Edificaciones emblemáticas de la Habana

Edificaciones emblemáticas de la Habana

La Habana es como un bolero, con muchas influencias de antaño y muchos afluentes, con muchas heridas pero siempre cantando, llena de remembranzas y añoranzas, nostálgica, desgarradora, sensual, noctámbula…

Es imposible dejar de sentir la pasión de La Habana, cómo reverbera en cada recuerdo, en la gente que día a día la habita, en sus edificios antiguos y modernos, en su cotidianidad. Hay momentos, acciones, hechos, sitios que la hacen verdaderamente icónica e irrepetible, orgullosa, galante y popular.

Son muchos los secretos que alberga la ciudad, sus entrecalles, sus coches clásicos, su arquitectura, su cultura y su historia. Para el visitante se muestra desnuda, expectante al redescubrimiento, para hacer gala de su realidad. Siempre hay sitios que se quedan en la memoria de sus ya incontables invitados, por su conservación, sus leyendas y claro está, por su hermosura.

Un paseo por las diez edificaciones emblemáticas de la Habana

Visitemos algunos de esas edificaciones que cuentan la vida de esa Habana bolerística y enigmática, narremos sus paredes, sus entresijos y misticismos, descubramos ese espíritu romántico por el que tanto aboga el inicio de estas letras.

  1. Palacio Presidencial o Museo de la Revolución

    Edificaciones emblemáticas de La Habana

    Comenzamos en el centro de la ciudad, en La Habana Vieja, en un espacio privilegiado por sus alrededores. Por una parte, el túnel y la recién inaugurada estatua ecuestre del Héroe Nacional de Cuba José Martí. A un lado, la elegante loma del Ángel, y detrás el Museo de Arte Cubano.

    El otrora Palacio Presidencial y Museo de la Revolución hoy, se muestra como un museo de la historia de Cuba, de sus luchas por la independencia en sus distintas etapas. Es una construcción de estilo ecléctico, terminada a finales del siglo XIX y que cumplió la función de sede del gobierno durante muchos años de la República.

    Sus pisos de mármol de Carrara, su cúpula, el Salón de los Espejos, el Salón Dorado, el despacho presidencial, son muestras de la opulencia y la vida de revista que llevaban los magnates que pasaron por allí. Esta brillantez contrasta con la historia sangrienta y conmovedora que cuentan sus paredes. Restos de balas, objetos personales de figuras históricas, armamentos, documentos que conforman una historia de muchos tropiezos por alcanzar la ansiada libertad.

    El Museo de la Revolución es un buen lugar para comenzar a conocer Cuba y su historia, sobre todo la relacionada a los sucesos más cercanos al triunfo del 1ro de enero de 1959.

  2. Edificio Bacardí

    Edificio Bacardí en La Habana Vieja

    Otra de las construcciones más queridas y hermosas de La Habana, símbolo arquitectónico del Art Decó en Cuba. Situado igualmente en La Habana Vieja, cerca de la famosa calle Obispo, este sitio mantiene su función como sede de oficinas de empresas cubanas y extranjeras.

    La empresa Bacardí ordenó su construcción allá por el año 1930, para asentar sus oficinas en la capital cubana. Una vez que la compañía abandonó el país, el Edificio Bacardí fue ocupado por el gobierno pero mantiene su funcionalidad. En los años 90 pasó por un período de restauración que permite que hoy el visitante observe toda su peculiaridad.

    Es un edificio diferente en la ciudad. Su forma escalonada, la variedad de mármoles y azulejos utilizados en sus pisos, paredes y techos resalta a primera vista. Un exquisito gusto caracteriza la arquitectura del sitio, que llegó a ser el edificio más alto de la ciudad en su época. Fue rematado con la curiosa representación de un murciélago, símbolo de la compañía y una de las esculturas ubicada en los puntos más altos de La Habana. Uno de sus sellos distintivos es el rojo de su fachada de granito y el mármol rojo vino de su planta baja, color que representaba el ron que producía la empresa Bacardí.

