A lo grande celebra La Habana sus 500 años de fundada. Y no es para menos que la capital de todos los cubanos quiera lucir sus galas y marcar un hito en la historia, por ser una de las urbes más antiguas de América Latina.
Responsables del amplio movimiento de restauración son La Oficina del Historiador de la Ciudad y el gobierno, que impulsan el remozamiento y la reapertura de importantísimos museos y emblemáticos parajes citadinos que darán luz a la carismática e imprescindible Habana.
La lámpara del Capitolio, por ejemplo, volverá a brillar porque en este empeño los esfuerzos están dirigidos a recuperar antiguos y recordados símbolos, como son también los museos del Ferrocarril de Cuba “Estación Cristina” y el del Automóvil y de la Pintura Mural, que abrirán sus puertas al público con nuevas atracciones.
En el Museo de la Ciudad, otrora Palacio de los Capitanes Generales y en el Castillo de la Real Fuerza, se abrirán nuevas salas. Asimismo el Castillo de Santo Domingo de Atarés se regocijará de contar con un sitio para la exhibición permanente de la Colección de Leonardo Da Vinci.
Más que lugares, su historia
Lo antiguo y lo moderno coexistiendo en armonía habla del encanto de esta ciudad, testimonio vivo de eras diversas, de rumores y andares viejos que cobran vida hoy en el ir y venir sobre adoquines, en los pregoneros y los vendedores ambulantes, en el trasiego de la gente por los portales evitando el sol, en la alegría del habanero que ya no se dice habanero, sino cubano. Por eso es menester rescatar la historia.
El sitio arqueológico Muralla de Mar (junto al castillo de la Fuerza), el Palacio Conde de Jaruco en la Plaza Vieja, la Casa de Museo Alejandro de Humboldt y el Centro Cultural Antiguos Almacenes de San José redondean este propósito, en el que se tiene muy en cuenta la reutilización de sus antiquísimas estructuras para que ninguna de estas reliquias pierda su esencia.
En conjunto con esas labores se priorizan actividades culturales como concursos, eventos teóricos y exposiciones para complementar las miradas al pasado y al futuro habanero.
El Capitolio y El Templete, imprescindibles
El Capitolio, sede del Parlamento Cubano, verá culminada su restauración este año. No ha sido fácil este empeño por la complejidad del inmueble, inspirado en el clásico capitolio romano y nombrado por algunos expertos como uno de los seis palacios de mayor relevancia a nivel mundial.
Este gran exponente del eclecticismo, por la combinación de varios estilos arquitectónicos, exhibe estructuras complejas en sus diversas salas. Desde los falsos techos, hasta las paredes y el mobiliario que responden a estilos y épocas diversas han sido respetados.
Diversos especialistas enfatizaron en el trabajo encomiable de operarios durante la restauración, un reto diario debido a la elevada altura de los puntales y la exuberante decoración de los falsos techos, lo que requirió de la utilización de equipos que permitieran introducir los nuevos sistemas sin dañar nada.
Como dato curioso, destacan los expertos, que el edificio tiene 58 tipos diferentes de mármoles, y fue una suerte haber podido contactar con una de las empresas que en aquella época vendió los originales para reponerlos: la casa Fratelli Remuzzi, de Italia.
Los jardines, concebidos por el arquitecto, urbanista y paisajista francés Jean-Claude Nicolas Forestier resultan otro atractivo del magno edificio. Al comenzar la restauración a finales de 2012, estas áreas se hallaban muy deterioradas, alrededor de un 85 por ciento tuvo que ser recuperado:
“Se realizó un intenso levantamiento topográfico para asegurar la fidelidad con la intervención primigenia. Fue muy cuidadosa la labor de selección de granitos para la confección de los terrazos”, refirió a medios de prensa nacionales la proyectista principal Marilyn Mederos.
Sin embargo, lo más complicado en la restauración ha sido la cúpula que tenía daños irreversibles en su estructura metálica, ubicada a 93 metros de altura sobre el nivel de la calle, y revestida en piedra de Capellanía, por lo que fue necesario sustituirla en su totalidad.
Otro imprescindible que ya ha sido remozado con vistas al cumpleaños 500 de La Habana es el Templete, ubicado en la Plaza de Armas de La Habana Vieja. Se trata de una edificación de marcado carácter histórico, declarada además Patrimonio de la Humanidad, el 14 de noviembre de 2018.
Y es que su significación trasciende lo místico y la fe en lo divino. De El Templete es mundialmente conocida su ceiba, protectora y bendita, que no pocos la responsabilizan de hacer cumplir los más diversos deseos. Pero El Templete es uno de los edificios más importantes dentro del patrimonio construido en el Centro Histórico.
Está considerada la primera obra de estilo neoclásico en la arquitectura cubana, cuya construcción data de 1828, en ocasión de celebrar el cumpleaños de la reina española de ese entonces, y deviene una de las grandes obras del Obispo de Espada para celebrar el acto de fundación de la villa, que había sucedido desde el 16 noviembre de 1519.
En El Templete se encuentran los óleos de Juan Bautista Vermay, pintor francés radicado en Cuba fundador de la escuela de artes plásticas San Alejandro. En los cuadros, se rememora el acto de fundación de la edificación, la primera misa, la elección del cabildo y se muestran grandes personalidades de la época.
Las labores de restauración también alcanzaron a sus jardines, que fueron enriquecidos y se plantaron parte de los árboles que encontraron los conquistadores a su llegada, descritos en el diario de Cristóbal Colón.
Opciones para todos
Cosmopolita por tradición, La Habana exhibe ya proyectos novedosos como un sistema púbico de bicicletas en el Centro Histórico.
Los amantes de la historia de la ciudad podrán visitar antes que culmine el año la primera sede de la Cámara de Representantes, actual emplazamiento del Gobierno Municipal. Pero también el Campamento del Ejército Libertador donde permaneció en los momentos finales de la Guerra Necesaria con su Estado Mayor el general Máximo Gómez, insigne figura, cuyo Monumento ubicado en el Vedado, tendrá nuevo emplazamiento en el municipio Playa, hacia la rotonda ubicada en la intersección de la 5ta Avenida y las calles 120 y 146.
Por otra parte, el Parque Ecológico Monte Barreto, de 16 hectáreas, en 70 y 9na, también exhibirá un nuevo rostro. Este sitio idóneo para picnics y actividades al aire libre es muy frecuentado por los habaneros que gustan de estar en contacto con la naturaleza. Se dispondrán de nuevas modalidades de esparcimiento y recreación sana para la población como puntos para acampadas y cuatro ranchones de gastronomía, sodería y otros servicios.
En Plaza de la Revolución otro municipio donde la impronta constructiva también se hace notar, se construyen nuevas paradas de ómnibus, parques y se trabaja en la reapertura de centros recreativos como el Ranchón La Giraldilla de G, los Jardines de la Tropical y el Parque Forestal.
500 años de La Habana para celebrar entre todos
No caben dudas de que son muchos los retos que hoy tiene por delante esa maravillosa ciudad, pero también sobran ganas y el motivo es inmenso. La Habana cumplirá 500 años y esto no puede pasar sin que se note. Por eso, mejor es comprobar.