Con kilómetros y kilómetros de litoral, el archipiélago cubano se encuentra bañado por el Atlántico al norte, el mar Caribe al sur y el Golfo de México por el oeste.
El arrecife coralino que rodea esta isla es un espectacular ecosistema donde conviven infinidad de criaturas marinas tropicales. Entre ellas se encuentran gran variedad de peces de tamaños pequeños, medianos y grandes, crustáceos, gorgonias, corales, y esponjas.
La aparición de tiburones a lo largo de toda la costa cubana es algo bastante común, si bien en dependencia de la zona varían las especies que se pueden encontrar. Bucear junto a estos puede ser una experiencia emocionante, no obstante segura, que le permitirá conocer más de cerca el mundo subacuático del Caribe.
Cuba cuenta con múltiples marinas así como centros internacionales de buceo, con instructores acreditados que le permitirán sumergirse en sus cristalinas aguas y acercarse a sus distintas variedades de escualos.
Así incentivan la inmersión con tiburones HavanaDiving en la capital, ScubaLibre, Acuadive y Las Antillas Diving Club, en Varadero; Club ScubAzul en Matanzas y Shark Friends Dive Center en Santa Lucía. Algunos incluso realizan excursiones más allá de las provincias donde tienen sede, en busca de estos impresionantes animales.
Además existen varios puertos esenciales para los cruceros de buceo, que permiten realizar vida a bordo: Puerto Júcaro, para los viajes rumbo a Jardines de la Reina y Puerto Trinidad y Puerto Cienfuegos con destino al Archipiélago de los Canarreos. Estos suelen ofrecer servicio de recogida desde La Habana.
Los especialistas consideran que Cuba, sin embargo, no es un buen lugar para buzos sin calificación. Algunos centros en la isla ofrecen su certificado de acuerdo a la escuela CMAS (Confederación Mundial de Actividades Subacuáticas) en cursos de pocos días, o ACUC (American Canadian Underwater Certification). Sin embargo, la licencia PADI (del colegio Professional Association of Diving Instructors) que tiene más prestigio en la actualidad a nivel internacional, es poco usual.
Entonces los tiburones…
El tiburón Nodriza o «Gata», Ginglymostoma cirratum; el Sedoso o «Jaquetón», Carcharhinus falciformis; el Martillo o Cornuda, Sphyrna lewini; el Cabeza Dura, Carcharhinus perezi; el Toro o «Cabeza de Batea», Carcharhinus leucas y el Tiburón Ballena, Rhincodon typus, son algunos de los especímenes que sin dudas encontrará, si se aventura a practicar la inmersión en los mares de la mayor isla antillana.
El nodriza y el ballena abundan en aguas cercanas a la región occidental de Cuba, pero también en la zona sur. Más hacia el centro, se pueden observar otros ejemplares como el Martillo y el Sedoso. La mayoría no suelen ser peligrosos para el ser humano, aunque si se los provoca o se produce un acercamiento cuando están alimentándose, pueden atacar.
Hacia la región norte y central de Cuba es posible observar la especie de Tiburón Toro, y aun cuando esta resulta mucho más agresiva, se permite nadar en sus proximidades, en una experiencia guiada por centros especializados.
En cualquier caso se recomienda realizar un buceo responsable en compañía de especialistas y conocedores de los ejemplares y de las zonas para sumergirse. Sin dudas este detalle le permitirá disfrutar la vivencia al máximo.
Tiburones en María La Gorda
María la Gorda en la Península de Guahanacabibes, en Pinar del Río, se halla a 300 kilómetros de La Habana, y cuenta con un Centro de Buceo Internacional que ofrece también capacitación para los aficionados de menor pericia. Su arrecife coralino posibilita apreciar especies de la fauna marina caribeña, como mantarrayas gigantes, y tortugas.
