Si la gastronomía cubana goza de gran popularidad a nivel internacional, la coctelería no se queda atrás. Tragos cubanos, con más de un siglo de existencia, cautivan a viajeros de todo el mundo.
Tan es así que no es nada extraño encontrarse en los más insospechados parajes del orbe, a quienes prefieren darse unos traguitos de los famosos Mojito y Daiquirí cubanos.
El Floridita y La Bodeguita del Medio, en La Habana, devienen los mejores sitios para cubrir el paladar con el sabor inconfundible de esas reconocidas bebidas. Escenarios dispuestos a ser descubiertos en una añeja ciudad que ya se acerca a sus primeros 500 años.
El mejor cóctel para el verano
Muchos lo reconocen como “el mejor cóctel para el verano”, y es cierto, pues logra apaciguar, con gran efectividad, el calor que se siente en el Trópico. No por gusto surgió en la Perla del Caribe, específicamente en la oriental Santiago de Cuba, la segunda provincia más importante de esa isla.
Cuentan que su génesis se vincula a una mina de hierro llamada Daiquirí, cercana a la mencionada ciudad. Los trabajadores del lugar utilizaban el preparado para ”refrescar”, pero no lo habían bautizado con ningún nombre hasta 1900.
En ese entonces, fue el ingeniero jefe norteamericano, Jennings S. Cox, quien lo tituló Daiquirí, en honor al sitio donde fue creado. Sin embargo, su popularidad se debe al catalán Constantino Ribalaigua Vert, quien para 1914 empieza a trabajar en el bar restaurante El Floridita, de La Habana Vieja, convirtiéndose después en su dueño e instaurando dicha bebida, entre las ofertas del lugar.
Pero, su internacionalización tiene que ver con lo fácil que se prepara y se consiguen sus ingredientes. A ello se le suma, que fue el trago preferido por el escritor norteamericano Ernest Hemingway, quien lo popularizó hasta nuestros días.
¿Cómo preparar el Daiquirí?
Como ya sabe, sus ingredientes son fáciles de conseguir. Solo tiene que tener a la mano azúcar blanca (1 cucharadita), jugo de limón o lima (7.5 ml), ron blanco (45 ml) y hielo. En el caso del Daiquirí Floridita se le adiciona marrasquino (5 gotas) que le aporta un toque especial.
Resultado de una elaboración sencilla, el Daiquirí constituye fundamentalmente un cóctel de aperitivo. Una vez vertidos sus ingredientes en una coctelera con bastante hielo, esta se agita y se licua para homogenizar la mezcla y hacer posible que el hielo se escarche. No obstante, hay quienes prefieren usar una licuadora, obteniendo gran éxito en su preparación.
La refrescante bebida se sirve en una copa de tipo Martini, la cual es decorada con una rodaja de limón. De esta forma estará listo para contagiar con su exquisito sabor a quienes se sumergen en el eterno verano de Cuba.
El Floridita, la mejor elección
Aunque en La Habana no son pocos los lugares donde consumir Daiquirí, no caben dudas, que la mejor elección está en El Floridita. Y es que su principal atracción, desde hace muchas décadas, se concentra en esa bebida; el coctel a base de ron más ordenado en los bares alrededor de todo el mundo.
Llegar a este emblemático bar restaurante es muy sencillo, pues se ubica justo en el inicio del muy conocido boulevard de Obispo, en La Habana Vieja.
Próximo al edificio de Arte Universal del Museo Nacional de Bellas Artes, al Hotel Gran Manzana – Kempinskiy a la Plazuela de Albear, El Floridita es recordado como el sitio elegido por Ernest Hemingway, para pasar gran parte de su tiempo en La Habana.
Fue el famoso Premio Nobel de Literatura quien bautizó a este lugar, creado desde 1817, como «La cuna del Daiquirí». Y es innegable que su figura, es otro de los atractivos de El Floridita.
