Guanahacabibes, en la región más occidental de la Mayor de las Antillas es un paraíso para aquellos que buscan alejarse de la cotidianidad y del ritmo agitado de las ciudades.
Sólo 174 kilómetros separan a Pinar del Río de La Habana. Sin embargo la escasa población en ese lugar garantiza la tranquilidad necesaria para alcanzar la paz a través del contacto directo con la naturaleza.
Su Parque Nacional Guanahacabibes, Reserva de la Biosfera, constituye una de los más importantes tesoros naturales de la isla de Cuba, provista de exóticas variedades de animales y plantas. Se pueden apreciar cocodrilos en las lagunas, pero también cotorras, iguanas o jutías de gran tamaño. En esta zona se suele cultivar el ecoturismo como una práctica inteligente, centrada en la preservación del medioambiente.
La península brindó amparo a los últimos aborígenes Guanahatabeyes, en su huida de los conquistadores españoles, por lo que salvaguarda alrededor de 140 sitios arqueológicos.
Cuenta además con una estación ecológica situada en La Bajada así como el centro de turismo María La Gorda, en Cabo Corrientes.
Principales atractivos de Guanahacabibes
María La Gorda
El mar es uno de los mayores atractivos con que cuenta Cuba como archipiélago. De ahí que el Centro Internacional de Buceo María La Gorda, al sur de Pinar del Río y bajo la dirección de la Marina Puertosol, haya sido destinado al turismo ecológico y los deportes náuticos.
Esta institución, que además cuenta con una selva virgen tropical de peculiar fauna, tiene también a su haber 60 sitios de buceo, de entre 15 y 35 metros de profundidad, con un impresionante atractivo. Es la mejor opción para el buceo en el occidente de Cuba y una zona privilegiada por los cruceros.
Fue una zona que destacó por el ejercicio de la piratería, lo que acreditan, por una parte, los más de cien galeones hundidos en las profundidades de sus aguas, y por otra, los descendientes de filibusteros que todavía perduran en el área. Así que si le apasionan los relatos de piratas este es el mejor lugar del mundo para confrontar la historia y la leyenda.
Un hotel bien localizado
En materia de hospedaje el Hotel María la Gorda oferta alojamiento, ya sea estándar, o en cabañas de madera, con vistas al mar, o a la vegetación. Asimismo pone a su disposición comidas buffet o a la carta, y tiene un snack bar con bebidas nacionales e internacionales. Y, por supuesto, ofrece actividades diurnas y nocturnas.
Se programan asimismo excursiones dentro de la reserva natural. Sin lugar a dudas, este espacio es un paraíso para todos los amantes de las playas vírgenes, donde podrá practicar el buceo y el turismo ecológico en aguas tranquilas de color turquesa. Quizá la única molestia que percibirá serán los insectos, propios de una zona de costa, por lo que le recomendamos no olvidar, en su equipaje, los accesorios necesarios para evitar mayores molestias.
Explorando el mar en su plenitud
El Centro María La Gorda promueve la práctica, tanto científica como contemplativa, del buceo. Sus aguas gozan de excelente visibilidad. En ellas pueden apreciarse cuevas, farallones y laberintos, creados por la fuerza de la naturaleza. Sitios populares de submarinismo son «El encanto», «El Paraíso perdido», «Profundidades de Yemayá», que rinde homenaje a la diosa de las aguas Yoruba, «El ancla del pirata» o «El Salón de María» con sus lirios de mar y corales con diversos tonos. Como puede darse cuenta, todos son nombres sugerentes para profundidades marinas únicas en su tipo.
En el año 2000, un grupo de investigadores conformado por cubanos y canadienses reportó el hallazgo, en estos mares, de lo que podrían ser las ruinas de una ciudad de alrededor de seis mil años de antigüedad, un interesante hallazgo que continua el camino hacia nuevas pesquisas.
Además del buceo, es posible practicar allí el snorkeling, la pesca de altura y de fondo y la fotografía submarina. Justamente, cada año se celebra en junio, en este lugar, el Encuentro Internacional de Fotografía Subacuática (IMASUB) en un lugar ideal que revitaliza y llena de calma el espíritu.
Ecosistema marino
María la Gorda cuenta con un enorme arrecife coralino que puede apreciarse desde los 5 metros de profundidad y en el cual es posible vislumbrar corales y gorgonias. La mayor población de coral negro de todo el archipiélago cubano se encuentra enclavada en esa área.
En sus fondos marinos, llenos de magia, es posible hallar galeones españoles hundidos y, según especialistas, esa peculiaridad le ha incluido en la lista de los diez mejores lugares para el buceo en América Latina.
La fauna marina de la zona es la típica de la región, repleta de animales y aves endémicas de Cuba, algunos incluso en peligro de extinción. Se encuentra integrada por una gran cantidad de especies dignas de ser apreciadas, como mantarrayas gigantes de dos metros de ancho, o morenas verdes, que solo se consigue contemplar si se bucea de noche. Observará langostas, peces diminutos, hermosas y mansas tortugas carey, caguama, o tiburones, como «el nodriza», totalmente inofensivo.
Clases de buceo para principiantes
María la Gorda goza de gran popularidad entre los viajeros que llegan a la Mayor de las Antillas. Cuenta con servicios de equipamiento así como con profesionales de alta calificación que protegen a quienes se aventuran a bucear en sus aguas.
Estos curtidos especialistas también imparten clases de reconocimiento internacional, para que los principiantes puedan asumir tal experiencia como un momento único en sus vidas.
Otras atracciones para disfrutar en Guanahacabibes
Existen otras opciones, más allá del buceo y los deportes marinos, que no deberá perderse si visita esta región de Pinar del Río.
La práctica del birdwatching u «observación de aves» le permitirá avistar de cerca más de un centenar de especies autóctonas que anidan en el lugar, como el zunzuncito, o «pájaro mosca», llamado así por ser el más pequeño del mundo; el pájaro carpintero verde, la cotorra, la cartacuba y el tocororo. Divisará otras que son residentes temporales, tal es el caso del gavilán cola de tijera, el milano del Mississippi y el halcón peregrino. Y es que la Península de Guanahacabibes es uno de los mayores corredores de aves migratorias de la región, donde estas buscan refugio y protección.
No pierda tampoco la oportunidad de practicar senderismo en una de las excursiones ecológicas que ofrece el Hotel María La Gorda, la mejor forma de combinar deporte, medio ambiente y cultura, para seguir conociendo más, de esta zona paradisíaca de la Mayor de la Antillas.