    Los años no han mermado su belleza y majestuosidad. Si es amante de la arquitectura y la decoración interior, este es un clásico entre los principales edificios cubanos.

  3. Museo de Arte Universal

    Museo de Arte Universal visto desde el Parque Central de La Habana

    Y en el mismo centro de La Habana Vieja, con miradas hacia todos los ejes neurálgicos de la ciudad: el Paseo de Prado, el Parque Martí, la calle Obispo o el lujoso hotel Kempinski, el edificio del Museo de Arte Universal es todo un punto de referencia en la ciudad.

    Concebido desde 1913 para albergar y proteger el patrimonio artístico cubano, el Museo Nacional de Bellas Artes ostenta la mayor colección de arte cubano en el mundo. El edificio dedicado al arte universal se caracteriza por la sobriedad de su construcción de estilo ecléctico, pero con marcados rasgos neoclasicistas.

    Sus salas de exhibición muestran importantes colecciones de arte antiguo, de cerámica egipcia, griega y romana, de los más destacados pintores españoles del siglo XIX como Joaquín Sorolla; salas dedicadas al retrato inglés de los siglos XVIII y XIX, entre otras colecciones y salas transitorias de exposición de artistas cubanos y extranjeros. Los archivos de su biblioteca son de los más visitados y extensos en materia de arte cubano, aunque su gran colección se encuentra en otro edificio muy cerca de este.

    Lo cierto es que es un edificio emblemático de La Habana, muy agradable para visitar y recorrer sus paredes llenas de arte e historia.

  4. Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso

    Fachada del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso visto de noche

    Uno de los mayores baluartes de la música, la danza y la arquitectura cubana es el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, antes García Lorca y mucho antes Teatro Tacón.

    Por su palco han pasado reconocidas figuras de la danza, la ópera y el ballet del siglo XIX y XX como Sarah Bernhart, Anna Pavlova, Alicia Alonso, entre tantas otras. La elegancia y la hermosura del inmueble en toda su amplitud son deslumbrantes. Desde su interior, la sala de lo que fue el famoso Teatro Tacón en el siglo XIX, conserva su iluminación, su refinado decorado, su perfecta acústica y diseño interior. Es todo un espectáculo para la vista. El edificio que la reviste, construido años después, en 1914, sorprende por su estilo neobarroco, sobre todo en su fachada, donde cada elemento está colocado en perfecta armonía y equilibrio. Sobresalen sus balcones, ventanas, cornisas, torres y sus esculturas de mármol blanco.

    Es uno de los edificios más espectaculares de la ciudad, visible desde que llega al centro de la misma.

  5. Capitolio de La Habana

    Autobus urbano circula por calle de La Habana Vieja, al fondo el Capitolio de La Habana

    Llegamos así al punto cero del país, de donde parten las principales carreteras hacia toda la isla, el centro más conocido y emblemático a nivel mundial sobre Cuba: el Capitolio de La Habana.

    Es una de las grandes proezas arquitectónicas de la primera mitad del siglo XX. El Capitolio, en actual reparación, constituirá la sede del Parlamento de Cuba. Uno de los palacios más relevantes del mundo, con una majestuosa cúpula renacentista, segundo punto más alto de la ciudad.

    Su arquitectura ecléctica, sus columnas jónicas en el pórtico, su templanza y elegancia, se equiparan a su decorado, sus esculturas y mobiliario interior. La estatua de la «Atenea Parthenos», en bronce laminado, se considera la tercera más grande bajo techo del mundo.

    Los atractivos, detalles arquitectónicos e históricos del Capitolio son muchos. Además, su ambiente es muy peculiar. Es un sitio con mucho trasiego, ideal para tomar fotos, para sentarse en su escalinata a ver amanecer la ciudad y para conversar con sus habitantes.