Una vez dentro, sentirá que ha regresado en el tiempo, específicamente, a los años del siglo XX en que el escritor norteamericano lo frecuentaba. Como si estuviera esperándole, recostado en la barra, le sorprenderá una estatua del literato en tamaño real, fungida en bronce.
Dicha escultura es elegida por los turistas para recoger, a través del lente de sus cámaras y celulares, la visita a tan afamado sitio. Ese donde su cóctel líder, enamora con su sabor a los cientos de visitantes que día a día irrumpen en tan mágico escenario.
El Mojito, coctel nacional de Cuba
Aunque no son pocos los que asocian el consumo del Mojito a las mujeres, lo cierto es que los hombres gustan mucho de ese coctel. Cuentan que inicialmente se llamó “Draque”, en alusión al famoso corsario inglés, Francis Drake, quien entre los siglos XVI y XVII, sembró el pánico en el Caribe.
Y es que dicho personaje en sus intentos por rebajar el ardor provocado por el ron, le añadió un poco de hierbas, agua y azúcar. Como resultado se obtuvo una bebida, que posteriormente adoptó el nombre de Mojito.
Fue en el bar La Bodeguita del Medio, en pleno Centro Histórico habanero, que el trago alcanzó verdadera popularidad, allá por la década de los cuarenta del pasado siglo. Según se comenta, fue Ernest Hemingway, quien tuvo mucho que ver con ese suceso. Así lo demuestra su conocida frase: “Mi Mojito en La Bodeguita, mi Daiquiri en El Floridita”.
Fácil de preparar
Si de algo puede estar seguro es que no se requieren habilidades especiales para preparar el Mojito. Sus ingredientes, también son fáciles de conseguir: Azúcar blanca (1 cucharadita), Zumo de limón (7, 5 ml), Ron blanco (45 ml), Agua carbonatada (150 ml), Hierbabuena (1 ramita) y hielo en cubitos.
Como instrucciones debe tener en cuenta verter el azúcar y el zumo de limón en un vaso highball, logrando una buena disolución. Posteriormente se procede a macerar la hierbabuena en el vaso, añadir el ron blanco y el hielo en cubitos. Se completa con agua carbonatada, a la vez que se adorna con una rama de hierbabuena.
Un saltico hasta La Bodeguita del Medio
Tras disfrutar algunos encantos del Centro Histórico de la capital cubana, dirigirse a La Bodeguita del Medio, es una magnífica opción para combinar la rica comida criolla con el refrescante Mojito.
Su ubicación no tiene pérdida, la hallará muy cerca de la Plaza de La Catedral, con el número 207, en la calle Empedrado, entre San Ignacio y Cuba.
Según recoge la historia, Ángel Martínez compró el inmueble en 1942 cuando funcionaba como bodega “La Complaciente”. Posteriormente se llamó Casa Martínez, para en 1950 adquirir su definitivo nombre.
Este bar restaurante representa uno de los sitios más turísticos de La Habana Vieja. Hasta allí se han llegado disímiles personalidades de la cultura universal, quienes han dejado sus firmas o fotografías en las paredes.
Y como dicen quienes lo visitan: “no hay nada mejor para el verano, que tomarse unos Mojitos en La Bodeguita del Medio”. Así que no lo piense dos veces, viva esa experiencia y quedará prendado del coctel y del maravilloso establecimiento.
Capital de la coctelería iberoamericana
Tanto El Mojito como El Daiquirí se incluyen entre las 10 bebidas más consumidas a nivel mundial. Pero si se habla de coctelería en La Habana, otros tragos salen a relucir, así como los diversos bares donde disfrutarlos.
En ese sentido sobresale el destacado trabajo del bar Tropicana, el Sloppy Joe’s, el Hotel Nacional de Cuba, el bar El Elegante del Hotel Riviera, La Bodeguita del Medio y el Floridita, entre otros. Meritorio desempeño que hace de La Habana la capital de la coctelería iberoamericana.
