Observación de aves al occidente de Cuba

Observación de aves al occidente de Cuba

Cada año, un elevado número de aves provenientes del Neártico, una de las ocho ecozonas que dividen la superficie de la Tierra, llegan a la Mayor de las Antillas para descansar y reponer sus energías, después de largas jornadas de vuelo, antes de continuar viaje hacia el sur. Otras se quedan hasta la llegada de la primavera.

Sin embargo, existe un gran endemismo ornitológico en la Perla del Caribe, lo cual resulta uno de sus mayores atractivos en lo que al ecoturismo concierne. Recordemos que Cuba se precia de poseer un clima subtropical, ecosistemas altamente conservados y gran biodiversidad, en tranquilos paisajes, sin grandes fieras o depredadores, razones por las que los observadores de aves la tienen en la lista de lugares ideales para esta actividad.

Espacios para la contemplación de aves en Cuba

Amante del ecoturismo usando binoculares

Hablemos entonces de algunos sitios altamente recomendados por los expertos entre La Habana y Pinar del Río. Estos parajes resultan idóneos para esa observación que busca, pero también para el descanso y la relajación tan necesaria en estos tiempos. Por eso se los propongo desde este blog.

La Serafina, El Contento y Las Delicias

Grupo de turistas amantes de la naturaleza recorre un sendero en el occidente de Cuba

Se trata de tres senderos de dificultad media – baja, localizados en el kilómetro 52 y medio de la autopista La Habana – Pinar del Río, específicamente en la zona de Las Terrazas, provincia Artemisa.

Tienen longitudes aproximadas de siete, nueve y tres kilómetros, respectivamente, y es posible recorrerlos en al menos tres horas. Se estima que en la zona conviven más de 100 especies de aves, desde carpinteros, tocororos y zorzales, hasta cartacubas, tomeguines, arrieros, pitirres y zunzunes.

Debe saber que de las más de 370 especies de aves que se avistan en Cuba, 26 habitan sólo en el archipiélago y no tienen subespecies o razas fuera de él. Pero de ello hablaremos en breve, no sin antes mencionarle otros atractivos de las caminatas por esta región de Bosque Tropical Siempreverde, entre montañas y ruinas de antiguos cafetales, que construyeron los franceses llegados de la Luisiana en el siglo XIX.

Además de observar aves endémicas y reconocer sus cantos, podrá acceder a miradores, desde donde se divisa la pintoresca Comunidad de Las Terrazas y su complejo turístico, que son parte de la Reserva de la Biosfera Sierra del Rosario, ubicada en el extremo Este de la Cordillera de Guaniguanico.

Los baños en las piscinas naturales del río San Juan, de formación escalada, aderezan el deleite. Aproveche la exuberancia del paisaje para lograr imágenes impresionantes.

Tantas bondades tiene la región que los mochileros aprovechan el lago y los alrededores de la comunidad para plantar sus tiendas de campaña y disfrutar del contacto directo con la naturaleza.

En las noches, se organizan jolgorios y la buena música cubana reina. Esta es la tierra del siempre recordado Polo Montañez, compositor e intérprete muy popular, cuya carrera fue corta, pero intensa, y está matizada por una historia de leyenda, que a todos cautiva por su naturaleza de «guajiro natural».

El Valle del San Juan

Turista aprovecha un descanso y toma fotos del entorno natural

Es un paradisíaco lugar, situado en la Península de Guanahacabibes, que se localiza en el municipio Sandino, en el extremo más occidental de la provincia Pinar del Río. Tiene una extensión de 1060 kilómetros cuadrados y por sus características especiales de gran importancia ambiental fue declarada en 1987 como Reserva de la Biosfera.

En el Parque Nacional Guanacahabibes, que posee casi 40 mil hectáreas, cada año se realiza el Festival de Aves Migratorias, organizado por especialistas del Parque y directivos y funcionarios del ministerio de Ciencia Tecnología y Medioambiente. La jornada cuenta con el apoyo de las autoridades del territorio y la participación de pobladores, estudiantes y maestros de las escuelas de las comunidades.

