El Vedado habanero es dueño de una intensa vida cultural. Sus cines estrenan las películas del momento y se convierten en sedes del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano cada mes de diciembre. Sus teatros acogen a las compañías más importantes de Cuba y el mundo, convirtiéndose, algunos de ellos, en los escenarios donde se desarrolla parte del Festival Internacional de Ballet de La Habana.
Pero quienes se mueven por las calles del Vedado, ya sea mediante sus populares “almendrones”, ómnibus urbanos o simplemente desandando a pie sus céntricas avenidas, pueden acceder a numerosas opciones culturales recreativas.
Sus museos devienen guardianes de un patrimonio a la espera de ser descubierto por el público. Resaltan, entre ellos, el Museo Nacional de Artes Decorativas, el Napoleónico, el Memorial José Martí y el Antropológico Montané. Invitación para acercarse y disfrutarlos en la totalidad de su riqueza histórica.
Tras la ruta de los museos del Vedado
En diversos puntos de la geografía del Vedado, el visitante puede encontrarse con una parte inestimable de la historia universal, nacional, danzaria y hasta antropológica. Sin lugar a dudas, la propuesta de recorrido es una sugerencia para no desaprovechar e impregnarse de conocimientos en la capital de la Mayor de la Antillas a través de cuatro de sus museos.
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Museo Nacional de Artes Decorativas
Si camina por Paseo en dirección al Malecón, justo en la intersección con la calle 17, puede doblar a la derecha y proseguir hasta la esquina de la calle E. Allí una majestuosa residencia que tuvo como segunda dueña a María Luisa Gómez Mena, Condesa de Revilla de Camargo, se convirtió desde 1964 en el Museo Nacional de Artes Decorativas.
La llamativa mansión construida entre 1924 y 1927, se dice que pretendió ser, en sus inicios, la réplica de un palacio francés del siglo XVIII. No obstante, terminó siendo un ejemplo más de la arquitectura ecléctica, correspondiente a una época en que comenzaba a respirarse el aire esplendoroso del Vedado. El palacete diseñado por los arquitectos franceses P. Viard y M. Destugue, fue abandonado por la Condesa tras el triunfo de la Revolución Cubana en 1959.
El inmueble con toda su amplia colección de arte francés y oriental de los siglos XVIII y XIX, pasó a manos del estado cubano, convirtiéndose en uno de los museos más importantes de América.
El Museo Nacional de Artes Decorativas atesora piezas de gran valor artístico e histórico que ascienden a más de 33 000 en total. Muchas proceden de los reinados de Luis XV, Luis XVI y Napoleón III, pero destacan también, piezas orientales de los siglos XVI al XX. A ellas se les suman algunas pertenecientes al Conde de Jaruco.
Algunas piezas son únicas: los dos grandes cuadros del francés Hubert Robert, el secretaire que formó parte del mobiliario de la reina María Antonieta en el Palacio de Versalles, realizado por Henri Riesener, gran joya de la colección de los enseres del museo y las lámparas de Sabino del baño de la mansión.
El museo abre sus puertas de martes a sábado entre las 9:30 AM y las 4:30 PM, con servicio de guía especializado si lo desean los visitantes. Pero allí el público puede disfrutar también de espacios de música lírica, conferencias, tertulias y talleres sobre las artes decorativas.
Una vez concluida la visita, cruzando la calle, en dirección diagonal al museo, un excelente restaurante – bar, Olalá, conocido popularmente como «Sarao», le espera con refrescantes bebidas para disipar el calor del trópico.
Muy cerca se ubican las calles más céntricas del Vedado: Línea, 23, Paseo y Avenida de los Presidentes con interesantes opciones a disfrutar en esa moderna zona capitalina.
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Memorial José Martí
Estando en Paseo, puede caminar en dirección contraria al Malecón. Llegará, sin pérdida alguna, a la famosa Plaza de la Revolución José Martí, donde se encuentra la estatua más grande que se le ha erigido al Héroe Nacional cubano. Aproveche la ocasión para tomar vistas del histórico sitio que ha acogido a miles de cubanos en momentos emblemáticos de su devenir revolucionario.
En la base del obelisco, está el Memorial José Martí, que atesora documentos y objetos personales del más universal de los cubanos. Inaugurado por Fidel Castro Ruz el 27 de enero de 1996, actualmente funge como un centro histórico-cultural muy visitado por cubanos y foráneos.
Además de disfrutar del material existente en las salas expositivas, puede apreciar de la presentación de alguna actividad cultural en el teatro de la instalación. Aunque una recomendación muy buena sería ascender hasta el piso más alto de la torre del obelisco y recrearse con una vista panorámica de La Habana, desde el mirador más alto de nuestra «Ciudad Maravilla».
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Museo Napoleónico
Si está en la calle 23, degustando un rico helado en Coppelia o se encuentra hospedado en el Hotel Habana Libre Tryp o el Hotel Nacional de Cuba, no sería mala idea caminar por la Calle L hasta llegar a San Miguel, esquina a Ronda. Allí encontrará el Museo Napoleónico, resguardo de la más amplia y diversa colección de piezas de la época napoleónica existente en nuestros días.
El inmueble, de una exquisitita belleza, fue erigido al estilo florentino y se ubica próximo a la Universidad de La Habana. En él podrá contactar con esculturas, grabados, pinturas, equipamiento militar y artes decorativas, entre otros atractivos asociados a esta polémica figura.
Peñas culturales y visitas guiadas por especialistas, forman parte de este fabuloso museo que abre sus puertas de martes a sábado, de 9:30 AM a 5:00 PM y todos los domingos entre las 9:30 AM y 12:30 PM. Una opción para incrementar el acervo cultural, desde el Vedado habanero, con relación a Napoleón Bonaparte y la época que le tocó vivir.
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Museo Antropológico Montané
En los viajes turísticos es muy importante aprovechar el tiempo, así que si es amante de los museos, una vez que visite el Museo Napoleónico, solo tiene que cruzar la calle y llegarse hasta la Universidad de La Habana, específicamente al edificio Felipe Poey, para disfrutar de otra interesante propuesta museológica.
Se trata del Museo Antropológico Montané, denominado así como homenaje a Luis Montané, considerado el «Padre de la Antropología en Cuba». Desde 1903, año en que se fundó, la instalación expone piezas arqueológicas excepcionales de las culturas prehispánicas que poblaron Cuba, el Caribe y América.
Allí tendrá la oportunidad de admirar la pieza más antigua de la colección del museo. Se trata del «Ídolo de Bayamo», una figura antropozoomorfa, o sea, humana y animal, que el tallista aborigen esculpió sobre una piedra arenisca gris verdosa, con forma y contornos naturales.
El «Ídolo del Tabaco» es otro de los atractivos del lugar. Verá que se trata, de una figura tallada en un tronco de guayacán, de forma antropofitomorfa, que semeja, por su apariencia, a un habano.
El museo está rodeada por la belleza arquitectónica de la Universidad de La Habana, donde puede acceder a su Aula Magna, a la majestuosa estatua Alma Mater y a la famosa escalinata universitaria. No obstante, si decide visitarlo, no lo deje para el sábado y el domingo, pues solo abre al público de lunes a viernes de 9:00 AM a 12:00 M y de 1:00 PM a 4:00 PM.
Cuatro museos en el Vedado
Si visita el Vedado habanero, no pierda la oportunidad de adentrarse en las curiosidades de cuatro de sus museos más importantes. Allí las opciones van más allá de la mera observación. Aproxímese a ellos y sentirá que desde la capital de la Mayor de las Antillas, emprenderá un viaje imaginario al pasado.