Según los historiadores, se desconoce dónde se alojó el popular líder de la Revolución Mexicana, Benito Juárez, cuando visitó La Habana. No obstante, una edificación habanera que data de los tiempos de la Cuba colonial, alberga un interesante museo que lleva su nombre. Merecido homenaje a Benito Juárez en Cuba.
Llegar hasta el museo no es difícil, solo tiene que acceder a la calle Obrapía, en La Habana Vieja, donde lo ubicará, entre Mercaderes y Oficios, en un majestuoso inmueble con el número 116.
En una zona donde coexisten interesantes museos, el Museo Casa Benito Juárez, convida a un acercamiento a esa personalidad histórica y al arte popular del país centroamericano que lo vio nacer.
Un viaje al pasado
Una rápida mirada al pasado nos permite descifrar los orígenes de la vivienda donde radica el Museo Casa Benito Juárez. Resulta que su primera propietaria fue doña Isabel Pedroso y Herrera, miembro de la familia de los Pedroso, una de las más añejas de la oligarquía habanera.
Sin embargo, el interés histórico de la edificación se debe a don Luis Pedroso y Echevarría, su propietario a partir de 1864, quien además de hacendado promovió, junto a su hermano, el Ferrocarril del Oeste.
Después de su muerte, en 1891, la casa es heredada por su esposa doña Josefa Pedroso y Herrera. Cuentan que la construcción constaba de un piso superior para vivienda, y que la planta baja fungió como bodega y barbería.
En el siglo XX pasó a ser casa de vecindad. Pero en los años 80 de esa centuria fue sometida a un proceso de restauración. Es así que el 31 de octubre de 1988 queda inaugurada como Museo Casa de Benito Juárez, donde también radica la sede de la Sociedad Cubano Mexicana de Relaciones Culturales.
La figura de Benito Juárez
Su condición de indio hizo que el pueblo mexicano lo siguiera en todo momento a pesar de ser rechazado por la oligarquía y el imperialismo. Pese a su origen humilde se graduó de abogado y llegó a ser presidente de su país.
Oriundo de Oaxaca, cuentan que el 29 de septiembre de 1853 arribó al puerto de La Habana en un barco con bandera española acompañado de Miguel Lerdo de Tejada y otros liberales.
Un segundo viaje a la capital de la “Llave del Nuevo Mundo” se produjo en 1862. Los investigadores no han podido precisar dónde se alojó, aunque afirman que durante su segunda visita ejerció el oficio de tabaquero.
Lo cierto es que ese heroico hombre ha dejado una huella imborrable en la historia de México y Latinoamérica. Muchas de sus frases célebres son recordadas con gran admiración. Tal es el caso de:
«La instrucción es la base de la prosperidad de un Pueblo, a la vez que es el medio más seguro de hacer imposibles los abusos del poder. Nunca olvidaré que soy hijo del Pueblo, por el contrario, cuidaré que mis coterráneos se ilustren, se engrandezcan con la cultura y crean en el porvenir; que salgan del camino del desorden, de los vicios y de la miseria.»
No por gusto, La Habana, ha destinado una de sus casonas coloniales para rendirle merecido homenaje, ese que puede perpetuar visitando tan distinguido inmueble.
El museo
Con solo asomarse a la instalación, podrá presenciar una estrecha e inmediata conexión con la hermana República de México. En el patio, una llamativa fuente traída de Querétaro, se mantiene todo el tiempo vertiendo agua, mientras que detrás de ella se yergue solemne una estatua con la figura de Benito Juárez.
A su vez, varios perros diseñados por la artista mexicana Cristina Pineda y decorados por creadores cubanos y extranjeros, forman parte de la ambientación del sitio.
Se trata de algunas piezas, de aproximadamente 1,80 metros de alto que simbolizan a Xico, un icono de la cultura mexicana, inspirado en el perro Xoloitzcuintle, de la mitología prehispánica.
Las piezas pertenecieron a la muestra “Travesías de XICO en América Latina” que en 2015 se mostraron en la Plaza San Francisco Asís en La Habana Vieja. Todo un gran acontecimiento artístico en aquel momento.
La Galería Casa de México que ocupa la zona lateral izquierda del museo, representa un amplio espacio destinado a exposiciones transitorias. Allí, artistas como Alejandro Cordobés Rodríguez, Rolando Pagés Molina y Carlos Alberto Rodríguez Pérez, han mostrado su arte al público cubano y foráneo.
A un lado de la escalera que da acceso a la segunda planta, se aprecia la imagen de la Virgen de Guadalupe, esculpida en piedra, la cual llegó al museo desde Querétaro, como presencia de la religión del país azteca en la Ciudad Maravilla.
En el segundo nivel, la sala de exposición permanente le permitirá disfrutar de una estimada colección del arte popular mexicano. En sus diferentes manifestaciones, materiales y técnicas evoca, indudablemente, las diversas influencias culturales occidentales y orientales.
Los siglos XVII y XVIII, están representados por piezas de cerámica mexicana halladas en excavaciones arqueológicas en la capital cubana. Asimismo podrá admirar la colección de grabados de artistas veracruzanos y de los miembros del Taller Experimental de Gráfica de La Habana.
La biblioteca y el aula
Uno de los principales atractivos del museo se ubica en la segunda planta. Se trata de la biblioteca que lleva el nombre del escritor, poeta y diplomático mexicano Alfonso Reyes. Entre sus singularidades está el hecho de acoger alrededor de siete mil ejemplares relacionados con la patria de Benito Juárez.
Pero en ese mismo nivel estudiantes de una escuela primaria cercana reciben las clases correspondientes a su curso escolar, como combinación ideal entre el conocimiento y cuidado del patrimonio cultural. A ello se le suman actividades relacionadas con la historia local; proyecto Aula-Museo, gestado por Eusebio Leal Spengler, Historiador de La Habana hasta su fallecimiento en 2020-
Día de los muertos en la Casa de Benito Juárez
Cada primero de noviembre se celebre el Día de los Muertos en la institución museística. Dicha fecha revela la muerte como un diálogo ininterrumpido con los padres, abuelos e infantes.
En la ceremonia se monta un altar dedicado a dos personalidades de la cultura y el arte de Cuba y México. En 2018 estuvo dedicado a la Reina de la Música Campesina Cubana Celina González y a la cantante Lola Beltrán, una de las más genuinas intérpretes de la canción ranchera.
De todo un poco
No caben dudas que la Casa de Benito Juárez en La Habana es un complejo cultural, cuyas funciones van más allá de la mera exposición de sus colecciones.
En ese sentido, el patio de la instalación se convierte en escenario de varios proyectos culturales. Tal vez cuando se llegue hasta allí, coincida con la Peña de la cantante Cirita Santana, o con la muy concurrida Peña del Mariachi, e incluso, con la tertulia dedicada al escritor mexicano Alfonso Reyes. Este último, un excelente espacio para intercambiar con escritores cubanos.
De visita obligatoria
De martes a sábado entre las 09:30 am y 05:00 pm, y los domingos hasta la 1:00 pm, la Casa Benito Juárez abre sus puertas en el centro histórico habanero.
Situada frente al Parque Simón Bolívar, muy cerca del museo dedicado a ese mártir venezolano, y del Hostal del Habano, la Casa de México en La Habana, como también se le conoce ha recibido la visita de ocho presidentes de esa nación y destacadas personalidades de la cultura de ese país.
De visita obligatoria resulta ese interesante museo, genuino homenaje Benito Juárez en Cuba.