Comedor de Aguiar en el Hotel Nacional

Comedor de Aguiar en el Hotel Nacional

Difícilmente haya un edificio en Cuba más cosmopolita que el Hotel Nacional de Cuba. Constituye un símbolo tangible de la historia y cultura de esa isla y como tal es ineludible en un recorrido por el moderno barrio del Vedado, en La Habana.

El Hotel Nacional de Cuba, joya de la industria de viajes de CUba visto de noche

Personas de todas partes del mundo lo frecuentan, atraídas por los relatos sobre gánsteres, leyendas de la música y la política, así como estrellas del cine clásico que hicieron del inmueble su lugar preferido de la capital cubana.

Las piezas de artillería que integraron la antigua Batería de Santa Clara, conservadas en el jardín, fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1982 junto al sistema de fortificaciones de La Habana. Además, el esplendoroso hotel de arquitectura ecléctica, mezcla del Art Decó con otras influencias modernas de la época, está inscrito en el Registro Memoria del Mundo.

Hotel Nacional de Cuba, terraza y Bar Vista al Golfo

Son únicos los espacios que encontramos dentro de los ochos pisos de esta instalación de hospedaje y recreo. El Comedor de Aguiar, particularmente, es un restaurante lujoso en el que podrá sentirse como en un filme de la época dorada de Hollywood.

El hotel de las celebridades

El Hotel Nacional de Cuba se ubica en la esquina de las calles 21 y O, en la zona más moderna y céntrica del barrio del Vedado, ese que tuvo su auge en los años 50 del siglo XX. Pero la alcurnia del hotel, cuyo estándar es de cinco estrellas, viene de antes, cuando lo inauguraron en diciembre de 1930 sobre la colina «Taganana», cercana al mar. El inmueble tiene 457 habitaciones, 15 de ellas grand suites, 25 suites, una suite presidencial y una suite real, todas de gran confort.

Galeria de los Famosos en el Hotel Nacional de Cuba

En su patio se disfruta de vistas únicas del paisaje urbano, desde la bulliciosa calle 23, que besa al Malecón, hasta la imponente Fortaleza de los Tres Reyes del Morro. La lista de celebridades seducidas por este y otros atractivos del Hotel Nacional de Cuba es increíble, y se extiende por los mundos de las ciencias, las artes y la política.

Frecuentaron los salones y jardines del edificio personalidades como los duques de Windsor; los artistas Frank Sinatra, Ava Gardner, María Félix, Agustín Lara, Jorge Negrete, Marlon Brandon, Robert Redford, Michael Keaton, Danny Glober, Robert de Niro; los escritores Rómulo Gallegos y Ernest Hemingway; excepcionales cineastas como Steven Spielberg, Oliver Stone, Francis Ford Coppola, Roman Polanski; así como el científico Alexander Flemming, descubridor de la penicilina.

Vista del comedor Aguiar en una noche de cena de gala en el Hotel Nacional de Cuba

Aquí el célebre Winston Churchill, primer ministro británico durante la Segunda Guerra Mundial, aumentó su afición por los habanos, famosos tabacos cubanos considerados como los mejores del mundo. En la Sala Vedado estuvo hasta 1959 el casino del hotel, que fue dirigido por Lucky Luciano y Meyer Lansky, célebres líderes de la mafia italo-norteamericana.

En el Comedor de Aguiar se ofrecen muchos de los exquisitos platos preferidos por estos famosos. Allí el lujo es la definición mejor para hablar del gran restaurante.

Defendiendo lo gourmet

El Comedor de Aguiar es un ejemplo de los altos estándares de calidad en los servicios y el valor patrimonial del Hotel Nacional, galardonado en 2017 con el premio World Travel Award, considerado como el «Oscar» de la industria turística mundial.

Detalles de la decoracion del Comedor Aguiar del Hotel Nacional de Cuba

Este es su restaurante más suntuoso, donde ofrecen comida criolla e internacional, entre ella algunos de los platos favoritos que degustaron las celebridades que se hospedaron allí. No es precisamente barato, una comida puede costar entre 25 y 50 CUC por persona, pero la gloria tiene un precio.

Su nombre es un homenaje al regidor colonial Don Luis de Aguiar quien hostigó en esa zona a los británicos, durante el sitio y asalto a La Habana de 1762. Entrar al imponente restaurante es una fiesta para los sentidos, desde los techos hasta los aromas que te llaman insistentemente desde las mesas. Este es uno de los mejores lugares para comer en La Habana, por su estilo refinado y también su historia.

Abre los ojos, goza el apetito

El techo del recinto es tan alto y decorado con aliento renacentista, que pareciera estamos en una catedral o un palacio. De él cuelgan imponentes y hermosas las rutilantes lámparas de estilo isabelino. Está claro, vamos a sentarnos a la mesa, algunas de ellas larguísimas, de uno de los más exclusivos y elegantes sitios de la capital.

Comedor Aguiar del Hotel Nacional de Cuba, detalles de la decoracion y techo atersonado

El Comedor de Aguiar se hizo famoso por las personalidades que antes mencionadas, y que preferían sus recetas. Hoy, una de las más solicitadas es el plato especial «Algarabía del Mar», una deliciosa combinación de camarones, langosta y pescados.

La comida es servida según varios menús dirigidos, que le ofrecerán un personal atento y conocedor de la bien surtida cava de vinos. Tampoco faltan los rones cubanos y las cervezas, pero el vino suele dar un toque óptimo a los fascinantes sabores ideados por los chefs.

Jarrones de porcelana decoran el Comedor Aguiar del Hotel Nacional de Cuba

Nada desmerece el lujo del lugar: ni las humeantes y sustanciosas sopas, ni las ensaladas frescas o los platillos entrantes de langostas y camarones en salsas de almendras. Hay otro entrante delicioso, las «Lonjas de Pavo» a la salsa confitada muy recomendado por diversos comensales.

Recomiendo de postre probar el excelente dulce a las tres leches, o el fabuloso mousse de chocolate. Tampoco son eludibles las tulipas llenas de helados y frutas.

Probar delicias en el Comedor Aguiar, luego de recorrer una joya cubana

Puerta de enstrada que da bienvenida a los visitantes del Comedor Aguiar del Hotel Nacional de Cuba

No hay tiempo para aburrirse en el Hotel Nacional de Cuba. Por si no bastara la palpitante vida nocturna en los alrededores del emblemático sitio, dentro puede conocer la batería montada por los españoles como parte del sistema de fortificaciones de la ciudad colonial, además de 200 metros de túneles militares que se utilizaron durante la «Crisis de los Misiles», en octubre de 1962. En el Bar Vista al Golfo exhiben fotografías originales de personajes que se hospedaron allí, y en la instalación atesoran más de 100 cuadros de grandes pintores cubanos, y esculturas de mármol de Carrara.

Hotel Nacional de Cuba, vista del lobby

Luego de recorrerlo, o caminar la ciudad, ir hasta el gran Comedor de Aguiar es un regalo que merece. Allí espera una cena de reyes, tanto por la calidad de lo servido como por el lujoso ambiente, ese que hizo al gran escritor cubano Alejo Carpentier exclamar que estaba ante «un castillo encantado».

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