El primer hotel de lujo cinco estrellas plus en abrir sus puertas en la capital de todos los cubanos fue el Gran Hotel Manzana Kempinski, en 2017. Posee unos cinco pisos de altura, 246 habitaciones y ocupa la llamada Manzana de Gómez, el primer centro comercial de estilo europeo en Cuba, construido en la década de 1910.
Este inmueble colinda con importantes sitios de la ciudad como el Parque Central, el Museo Nacional de Bellas Artes, el Hotel Parque Central, el bar El Floridita, la calle Obispo, el Hotel Plaza y el Centro Comercial Harry-Brothers. También posee un corredor con una red de comercios entre los que sobresalen un bar para los amantes de los puros, una licorería con las mejores y más renombradas bebidas cubanas y una tienda para ¡fotógrafos!
Con el Gran Hotel Manzana Kempinski, el horizonte se hizo más ancho y entonces vino el Iberostar Grand Packard, en el emblemático Paseo del Prado. Hoy es el máximo exponente de exclusividad. La majestuosidad de este hotel atrapa desde que se pisa la alfombra roja de la entrada. Y qué decir de sus áreas al aire libre, su piscina infinita y las maravillosas vistas. ¡Sencillamente impresionante!
Nuevos hoteles en La Habana
Otro gigante de la industria hotelera se levanta en Prado y Malecón. Casi silenciosamente, pero será otro escándalo, seguro. Se prevé que el inmueble de 250 habitaciones abra sus puertas a finales del año en curso como un regalo más que se procura en nuestra «Ciudad Maravilla».
Simula un gran barco cuya proa, de 36 metros de altura, regalará vistas privilegiadas hacia el Malecón, el Castillo de los Tres Reyes del Morro y a la fortaleza de San Salvador de la Punta. Tendrá 10 niveles escalonados en 17, 24 y 36 metros y fachadas con grandes ventanales de cristales. En los bajos un ancho pasillo con galerías, para boutiques, cigar bar, entre muchos otros atractivos.
Contará con un parqueo semisoterrado con capacidad para 59 vehículos ligeros y 10 motocicletas, y una compuerta hermética que evitará la entrada de agua en caso de intensas lluvias o penetraciones del mar.
Los especialistas han puntualizado que este gigante se construye con materiales resistentes al medio salino y a la fuerza de los vientos, y que poseen valores añadidos también desde el punto de vista ambiental.
Ecos de FITUR
Durante la Feria Internacional de Turismo 2018 quedaron esbozados los planes y la apuesta del sector hotelero por dotar a La Habana de estas oportunidades.
No sólo se iniciará la reconstrucción de cinco hoteles nuevos, entre ellos el emblemático Hotel New York, sino que abrirán sus puertas otros nuevos como Línea y N, Hotel Cueto, Marqués de Monte Hermoso, Hotel Vedado Azul, Hotel Universitario y Portales de Paseo.
También se trabaja en la rehabilitación de otros entre los que se cuentan el Hotel Deauville, Lincoln, Riviera, Habana Libre Tryp, Sevilla, Cohíba, Colina, Vedado-St Johns, Neptuno-Tritón, y Copacabana.
Otros servicios extrahoteleros que serán reanimados próximamente son las marinas Tarará y Hemingway y el Campo de Golf de Capdevila.
Del habanero New York
Para los citadinos, la reanimación del Hotel New York es una grata noticia. Ubicado a la entrada del Barrio Chino de La Habana, y en desuso desde hace más de una década debido a su deplorable estado constructivo, este inmueble de estilo ecléctico, que data de 1919, contó en principio con 100 habitaciones que se ampliaron hasta 200 cuando se le construyó un cuarto nivel.
La prensa de la época describe que para el hotel se escogió un lujoso mobiliario que adornara las cien habitaciones, las cuales estaban dotadas con baño, de agua fría y caliente, teléfono y demás comodidades que lo convertían en un hospedaje confortable. A ello se sumaba la instalación de un elegante restaurant en la planta baja y las cocinas correspondientes.
Aquella propiedad del rico hacendado José H. Martínez se proyectó como una “obra sólida, artística y elegante”, como los grandes buildings al estilo americano.
Aunque hoy es la empresa vietnamita Chao-Viglacera la encargada de remozarlo, se espera que el Hotel New York habanero conserve mucho de su tipología y se convierta en otro emblemático hotel del lujo y el confort en nuestra querida Habana.
Por la ruta hotelera de La Habana
Bien, vamos a trazar entonces nuestra ruta hotelera. Prado y Malecón es el inicio. Le esperan allí la inigualable brisa del mar, músicos, enamorados paseando por esa franja mística tomados de la mano, pescadores y una puesta de sol única, con los típicos colores de La Habana, serán la mejor carta de presentación de esta maravillosa ciudad.
Remontando el Paseo del Prado a su izquierda, El Iberostar Grand Packard. No pierda la oportunidad de visitarlo y disfrutar de sus valores añadidos al aire libre. Es impresionante, inspirador. ¿Quién prescindiría de beber un buen trago de Ron o un coctel bien cubano y fumar un delicioso habano cerca de su majestuosa piscina, mirando la ciudad cambiante, que embruja, que seduce?
Ofertas gastronómicas en el hotel muchas y para el más refinado paladar. También encontrará muchas otras a lo largo de la arbolada avenida, más apegada a la cocina tradicional, en sitios familiares. Podemos recomendarle las «paladar» Doña Blanquita o el Bar Restaurante Tatagua.
Ya en el Parque Central no podrá evadir la majestuosa Manzana de Gómez. Sí, el Gran Hotel Manzana Kempinski. Visítelo y comparta con sus amigos allí en el cigar bar. La atención es divina. O simplemente curiosee, también se vale curiosear. Están en ese circuito el Hotel Parque Central, el Sevilla, el Telégrafo y el Inglaterra.
La entrada del Barrio Chino le aguarda. Ahí verá el Hotel New York. Proyéctelo, suéñelo sólido, iluminado, exquisito.
Al Vedado puede llegar en taxi, en descapotables, aunque tienen mucha demanda, o en HabanaBus Tour. O si lo prefiere caminar haga la ruta de Malecón que mucho le agradará.
La Habana del futuro
No faltan en la ciudad los guías turísticos, dispuestos a contarle la historia conocida y la no conocida. Aproveche la oportunidad de comprobar los sitios que en el futuro le hospedarán en una nueva visita a La Habana. Y es que esa ciudad depara eclecticismo, diversión, romance; todo mezclado. Y ahora va por el plus.