretismo, ninguna en particular caracteriza, en su totalidad, a los cubanos.
Las iglesias, templos, mezquitas…
La fe del cubano es visible en la arquitectura religiosa tan recurrente en todos y cada uno de los barrios de la isla. No solo las iglesias católicas adornan el entorno.
Desde mediados del siglo pasado comenzaron a ser visibles otros templos consagrados a religiones como la Ortodoxa Rusa y de tipo Griego, ambas con sus catedrales en la transitada Avenida del Puerto, colindando con el Convento de San Francisco de Asís, una de las joyas arquitectónicas más antiguas de la capital habanera.
El primer templo musulmán de Cuba
En la calle Mercaderes, desde el año 2015, e inspirada en la Gran Mezquita Imperial de Ortaköy, se encuentra el primer templo musulmán de Cuba, la Mezquita Abdallab donde los seguidores del islam, se dan cita principalmente en el mes de junio, para la celebración del Ramadán.
La Catedral de La Habana
La Catedral de La Habana, ubicada en el centro histórico, es la sede de la Arquidiócesis de Cuba. El templo de estilo barroco alberga entre otros tesoros las tumbas de personajes significativos para la historia de Cuba y en algún momento del siglo XIX, albergó los restos de Cristóbal Colón.
Poe otra parte, algunos de los templos cubanos constituyen focos de las más grandes peregrinaciones y muestras de la fe de su pueblo. El Santuario de la Caridad del Cobre, en Santiago de Cuba; el Santuario Nacional de San Lázaro o la Iglesia de Regla, en La Habana, son los tres más concurridos durante todo el año. Aquí le ofrezco algunos datos sobre ellos.
El Santuario de la Caridad del Cobre en Santiago de Cuba
Es el lugar de peregrinación por excelencia de todas las hijas e hijos de Oshún, como parte del proceso sincrético con la Virgen de la Caridad del Cobre. Oshún es la diosa del Panteón Yoruba consagrada al amor que habita en los ríos, es coqueta y adora los colores cálidos, desde el amarillo hasta el dorado.
Ubicado en lo más alto del Cerro de Maboa, el santuario se halla aproximadamente a 30 km de la ciudad de Santiago de Cuba y es visitado diariamente por más de 500 devotos. Su construcción fue iniciada el 8 de septiembre de 1927, día consagrado a esa virgen.
La imagen de la Caridad, o «Cachita» como se le llama en Cuba, que se encuentra en el Cobre se alza en un altar móvil que gira sobre sí: hacia la iglesia cuando hay misa y el resto del tiempo hacia la pequeña sala hasta donde llegan los devotos.
Los creyentes dejan en la «Capilla de los Milagros», a modo de ofrenda, exvotos de gran significado personal, desde medallas olímpicas, uniformes, hasta joyas y ropa de bebé.
La Caridad del Cobre es también conocida como la virgen mambisa, pues acompañó a los cubanos insurgentes en los campamentos, durante las dos guerras por la independencia en el siglo XIX.
Todos los 8 de septiembre se celebra su día y el de Oshún. Desde la noche anterior se preparan los altares compuestos por velas y flores mientras se dedican tonadas con violines a la deidad yoruba.
Santuario Nacional de San Lázaro en La Habana
En el poblado del Rincón en Santiago de las Vegas, a 40 minutos del centro de La Habana, se dan cita todos los 17 de diciembre, los creyentes de San Lázaro.
El Lázaro, pobre y lleno de llagas, único personaje nombrado por Jesús en sus parábolas evangélicas, encontró gran acogida entre los enfermos de lepra y otras enfermedades de las extremidades inferiores.
Por eso el Santuario Nacional de San Lázaro, construido en el siglo XVIII junto al hospital donde reciben atención médica personas enfermas de lepra y otras patologías dérmicas, es lugar de peregrinaje sincrético de muchos cubanos de fe. San Lázaro sincretiza con Babalú Ayé, para los yorubas.
El Santuario, consagrado al popular santo, es lugar de reunión y devoción para miles de cubanos que se acercan al protector de los enfermos, para pagar promesas, pedir por salud o problemas legales.
La Iglesia de Regla
En el ultramarino pueblo de Regla, colindante a las aguas de la bahía, está la iglesia hoy Santuario Nacional de la Virgen de Regla. Desde 1818, se dan cita los hijos de Yemayá, deidad de los mares de la religión yoruba que es representada como la Virgen de Regla. Se estima que su culto se viene desarrollado en Cuba desde finales del siglo XVII.
Todos los 7 de septiembre los fieles atraviesan la bahía en la conocida lanchita, en La Habana Vieja, en un viaje de menos de 10 minutos.
La virgen morena, protectora de los marinos, es acompañada en esa fecha por miles de cubanos, ateos y creyentes, en una procesión hasta el mar donde se depositan ofrendas y se realizan ritos y oraciones por la prosperidad y la salud de los presentes.
Fiestas, procesiones y tradiciones
No solo esas celebraciones están asociadas a la religión en Cuba.
Por la tradición hispánica católica los cubanos asocian una deidad a la protección de cada villa. En el caso de Casablanca, una pequeño poblado en la Bahía de La Habana, todos los 16 de julio, se realiza una procesión por la calle Estrada Palma hasta la Base de Pesca, donde se realiza el saludo a la bahía y se celebra a la Virgen del Carmen, santa patrona de los casablanqueños. Esa fiesta se alarga desde las vísperas el día 15 hasta el día 17.
En las villas de Guanabacoa, o Baracoa en Guantánamo, ambas consagradas a la Virgen de la Asunción, todos los 15 de agosto se realizan procesiones por las calles. En el caso de Guanabacoa marcan el inicio de sus carnavales populares.
Las navidades en Cuba
Las navidades en Cuba junto con las fiestas por año nuevo son una fecha por excelencia, la familia se reúne y comparte un menú que ya es típico en todas las casas cubanas: carne de cerdo asada, arroz con frijoles negros y la yuca con mojo a base de ajo.
Las familias católicas en Cuba participan, en la iglesia más cercana, de la Misa del Gallo para celebrar el nacimiento del niño Jesús. Pero no solo los católicos celebran, los más apegados a la religión africana realizan fiestas para los niños, consagradas a Elegguá, donde se reparten dulces, confituras y se realizan juegos y toques de tambor.
El día de los Reyes Magos
El 6 de enero el tradicional Día de Reyes se convierte, por la herencia africana, en un día de celebración. Era costumbre desde los tiempos de la esclavitud que solo ese día los esclavos podían adorar libremente, y durante toda la jornada, a sus santos. Es así que en la actualidad los llamados cabildos irrumpen en las calles con música a golpe de tambores y otros instrumentos de percusión y se puede disfrutar del desfile de todo el Panteón Yoruba.
El cubano y su fe
Todo en Cuba es así, una gran fiesta, una celebración de la fe, de las costumbres de todos los pueblos que han logrado mezclarse y convivir en armonía. Debido a la influencia de varias culturas en la formación de la nacionalidad cubana, su fe es sincrética con múltiples manifestaciones y formas de expresión que día a día marcan los pasos de los cubanos.
