Algunos comercios, pequeños pero llenos de encanto, nacidos en años recientes contribuyen a hacer más agradable y pintoresco el paseo de los visitantes locales y extranjeros por el Centro Histórico de La Habana Vieja, una ciudad que ya está por cumplir sus 500 años.
En ellos, el visitante puede encontrar desde una especie aromática para utilizar en sus comidas como un precioso arreglo floral. Pero para identificarlos, nada como saber el sitio exacto donde cada uno se encuentra.
Cinco tiendas para no olvidar en La Habana Vieja
En los últimos años han visto la luz algunas pequeñas tiendas en la calle Mercaderes, ubvarios negocios minoristas en la zona más antigua de la ciudad, específicamente en la calle Mercaderes, que como su nombre lo indica fue antaño centro de comercio local.
Es por eso que lo invitamos a conocerlos y a dejarse llevar por la fiesta de los sentidos que será, para usted, la visita a estos cinco exóticos establecimientos, enclavados en la parte más antigua de la ciudad.
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La tienda de juguetes Meñique
Meñique es un cuento muy querido por los cubanos en tanto fue traducido y versionado, del francés de Laboulaye, por José Martí. Fue publicado en La Edad de Oro, revista que el apóstol de la independencia de Cuba escribiera para los niños de América.
Meñique es, por tal motivo, el nombre de la tienda de muñecos enclavada en Mercaderes entre O´Reilly y Empedrado. Este hermoso y pequeño comercio cuenta con una peculiar decoración propia de un universo fantástico. Se puede sentir que se ha entrado en un país de hadas y duendes al subir los escalones de madera sujeto a la baranda de fibra vegetal.La tienda funciona también como una suerte de museo porque sus colecciones cambian todo el tiempo. Entre las más exitosas han estado las muñecas que evocan los años 20, con vestidos propios para bailar el Charleston, o un conjunto de Orichas, con santos de la religión yoruba como Yemayá, Elegguá u Oshún.
Allí se comercializan, además, inciensos, pulseras y colgantes realizados con piedras que atraen la suerte en relación con el signo zodiacal del portador. Los juguetes son artesanales y de colección, la mayoría realizados con cerámica biscuit de manufactura española. Obsequios ideales para agasajar a los hijos, sobrinos y, ¿por qué no?, al niño que cada quien lleva dentro.
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El templo de las especias Marco Polo
América fue descubierta gracias al empecinamiento de Cristóbal Colón, por cruzar el Océano, en su afán de encontrar una ruta para llegar a la India en busca de especias.
En el Centro Histórico de La Habana, muy cerca de la Casa de la India, también en Mercaderes entre Obispo y Obrapía se encuentra Marco Polo, un puesto para la venta de tales productos que habría maravillado hasta al propio Cristóbal Colón.
Los olores de las especias, que allí se venden a granel, resultan embriagadores. Por ello le aconsejamos que no se resista compre hierbas aromáticas para regalar, o simplemente para llevarlas consigo en su bolso, o bien dejarlas en su habitación, como otro de los recuerdos de esa Habana que siempre huele a mar y que además remite a la cocina de la abuela, cargada de fragancias.
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La florería Wagner de los enamorados
Rosas rojas, blancas y hasta azules, de los más improbables colores, crisantemos asiáticos, dalias, gladiolos, claveles, todo eso y más puede encontrar en Wagner, justo en Mercaderes entre Obispo y Obrapía. Muchas de las flores son importadas en tanto se cultivan en países fríos. Se pueden comprar de forma individual o bien en arreglos realizados por manos expertas. Resultan ideales como un regalo que expresa amor, aprecio o incluso gratitud, pues las flores tienen también su lenguaje. Acerca de este podrá aprender también en este comercio de donde sin dudas saldrá bajo fascinación por la gracia de la naturaleza.
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La Casa del Chocolate
Casi para terminar el recorrido le aconsejo visitar la Casa del Chocolate, ubicada en Mercaderes esquina Amargura. Pero no se deje impresionar por el nombre de la calle, el chocolate que allí se comercializa no es desagradable, sino delicioso.
Conseguirá beber una taza de esa reconfortante bebida, ya sea fría o caliente, en dependencia de las bondades del clima. Pero también podrá comprar complejas figuras de chocolate, con formas de ranas, aves, gatos, etc. Otra opción son los bombones artesanales realizados en la Llave del Golfo con el fruto del cacao que se cultiva en las regiones orientales, especialmente en Baracoa. Resulta ideal para regalos, pero también para satisfacer el paladar.
Este espacio es además un museo donde a través de carteles podrá conocer acerca de la historia de un producto oriundo de América: el xocolātl de los aztecas.
Otros atractivos en la calle Mercaderes
Si lo que se busca es el descanso le recomiendo el Hotel Ambos Mundos situado en la esquina con Obispo, primer hogar en Cuba del célebre escritor Ernest Hemingway.
Si prefiere enterarse de las novedades editoriales cubanas, comprar un mapa de La Habana, o postales alegóricas a la isla, podrá hacerlo en la librería sita en Mercaderes entre Obispo y Obrapía. Pero si desea refrescarse o degustar platillos locales o un snack, acérquese a la cafetería La Dominica, en la esquina a O´Reilly; o al restaurante la Torre de Marfil, entre Obispo y Obrapía, para aderezar su recorrido con una sabrosa comida hecha en Cuba.