Bus turístico de La Habana

Bus turístico de La Habana

Un domingo reciente, en este remedo de otoño cubano, mi novio y yo decidimos salir de excursión por la ciudad. Para este tipo de excursión lo mejor sin dudas es tomar el Bus turístico de La Habana. Sus ventajas son evidentes: dos rutas dentro de la capital en modo hop on/hop off, más de 60 paradas en los sitios céntricos e interesantes, paradas bien señalizadas y la posibilidad de utilizar el mismo boleto durante todo el día (9:00 am – 7:00 pm).

Bus turístico de la Habana

El precio es innegablemente barato en comparación con otros medios de transporte, tan solo 10.00 CUC válido por casi todo un día con recorridos permanentes y horarios bastante puntuales teniendo en cuenta que en esta isla la puntualidad no es una cualidad muy frecuente. A todo esto súmesele unas vistas extraordinarias y ya no dudará en escoger esta opción.

Punto de partida

Hotel Habana Libre Tryp, Calle 23 y L, Vedado

Nuestra parada más cercana estaba frente al Hotel Habana Libre en una de las esquinas más concurridas del barrio del Vedado. Quisimos jugar un poco con el azar y tomamos el primer bus sin rumbo fijo en plan sorpresa. Usted puede hacer lo mismo o quizás informarse un poco y tomar la ruta más conveniente para el recorrido que le interese hacer pero les recuerdo que esta es la descripción de mi excursión y solo estoy narrando los hechos como sucedieron. Las particularidades de este autobús te permite hacer las rutas en diferente sentido y así poder apreciar los paisajes desde distintas perspectivas.

Hacia el Parque Central nos fuimos mientras nos dejábamos encandilar por el azul del mar que empezando desde La Rampa nos recibía con los brazos abiertos. Todo Malecón y el Paseo del Prado con el Capitolio al fondo pidiendo a gritos plasmarse en una foto. Aprovechamos para visitar el Gran Teatro Alicia Alonso, comprar unas entradas para un espectáculo de ballet, mirar las obras de restauración del Capitolio Nacional y admirarnos con la transformación de lo que antiguamente fuese la Manzana de Gómez y hoy es el bello y lujoso hotel Manzana Kempinski.

Unas cuantas fotos y nuevamente tomamos el bus, esta vez ya teníamos claro hacia dónde íbamos.

Hacia el oeste pasando por la Plaza

Plaza de la Revolucion Jose Marti

Agarramos la ruta hacia el oeste pues es uno de los lugares más bonitos de la ciudad si bien no tan turístico como La Habana Vieja. Sin embargo una parada se hacía obligatoria, la Plaza de la Revolución nos esperaba con toda su monumentalidad. Pleno mediodía y todo el sol del trópico alumbrando cada rincón de esta histórica plaza y los edificios que la rodean.

Ideal para hacer fotos en este horario en el que a causa del sol pocas personas la visitan. Subir hasta el mirador de la torre del memorial a José Martí que se halla en la plaza es una recomendación a no pasar por alto. Claro, cualquier día que no sea domingo pues está cerrado. Después de todas las fotos necesarias ahora sí, seguimos rumbo oeste tomando la Avenida Paseo y luego la popular Calle 23.

Entrada Principal (Norte) del Cementerio de Colon

Si bien nosotros no nos bajamos en ningún punto específico en esta ruta pues nos interesaba más ver los paisajes, sugiero visitar el Cementerio de Colón con su majestuosa colección de arte fúnebre y el Acuario Nacional con sus espectáculos de leones marinos y delfines ideales si va acompañados de pequeños.

Tomando por algunas de las avenidas más importantes de la ciudad y por barrios de hermosas casonas y jardines llegamos al final del recorrido cerca del complejo turístico La Cecilia y el parque de diversiones La Isla del Coco. De ahí enfilamos el regreso otra vez hacia la ciudad vieja donde ya habíamos planeado almorzar.

Avenida del Puerto y el destino final

Avenida del Puerto, La Habana Vieja

Aunque nosotros habíamos decidido comer en La Habana Vieja no puedo dejar de recomendarles una parada del autobús en las calles 1ra y Paseo donde pueden encontrar cercanos a los hoteles Riviera y Meliá Cohíba los restaurantes «Habana Mía 7» y «Atelier», dos sitios de cocina de autor entre los más populares de la ciudad.

Plaza Vieja, La Habana Vieja

Siguiendo en paralelo al mar enrumbamos por la Avenida del Puerto hasta llegar a la Plaza de San Francisco donde un crucero gigante nos saludaba desde el muelle vecino. Atravesando callejuelas embocamos la Plaza Vieja que a esas horas de la tarde, cerca de las 3:00 pm bullía de movimiento y andares de gente buscando un sitio donde guarecerse del sol, el calor y quizás donde saciar el apetito o la sed.

Como deseábamos algo ligero fuimos hasta la «Crepería Oasis Nelva» cita en Muralla entre Habana y Compostela. El ambiente sosegado, sencillo y lleno de verdor nos encantó y más todavía cuando saboreamos los deliciosos crepes, tanto dulces como salados, hechos con ingredientes frescos y ecológicos. Este es uno de los escasos sitios de la ciudad en el que los vegetarianos no tendrán que romperse la cabeza ante un menú. No puedo dejar de mencionar las espectaculares limonadas frapeadas con hierbas aromáticas como albahaca o yerbabuena.

Vista de la Bahia de La Habana desde la Alameda de Paula

Al salir cursamos nuestro destino hacia la Alameda de Paula para adentrarnos en el paseo flotante sobre la bahía para obtener unas hermosas fotografías mientras éramos mecidos por el vaivén del mar. Cerca de las 6:00 pm abordamos el bus en lo que sería nuestro último viaje del día. De nuevo en el punto de partida en el Habana Libre, dijimos adiós al autobús quien cual «Rocinante» con ruedas y doble piso tan amablemente nos llevó por la ciudad, haciéndonos pasar una jornada de aventuras memorables.

Cerrando con broche de oro

Calle Quinta Avenida, vista desde el Bus turistico

Les confieso que aun cuando he transitado por las calles habaneras en múltiples ocasiones hacerlo desde el segundo piso del Tour Bus cambia la perspectiva de las vistas y te hace desear una foto de cada metro cuadrado de la ciudad. El cierre del día fue totalmente positivo, nos alegramos lo indecible por nuestra acertada decisión de tomar el City Tour Bus en nuestra expedición de domingo, increíbles fotos y los mejores recuerdos son testigo de ello.

Aun cuando la hicimos en pareja este tipo de excursión también puede ser muy entretenida ya sea se haga en familia o en solitario pues siempre es posible socializar con los numerosos usuarios de este bus.

No quiero terminar sin aconsejarles algunas cositas. Es necesario llevar ropa adecuada y agua para soportar mejor el sol y el calor, inobjetable el uso de crema protectora y algún dispositivo para cubrirse cabeza y rostro, preferiblemente sombrero y gafas.

El segundo piso del bus turístico de La Habana sin dudas es la mejor opción para disfrutar el panorama, eso sí demanda más protección solar. Para cerrar les puntualizo que aunque el horario termina a las 7:00 pm, el recorrido final comienza 30 minutos antes por lo que deben estar atentos si quieren esperar hasta última hora.

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