Proyectos culturales en La Habana

Proyectos culturales en La Habana

Lo novedoso

En diversos puntos de la capital habanera, tres programas hacen del arte una motivación extraordinaria para enseñar, recrear y comunicar aspectos de la cultura nacional. Son proyectos culturales que han incidido favorablemente en la comunidad donde se enclavan. Han dejado, y dejan, un saldo espiritual positivo e inmenso para cada uno de sus habitantes. Visitarlos y apreciar en toda su dimensión las maneras en que el arte cubano se expresa hace de esta propuesta una manera diferente de conocer la riqueza cultural cubana.

Muraleando

Proyecto Cultural y Comunitario Muraleando, Lawton, Diez de Octubre, Habana

La confección de un mural marcó la pauta para la arrancada de este singular proyecto comunitario en el barrio de Lawton, Diez de Octubre. La originalidad del mismo nació en el 2001 gracias al artista Manuel Díaz Baldrich quien estuvo interesado en modificar el aspecto del lugar donde vivía.

Proyecto Cultural y Comunitario Muraleando, Lawton, Diez de Octubre, Habana

Pronto la imaginación y el talento se convirtieron en trazos, técnicas, composiciones que estimularon la participación de la localidad en las más disímiles creaciones. Primero los muros: grandes paredes abandonadas al azar abrigaron grafitis, ideas y la manera de representar un mundo. Las calles cambiaron, las fachadas de las casas, las esquinas, postes del alumbrado público, hasta la gente terminó sintiéndose artista y protagonista de una interesante manera de expresión.

Hoy ha crecido el proyecto y lo conforman talleres de pintura, danza, teatro, entre otras manifestaciones que atrajeron la mirada de las instituciones culturales, intelectuales y artistas que visitan La Habana. Los niños constituyen el principal objetivo a la hora de educar. Acercarlos a técnicas pictóricas, el trabajo con materiales reciclables, el aprovechamiento de los recursos más insospechados y menos tradicionales ha ido modificando el discurso para este sencillo lugar que crece hacia dimensiones plásticas inigualables.

Proyecto Cultural y Comunitario Muraleando, Lawton, Diez de Octubre, Habana

Ubicado en un sitio donde las elevaciones descubren nuevas formas de mirar, hay una galería bajo el cielo habanero, espacio para obras, monumentos y deferencias culturales que retoman lo mejor de la tradición cultural cubana. Un paraíso para fotografiar localizado en uno de los barrios más atractivos y populosos de la capital cubana.

Callejón de los Peluqueros

Callejón de los Peluqueros, Habana Vieja

Este es un proyecto temático. Comenzó siendo una ilusión por mostrar las más variadas tendencias en cuanto a cortes y peinados. Un peluquero recién graduado sintió el deseo de contribuir con un modesto barrio habanero donde la humildad y la sencillez de su gente no dejaban tiempo para estéticas asociadas a la belleza. En la calle Aguiar, entre Peña Pobre y Avenida de las Misiones, justo en la Habana Vieja, comenzó en 1999 Artecorte.

Callejón de los Peluqueros, Habana Vieja

Entre las paredes de la vivienda del estilista Gilberto Valladares «Papito» nació la idea y echó andar. Su interés por el mundo de las tijeras, las butacas y la cosmética le hizo recopilar objetos que describían ese mundo y así fue creciendo su colección, más allá del instrumental utilizado para dar las más caprichosas formas al pelo. El Callejón de los Peluqueros hoy reúne importantes detalles que muestran la evolución de esta especialidad en Cuba.

Con el apoyo de la Oficina del Historiador de La Habana aparece el lugar donde pronto visitantes e interesados apreciarían su afán de conservación aglutinado en el Museo de los Peluqueros. Más adelante, la idea de que todos puedan lucir hermosos cortes y modernos peinados. Tiempo después, una escuela propia donde gratuitamente se enseñan tendencias, tratamientos y formas de tratar el cabello, tanto para barberos como para peluqueros. El objetivo, los jóvenes del área a quienes se les motiva por el tema, pero también por la historia del lugar, el barrio y la ciudad. La calle que acoge el proyecto es un lugar increíble. Está lo novedoso, la renovación y la modernidad dentro de la zona colonial.

Callejón de los Peluqueros, Habana Vieja

Ha crecido con énfasis en programas de atención a niños y ancianos, así como creación de grupos culturales. Sitios de expo – ventas de obras de arte, cafeterías y un sugestivo y curioso restaurante llamado El Fígaro, ofrecen delicias de la comida nacional e internacional prestos a complementar un hermoso paseo. Para los más pequeños un Barbeparque o parque infantil donde objetos en forma de instrumentos de barbería entretienen mientras un simple pelado cambia su aspecto. Y para los más atrevidos un recuerdo en forma de peinado o corte de pelo que el salón le regalará para exhibir mientras recorre las calles de una Habana dispuesta a atraparlo y sorprenderle.

Callejón de Hamel

Callejón de Hamel, Centro Habana

Lugar de rumbas, orishas, refranes y sabiduría popular. Es un espacio donde el misticismo, lo sugestivo y lo simbólico se fusionan para devolver un amasijo de saberes que se cocinaron en uno: lo cubano. Barrio de Cayo Hueso, Centro Habana; un rincón, una media calle atrapada entre lo viejo de la ciudad y la modernidad abocada del Vedado. Allí se va a bailar, a conocer sobre religión afrocubana, pero también de arte, de música, sobre los cubanos y su forma de pensar. Es una oportunidad única, intensa, sobre todo los fines de semanas cuando bailadores, músicos y amantes de esta zona de la cultura se reúnen para intercambiar y disfrutar momentos gloriosos.

Callejón de Hamel, Centro Habana

Esta idea es fruto del escultor y muralista cubano Salvador González Escalona celoso conservador y difusor de la amplia herencia cultural que los negros esclavos trajeron consigo desde África. Surge en 1990 a partir de la decoración con grafitis de las modestas viviendas allí localizadas. Pronto aparecen esculturas, instalaciones, intervenciones que accionan sobre el entorno y su gente, condicionan sus formas de pensamiento, regula sus formas de apreciar y relacionarse entre sí; de crecer y hacer crecer la cultura que se muestra a cuanto visitante está dispuesto a interactuar con ellos.

Proyectos culturales en La Habana

En esa relación se mantiene vivo este espacio, rico en formas, propuestas, diseños, expresiones. Ente viviente que hace disparar ininterrumpidamente cualquier obturador fotográfico para apresar momentos culturales diversos. Hay que llegar hasta allí, comprobar, bailar, hacer ofrendas religiosas; cosa sencilla, pero sincera que mucho agradecen sus moradores porque es la forma en que todos se aceptan en franco diálogo y respeto por lo diverso.

Porque son parte de esa gran cultura

Son auténticos, pero también novedosos y especiales. Los tres hablan del ingenio y el talento de cubanos y artistas que juntos se proponen cuidar de su entorno, de su cultura y formas de expresión. Un recorrido que le hará disfrutar, de una forma peculiar, la multiplicidad de aspectos culturales que engrandecen una zona, comunidad o barrio. proyectos culturales en La Habana que atrapan por su encanto, sencillez y amor al arte.

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