Personajes de la Habana Vieja

Personajes de la Habana Vieja

A lo largo de la historia de la cultura de Cuba es posible encontrar innumerables ejemplos de artistas que de manera individual se dedican a la representación en la vía pública, ya sea en medio de una calle o en el rincón de una plaza.

Hoy en las calles de La Habana Vieja esta tradición se mantiene viva convirtiéndola en un emplazamiento pintoresco y vivaz. Veamos algunos de los más recurrentes encontrados en nuestro deambular por la ciudad.

¡Curiosos personajes de La Habana, no deje de tomarse una foto con ellos!

  • Simpáticos perros que ladran y no muerden

    Puede llamar su atención un hombre que transita por las calles de La Habana Vieja acompañado de sus perros que, popularmente en Cuba, se identifican como de raza «salchicha».

    El hombre que hoy le sugerimos apreciar es sin dudas un cazurro, actores ambulantes que utilizaban títeres y animales amaestrados, aunque no estamos usando el término en un sentido peyorativo, sino como mera referencia al arte que ejerce con sus animales amaestrados.

    En una bicicleta autodenominada «Cocoperro», en alusión a los contemporáneos Cocotaxis, y, consecuentemente adornada, hace su recorrido por las calles del centro histórico habanero, deteniéndose en una u otra esquina para presentar a sus mascotas que llevan gorras de visera, espejuelos oscuros y relojes en las patas.

    En el número que protagonizan los perritos, ellos saludan al público, parecen cantar ópera, e incluso sostienen, ante el asombro general, interesantísimas charlas telefónicas en forma de ladridos.

    Aunque su dueño pide alguna que otra propina, a cambio de tomarse una fotografía con los animalitos, resulta simpático llevar consigo una inusual imagen para mostrar al regreso de su viaje.

  • Las estatuas vivientes, bonito souvenir fotográfico para llevar a casa

    Perviven en La Habana formas de apropiarse del espacio urbano propias del mundo del teatro. Tal es el caso de las estatuas vivientes, que se relacionan con los transeúntes a partir de la exploración del silencio y la inmovilidad.

    Turista conversa con estatua viviente en la Plaza de San Francisco de Asis, justo al lado de la estatua de Chopin

    El actor-estatua utiliza su cuerpo, un vestuario espectacular, y un maquillaje corporal muy adhesivo y llamativo. Se suele parar en solitario en una esquina a relacionarse con los espectadores, sin contar con el apoyo de una despampanante visualidad, o de la música en vivo. Por momentos, al cambiar de una posición a otra improvisa situaciones que le permiten interactuar con aquellos que los observan, o se les acercan para tomarse una foto.

    Grupo de teatro callejero, Giganteria, actua por las calles de La Habana camino a la Plaza de Armas

    Muchos de los artistas que realizan estatuas pertenecen a un grupo de teatro llamado «Gigantería», que desde el año 2000, con el apoyo de la Oficina del Historiador de la Ciudad, trabaja en el centro histórico, donde además asume pasacalles y obras de teatro.

    Habanera admira estatua humana en las calles de la Habana Vieja

    Entre la galería de estatuas que podrá encontrar se encuentran piratas, la muerte, un hada, la mujer flor, entre otras muchas figuras que varían y se renuevan de un día a otro. Este es un interesante espectáculo.

  • Por las calles de La Habana floristas, cartománticas y «dandies» criollos

    También es posible hallar, ya sea al bajar por la calle Obispo rumbo a la Plaza de Armas, o bien en la cercanía de la Catedral habanera, personajes diversos. Probablemente identifique a hombres que por su forma de vestir; traje de miliciano, boina y barba; recuerdan en cierta medida el carácter de los guerrilleros.

    Cartománticas lee las cartas y predice el futuro a viajera en la Plaza de la Catedral de La Habana

    Notará que hay mujeres floristas o vendedoras de frutas, vestidas con trajes que de cierto modo inmortalizan a las mulatas del siglo XIX y que fueran retratadas por el grabador español Víctor Patricio Landaluze. Otras representan a matronas negras, de carnes robustas, ceñidas en ropas propias de centurias pasadas y que tiran las cartas, o los caracoles, para adivinarle a los que lo deseen, la buenaventura.

    Deambula también el «Charlot» de Charles Chaplin; señores de edad madura con trajes que rememoran a Beny Moré y fuman larguísimos y viriles tabacos o cubanos vestidos con sombrero jipijapa, saco, pajarita y bastón según la moda usada entre 1910 y 1940.

    Dandy vestido de guerrillero posa con enorme tabaco para los turistas en La Habana Vieja

    Aquellos que asumen estos personajes que hoy pueblan La Habana realizan sus presentaciones a cielo abierto y están conscientes de que el espacio en el que se desempeñan, es de los transeúntes. Muchos coinciden en señalar que tienen inclinaciones hacia la actuación. Algunos no llegan a considerarse, actores ni teatristas, mientras que otros sí lo hacen.

    La florista, la vendedora de frutas, el guerrillero, la adivinadora santera, son arquetipos, que forman parte del universo de referencias con que se suele asociar a la nación cubana.

    Actriz posa para foto de turistas con tabaco calso hecho de madera

    Justamente estos personajes que hoy decoran La Habana Vieja, fundamentalmente, exponen, a través del uso de disfraces, lo entendido como “cubanidad”. La imagen que promueven de Cuba, y de quienes la habitan, ha quedado ya registrada en fotografías, postales que circulan por el mundo entero, e incluso en portadas de revistas internacionales.

    Los personajes que hoy “habitan” el centro histórico tienden a exaltar un aspecto pictórico de la esencia de “lo cubano” y resultan de un singular e innegable atractivo turístico por su carácter costumbrista.

    Todos ellos buscan en cierto modo revivir, traer al hoy tradiciones, y modos de ser y hacer, de antaño y responden a un proyecto de la Oficina del Historiador de la Ciudad desarrollado en tal sentido.

    Habanera vestida como mulata esclava o liberta del siglo XIX camina frente al Templete en la Plaza de Armas de La Habana Vieja

    Muchos aceptan la contribución monetaria de los transeúntes a cambio de mostrar su arte.

Fotogénicos personajes en las calles habaneras

La Giganteria Ambulante de la La Habana Vieja desfila por la calle Tacon

Es innegable que las distintas figuras que hoy tendrá oportunidad de encontrar en las calles, consiguen atraer la mirada y la atención de más de uno; ya sea porque reviven a personajes que existieron en otro momento de los que se conoce solo por la historia, o bien porque con su imagen hacen más pintoresco el entorno. Lo cierto es que contribuyen a que La Habana Vieja resulte un espacio más festivo y alegre para el disfrute de todos.

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