  6. Embajada de España

    Palacio Velasco - Sarrá, actual Embajada de España en La Habana

    Este es uno de los edificios de ubicación privilegiada en la ciudad. Situado en La Habana Vieja, mirando hacia la bahía, al faro del Morro y la fortaleza de la Punta, el edificio de la Embajada de España es otro símbolo arquitectónico en el país.

    Su nombre original era el Palacio Velasco – Sarrá y perteneció, por una parte, a una familia catalana que por generaciones vivió en Cuba, los Sarrá. Dicha familia ganó fortuna con una farmacia – droguería que llegó a ser la mayor de Latinoamérica: «La Reunión», hoy todavía en funcionamiento en la calle Teniente Rey, además de ser un hermoso museo.

    El palacio fue terminado en 1912, y muestra en su interior la forma típica de las casas coloniales españolas, con patio interior y alargadas galerías. Cuenta con tres pisos y una torre mirador al extremo, grandes balcones y ventanales.

    En 1932 sufrió una remodelación que para muchos restó luminosidad al inmueble y en 1984 se instaló allí la Embajada y Consulado General de España en Cuba. Pero más allá de su monumentalidad y estilo refinado, lo que más resalta es su posición y las increíbles vistas de la ciudad que desde allí se observan.

  7. Museo de la Música

    Es una de las reliquias habaneras. Ubicado en la calle Capdevila número 1, en La Habana Vieja, el Museo de la Música constituye un importante patrimonio cubano que abarca la evolución de esa manifestación desde el siglo XVI hasta nuestros días.

    El edificio, de estilo ecléctico de los primeros años del siglo XX, mantiene su aire elegante y sobrio de las construcciones republicanas. Se instituyó como museo en 1981, luego de una reparación. En su interior se encuentran 10 salas de exposición que transitan por la historia de la música cubana desde sus orígenes.

    Se conservan instrumentos, partituras, documentos, fotografías donados por intelectuales y reconocidos músicos cubanos. Instrumentos folclóricos, casetes, cajas de música, fonógrafos, discos de vinilo, guitarras, tambores y todo tipo de objetos raros e históricos, hacen de este sitio un verdadero recorrido musical. Por ejemplo, uno de los instrumentos más antiguos es el «ekón», utilizado en los cabildos coloniales por los esclavos en sus fiestas.

    Se conservan además, partituras de grandes maestros de la música cubana como la ópera El Náufrago, de Eduardo Sánchez de Fuentes, originales de Gonzalo Roig, Amadeo Roldán y García Caturla, y hasta el piano del reconocido Bola de Nieve.

    Una importante sala de exposición es la llamada Fernando Ortiz, intelectual cubano que acuñó el término transculturación, importante concepto en la historia antropológica de Cuba. Por sus aportes periodísticos, arqueológicos, musicológicos y culturales se le considera «el tercer descubridor de Cuba». Como tal, donó a este museo su increíble colección de instrumentos musicales, verdadera joya que aún se conservan en la institución.

  8. Centro Iberoamericano de Cultura

    Saludando al Malecón habanero, casi a la llegada del Paseo del Prado, se encuentra el Centro Iberoamericano de Cultura, una construcción atípica en La Habana, hermosa y sensual. Fue edificado en 1924 y fue sede de un club cuyos miembros todos eran hombres.

    Restaurada por la Oficina del Historiador de la Ciudad, el mayor distintivo de la construcción son sus peculiares cariátides, columnas con forma de mujer que soportan el peso de la segunda planta. Un edificio de marcado estilo neoclásico, es el único en el país que utiliza este tipo de columnas que lo hace tan encantador.

    Pareciera que La Habana, tantas veces representada por una mujer, invita a los navegantes a acercarse a su puerto. En este centro se organizan exposiciones, eventos, conferencias, conciertos, presentaciones de libros y diversas actividades culturales relacionadas a la cultura iberoamericana. Es sin dudas, uno de los edificios más hermosos de la ciudad.