Con un poco de suerte, pues nunca hay garantías, podrá observar además ejemplares de Tiburón Nodriza, o Gata, que es propio de los fondos marinos, donde se alimenta de cangrejos, camarones y conchas. Tiene un aspecto feroz y pese a ser inofensivo podría atacar al ser provocado, lo cual resulta peligroso en extremo, pues al cerrarse sus mandíbulas, no se abren hasta ser forzadas con pinzas de metales fuertes. Por ello se recomienda nadar junto a él con precaución, evitando cualquier movimiento violento y a una distancia prudencial.
Asimismo, puede aparecer en tales aguas occidentales, el Tiburón Ballena. Este último totalmente manso suele acercarse a los buzos, sin provocar riesgos, por lo que no pierda la oportunidad de aprovechar tan singular experiencia.
El Acuario en Cayo Largo
Cayo Largo, como parte del archipiélago de los Canarreos, al sur de la isla grande, se encuentra a 135 kilómetros de Nueva Gerona, capital de la Isla de la Juventud. Posee diversos puntos de buceo en las proximidades de playas idílicas como Paraíso o Sirena. Sus cuevas y valles marinos permiten acercarse entre corales y gorgonias, a diversidad de especies como tortugas, rayas, y también a espectaculares tiburones. Se puede llegar a Cayo Largo en avión a través de su Aeropuerto Internacional Vilo Acuña, ya sea desde otras ciudades cubanas como la capital, Varadero o Trinidad, así como otros países.
Rancho Luna
Ubicada en la provincia de Cienfuegos, a más de 240 kilómetros de la capital de la isla, cuenta con el Centro Internacional de Buceo Faro Luna.
Las aguas de esta zona son ideales para la práctica de la inmersión. Sus paredes rocosas se encuentran llenas de corales, esponjas, y gorgonias gigantes que alcanzan hasta dos metros de diámetro. De forma intencional se han hundido barcos pesqueros en el área para un mayor disfrute de los buzos.
Durante la etapa de invierno los apacibles tiburones Ballena se desplazan por la zona. De aspecto gigantesco pueden ser identificados por su vientre blanco y dorso gris oscuro con manchas blancas, semejando un tablero de damas, de ahí que también reciban el nombre de pez damero o pez dominó.
Variedades de escualos en los Jardines de la Reina
Jardines de la Reina, al sur de Cuba, entre las provincias de Ciego de Ávila y Camagüey es uno de los lugares más apreciados para la práctica del buceo en la Mayor de las Antillas.
Los verdaderos protagonistas en la inmersión son las diversas variedades de escualos que se desplazan por sus aguas. Entre estas se puede encontrar, el Tiburón Martillo, el Ballena, el Nodriza y el Sedoso. Otra especie que quizás divise es el Cabeza Dura.
El Tiburón Martillo, o Cornuda, cuenta con una peculiar cabeza alargada hacia ambos lados. Esta especie actualmente se halla en peligro de extinción, debido a que suele ser muy perseguida por su aleta, utilizada en la gastronomía y en preparados farmacéuticos. Aun cuando son animales apacibles e inofensivos, se recomienda a los buzos mantener la distancia, sin hacerlos sentirse perseguidos, ya que en tal caso sí pueden atacar.
Los ballena, emigran a la zona entre julio y noviembre. El Sedoso o «jaquetón» puede ser reconocido por sus reflejos bronce en un dorso gris oscuro, y tono blanco en su parte inferior.
Resulta casi imposible no hallar alguna de estas especies en las proximidades del impactante arrecife coralino cercano a esta cayería. En su punto de inmersión Pipin, con cuevas y cañones, se le acercarán de seguro varios tiburones Martillo y Sedoso. Asimismo, en la zona conocida como Vicente, podrá observar también muchos de estos ejemplares.
En los Jardines de la Reina, debido a sus manglares, abundan los cocodrilos de agua salada, de hasta tres metros longitud, que también contribuyen a que viva una intensa experiencia de buceo.
