¿Cuál fue el lugar de Cuba recomendado en 2016 por The New York Times como uno de los sitios a visitar? El Valle de Viñales, en Pinar del Río. ¿Qué paisaje de la isla incluyó Business Insider en su lista de destinos para 2018? Viñales, otra vez. Está claro, no debe perdérselo si quiere constatar la excepcional riqueza natural de la Mayor de las Antillas.
El bucólico territorio del occidente cubano es una de las áreas para ecoturismo más importantes del país: hay ríos, cavernas, rutas de escaladas, espectaculares vistas para los fotógrafos…
Viñales fue declarado Patrimonio Natural, por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 1999. Allí permanece un «fósil viviente» de 150 millones de años: «la palma corcho». También hay moluscos como la Zachrysiaguanensis, y 25 especies endémicas de la flora.
Tres valles dentro de Viñales
Pero ese lugar es uno y muchos a la vez. En su interior, escoltados por los increíbles mogotes, montañas de roca caliza que el poeta Federico García Lorca describiera como «elefantes dormidos», surgieron valles distintos por sus características geográficas y que hoy ofrecen atracciones turísticas disimiles. Le invito a un recorrido por tres de los más singulares.
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Dos Hermanas, hospedaje «en la prehistoria»
A cinco kilómetros del pueblo de Viñales surgió un acantilado en la roca, labrado pacientemente por el río Palmarito. Allí, entre dos elevaciones conocidas como Mogotes de las Dos Hermanas, se encuentra el pequeño valle homónimo.
Es una de las vistas más conocidas del área. Se puede llegar hasta allí en bicicletas alquiladas a los habitantes del pueblo por unos 5 CUC (equivalente al dólar). Sin embargo, para estar más cerca del entorno natural (¡no te pierdas sus amaneceres y atardeceres!) puede reservar hospedaje en el Campismo Popular Dos Hermanas.
Es un complejo de cabañas de alquiler que cuenta con restaurante y piscina. No es de muy alto estándar, pero su precio económico y el increíble entorno del valle compensan todo. Allí mismo podrá informarse y contratar guías para senderismo, buceo, observación de aves, cabalgatas y camping.
Al oeste y visible desde el campismo, se ubica el Mural de la Prehistoria, una de las pinturas al aire libre más grandes del Caribe. Es un recorrido visual por los orígenes de la humanidad, realizado en la ladera del mogote Pita, por el cartógrafo y científico cubano Leovigildo González, con estilo semejante a las antiguas pinturas rupestres. Puede acercarse y casi tocarlo, pagando una entrada de 3 CUC.
La roca del mogote fue lavada y se le hicieron drenajes para evitar la erosión provocada por la lluvia. A lo largo de sus 160 metros vemos aborígenes Guanahatabeyes, animales gigantescos y moluscos. Retocar el mural lleva cinco años, porque… ¡lo hacen con pincel!
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Palmarito, el valle de la gran cueva
En Viñales hay algunas de las mejores cavernas naturales que puedes encontrar en el país. Para acceder a ellas hay guías turísticos profesionales, pero también los propios habitantes del lugar pueden contratarse para la exploración.
Se dice que la Cueva de Palmarito, ubicada en el valle homónimo, es la mayor gruta bajo tierra de Cuba, un lugar para descubrir, y disfrutar de su piscina subterránea. Por su lejanía está menos concurrida que otras cavernas, como la Cueva del Indio. Para mí es un punto a su favor.
¿Cómo llegar? Frente a la iglesia, del pueblo hay una oficina de turismo donde puedes alquilar motos pequeñas para explorar la zona. Su precio es de 30 CUC por día. Es más barato alquilarlas en el restaurante Don Tomás, por 25 CUC, pero anota ambas opciones porque cada vez hay más turistas y son pocos vehículos.
La visita debes hacerla con guía, porque es una cueva húmeda y oscura. No olvides llevar buen calzado y ropa cómoda. Este es un oasis de frescor en el caluroso valle, perfecto para admirarse con las caprichosas formas labradas en el interior de la tierra, por el agua y el tiempo.
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Refrescar en el Valle del Infierno, hogar de los Acuáticos
No hay contradicción en lo que acabo de decir. En Viñales hay un valle donde además de calmar la sed y ayudar a mitigar el calor, el agua abundante tiene grandes poderes curativos. Eso dicen los «Acuáticos», una cada vez más pequeña comunidad de campesinos cuya fe los hace reverenciar al líquido vital.
Hay que enrumbar hacia el Valle del Infierno, a la vera de la sierra homónima, para comprobar que allí no solo hay maravillas naturales. Los guías para la travesía abundan en Viñales. Aunque el valle y sus mogotes son hermosísimos y muy fotografiables, el interés principal de quienes la visitan es conocer a estas peculiares familias, aisladas por voluntad propia desde hace más de medio siglo.
Desde los años 30 del siglo XX se inició esta comunidad, tras una revelación divina de Antoñica Izquierdo, quien logró salvar de una enfermedad pulmonar a uno de sus hijos, sumergiéndolo en un manantial de la zona.
La casa de la legendaria señora se convirtió en destino de peregrinos y enfermos, lo que le acarreó también decenas de seguidores que fundaron la comunidad de los Acuáticos. Por el valle y en las laderas de sus mogotes se distribuyen las típicas casitas campesinas de estas personas afables, que generalmente reciben a todo los curiosos que llegan.
Varios de ellos, como Antonio Rodríguez, cultivan sus propios alimentos, además de criar animales de granja. Conocerlo es dar con un típico campesino cubano, en su caso descontaminado de las «cosas de la modernidad». Para tener una vida sana, según su creencia, deben darse baños impares diariamente, aplicarse paños húmedos en las heridas y los golpes, y beber abundante agua de los cristalinos manantiales de la zona.
En la cima de un mogote hay un mirador y un pequeño bar de jugos y limonadas, donde Félix Chávez atiende solícito a todo el que se atreve a subir. El esfuerzo es recompensado con el paisaje del Valle del Infierno, lleno de matices de verde y salpicado por la tierra rojiza de algunas plantaciones. Prepare la cámara, es un lujo la vista…
Recorrer el interior del Valle de Viñales
La naturaleza fue generosa con Viñales, que hace millones de años estuvo bajo el mar Caribe y hoy recibe a miles de viajeros de todo el mundo. Recorrerlo es encontrar increíbles sitios para el senderismo, dominados por una naturaleza exuberante, fauna peculiar y personas curiosísimas.
Viñales lo tiene todo: vegas de tabaco, frutas naturales, grandes cavernas, impresionantes elevaciones. Es un paraíso, no se puede describir de otra forma.