  9. Hotel Nacional de Cuba

    Calle privada orlada de Palmas Reales que conduce al Hotel Nacional de Cuba

    El Hotel Nacional de Cuba es símbolo de tradición arquitectónica y cultural del país, declarado Monumento Nacional en 1998. Cualquier persona puede entrar y constatar su belleza y privilegiada ubicación en el centro del Vedado, mirando hacia el Malecón.

    Es una construcción de lujo de 1930, en donde se han hospedado personalidades mundiales de todas las épocas como Eduardo VIII, Príncipe de Gales, los escritores Rómulo Gallegos y Ernest Hemingway, Nelson Rockefeller y una lista extensísima de nombres. Su fama está marcada también por la afluencia de artistas reconocidos, cualidad que se vio enriquecida al convertirse en una de las sedes del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. Así, por su habitaciones han pasado Marlon Brando, Ava Gardner, Errol Flyn, Rita Hayworth, Libertad Lamarque, María Félix, Cantinflas, Jorge Negrete, Pedro Vargas, Agustín Lara, Nat King Cole, Jean Paul Sartre, Frank Sinatra, Simone de Bouvoir, Michel Legrand, Francis Ford Coppola, Pierre Cardin, y un largo etcétera de artistas de todas partes.

    Pero su fama está en consonancia con su elegancia y calidad arquitectónica. Su estilo ecléctico hibrida tendencias y materiales del mundo, aunque sobresale su construcción con materiales cubanos como la madera preciosa y las tejas de barro. En su decorado y conformación se encuentran estilos como el Art Decó, el clásico románico, algo norteamericano, del gótico francés en sus gárgolas y hasta la típica disposición de la jardinería, evidentemente inglesa.

    El resultado es un edificio de fama internacional, con una arquitectura y una historia como pocos hoteles en el mundo.

  10. Universidad de La Habana

    Coche americano de los años 50 recorre la Calle San Lazaro entre el Vedado y Centro Habana, al fondo la Universidad de La Habana

    No podía faltar en este recorrido la casa de altos estudios de Cuba. La Universidad de La Habana es una de las más prestigiosas de Latinoamérica, en ella han cursado estudios importantes figuras cubanas como Fidel Castro. Su imponente arquitectura, custodiada por el Alma Mater, madre del conocimiento y la sabiduría, despierta la admiración de alumnos, profesores y visitantes.

    Fundada en el siglo XVIII es la más antigua de Cuba, aunque su actual enclave se decretara en 1902. La gran escalinata de 88 escalones da entrada a sus facultades, 17 en total, aunque no todas se encuentran en la colina universitaria.

    Su estilo es mayormente ecléctico, con preferencia por lo neoclásico, que para comienzos de siglo XX era un símbolo de modernidad, monumentalidad y comedimiento. Las entradas a cada una de sus facultades están definidas por una pequeña escalinata que resalta su condición de casa de altos estudios.

    Cada facultad tiene un estilo propio, unas más sobrias, otras con grandes jardines y patios interiores. Desde la Plaza Cadenas, centro de la colina, es posible detenerse en las diferencias de cada enclave. Es un sitio desde donde se observan hermosas vistas de La Habana, sobre todo del Vedado donde se encuentra ubicada la edificación. Todo un símbolo de la educación cubana y de la representatividad de su arquitectura.

Diez edificios emblemáticos de La Habana

Estas constituyen diez edificaciones que remarcan la esbeltez y la elegancia de La Habana. Sus valores arquitectónicos, históricos y culturales, los convierten en importantes reliquias de la ciudad, sabiamente conservadas y abiertas al público. Sus paredes cuentan muchas historias sobre Cuba y sobre La Habana, desde su fundación hasta la actualidad. Existen otras construcciones dignas de un acercamiento, sobre todo en La Habana Vieja y el Vedado. Aquí le acerco a algunas de las más emblemáticas e imprescindibles, de las que captan el romance habanero, su identidad y permanencia.

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