Se trata de un momento ideal para la realización de charlas educativas acerca de la migración de las aves, cómo y por qué se producen, la ruta que pasa por Cuba y las especies que migran sobre Guanahacabibes, haciendo énfasis en las rapaces, y en la educación ambiental en el occidente cubano.

A los visitantes foráneos interesados en la observación de aves se les suele recomendar un sendero que se encuentra en el Parque Nacional Guanahacabibes, conformado por dos reservas naturales: El Veral y Cabo Corrientes. Esta ruta se ubica en pleno corazón de un área altamente conservada, conocida como Vereda La Majagua.

En el trayecto de dos mil 500 metros de extensión se puede apreciar el bosque tropical, representados por la formación semidecidua con parches de siempre verde y franja cenagosa. Pero lo más importante en el tema que nos ocupa, el de las aves, es que la zona está considerada la de más abundancia de avifauna de cuantas se hayan documentado en la Península.

Cinco curiosidades de la observación de aves al occidente de Cuba

Nunca está demás conocer las características de los lugares que visitamos. En este caso, le expongo las cinco aves cubanas que hallará en sus recorridos. Esas que distinguen el paisaje cubano junto a las que escogen dicho destino, también para descansar.

  1. El Tocororo (el ave nacional cubana), posee los tres colores de la bandera cubana y se puede avistar en cualquier parte del país, aunque abunda por los bosques de la Isla de la Juventud y en la Sierra Maestra. Mide unos 28 centímetros y la envergadura de sus alas roza los 39. Suele reposar por largo tiempo con su pescuezo encogido, como extasiado ante el paisaje, y sólo abandona esa posición para procurarse alimentos. Esta ave trepadora no sobrevive en cautiverio.

    El Tocororo, ave nacional de Cuba

  2. El Sijú platanero, con 18 centímetros de longitud, es el menor de los búhos y lechuzas de las Antillas Mayores, pero no por ello deja de ser un hábil cazador. Es difícil de ver, pero se le escucha frecuentemente en los lugares donde habita por el sonido particular que emite. Tiene la peculiaridad de girar su cabeza completamente y como presenta dos manchas negras en la nuca, éstas dan la impresión de ser ojos también.

    Ave cubana en el occidente de la isla

  3. El Todus multicolor o Cartacuba, es una pequeñísima ave que se caracteriza por su belleza, rápido vuelo y sonido característico. Son confiadas y curiosas por lo que se les puede observar de cerca. Integran la lista de las aves que no admiten el cautiverio debido a que su alimentación resulta, exclusivamente, a base de insectos; de ahí que un encierro ocasionaría su muerte.

    Todus multiculor o Cartacuba

  4. El ruiseñor de Cuba, según los especialistas, es el más hábil de los pájaros cantores. Su canto, melodioso y de una destreza sin par, no se parece al del llamado ruiseñor europeo. Sólo puede encontrarse en la Sierra de los Órganos y la Sierra del Rosario, así como en la Sierra Maestra y el Macizo Sagua-Baracoa, en el oriente del país. No se descarta que pueda ser escuchado en zonas donde abunda la vegetación, sin llegar a ser boscosas.

  5. El zunzuncito, el ave más pequeña del mundo es considerado un hito de la ornitología mundial. Su nombre científico es Mellisuga helenae, apenas mide 5 centímetros del pico a la cola y no alcanza los dos gramos de peso. El macho es más pequeño y colorido que la hembra y es más probable confundirlo con una abeja que con otra ave.

    Zunzún cubano

Tras el rastro de las aves

Observación de aves al occidente de Cuba

Aunque las migratorias suelen ser las de objeto de mayor contemplación, las aves nacionales atrapan por su gracia, colorido y notoriedad. Es, entonces, la contemplación de ambas una singular combinación que puede proponerse al planificar un viaje a Cuba. Otra particularidad que refuerza la idea de que vale la pena la observación de aves al occidente de Cuba.

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