Los barcos Agressor y de Avalon, operan como bases flotantes en esta área y controlan las inmersiones para hacerlas seguras. Esta zona es de difícil acceso y viajar a ella resulta algo costoso y exclusivo.
Shows con tiburones Toro en Playa Santa Lucía
La hermosa Playa de Santa Lucía, en la zona norte de la provincia Camagüey, cuenta con una barrera de arrecife coralino que proporciona múltiples puntos de inmersión. En el canal de entrada a la bahía de Nuevitas es posible observar entre otros atractivos, por ejemplo, un buque de mercancías del siglo XIX llamado el Mortera.
En esta localización abunda, a treinta metros de profundidad, la variedad de tiburones Toro que alcanzan más de tres metros de largo. Su color varía entre carmelita y verde oscuro y tienen características biológicas que les permiten incluso remontar aguas dulces, por lo que pueden ser avistados en ríos y lagos. Aunque no suelen atacar al hombre pueden resultar complicados en tanto ingieren cualquier tipo de animal y prefieren cazar ahí, dónde haya personas. Son muy territoriales e incluso violentos, debido a los altos niveles de testosterona que alcanzan los machos en etapas de apareamiento.
Bucear junto a ellos es sin dudas una experiencia inquietante que, sin embargo, no tiene por qué resultar peligrosa. Los amantes de los deportes acuáticos podrán apreciar, mientras permanecen sumergidos entre dos y tres horas, en las proximidades de Playa Santa Lucía, un show subacuático que ha sido valorado por múltiples visitantes como el más impresionante de su tipo.
En este, profesionales de la inmersión alimentan de su mano a tales especímenes. Para participar en el espectáculo existen varias exigencias con el fin de evitar un accidente. Los visitantes deberán presentar su titulación oficial certificada como buzos. Además cumplir con todas las indicaciones que emitan los instructores. Y lo más importante es que nunca deben interactuar directamente con los escualos. Su intervención se reduce a la observación. Ninguna precaución es poca, en tanto esta especie sí resulta peligrosa en extremo.
El centro de buceo de la zona, Shark Friends Dive Center, tiene más de dos décadas de historia, y sus instructores se desenvuelven con gran experiencia y seguridad. La excursión, como es de suponer, no permite llevar niños. Incluye equipamiento básico, incluidas la botella y pesos para la sumersión, no obstante se recomienda, a los clientes que lo deseen, llevar su propio equipo.
No existe un mínimo de personas para realizar tal inmersión. Cabe señalar que la época de tiburones abarca desde noviembre hasta mediados de abril, y aunque se ofrecen expediciones durante todo el año, le recomendamos esta fecha para tener mayor éxito en su visita.
Para bucear con seguridad en aguas cubanas
Los instructores cubanos de buceo tienen gran pericia y se encuentran listos para proceder ante cualquier emergencia, por lo que esto limita cualquier preocupación que pueda sentir en lo concerniente a su seguridad.
Están familiarizados con la inmersión de aficionados de distintos niveles, desde principiantes hasta profesionales. Promueven la práctica de buceo contemplativo, deportivo, nocturno, profundo, en cuevas, y también el snorkelling y la fotografía subacuática. Bucear así entre tiburones, puede ser una experiencia en cierta medida apacible, aunque única, que sin dudas atesorará entre sus mejores momentos.
¡A nadar con tiburones en Cuba!
Los mares de la Mayor de las Antillas garantizan la posibilidad de practicar deportes marinos y buceo durante todo el año, debido al clima cálido de la isla. No obstante según los expertos la mejor etapa para el buceo coincide con la estación de seca, entre diciembre y abril, cuando ya ha finalizado la temporada de ciclones, momento que incide en una mejor visibilidad de los fondos acuáticos. Asimismo cabe recordar que no se debe realizar la inmersión si se acaba de descender de un avión o se piensa viajar en menos de veinticuatro horas, para evitar problemas de descompresión o deshidratación.