En el extremo oriental de Cuba, provincia Guantánamo, está la primera villa fundada en Cuba: Baracoa. Fundada el 15 de agosto de 1511, su nombre original fue Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa, de endémica fauna y flora con maravillas geográficas que solamente encontrará en esa parte de la isla. Es un lugar hermoso, apacible, exuberante y magnífico para sentirse bendecido cuando la naturaleza le beneficie.
Maravillas de Baracoa para deleitarse en su recorrido
Descubra sus ríos con magníficas cascadas, capaces de deslumbrar a quien por allí transita. También los ricos productos exclusivos de la región como el cacao, su exclusiva gastronomía, donde sobresale el cucurucho de coco, y sus lugares más importantes como El Yunque y la Cruz de Colón en la Iglesia Parroquial. Pero además de estos, le relaciono algunos otros. Le invito a revisarlos.
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El Yunque, monumento de la naturaleza
Una montaña increíble y vistosa, con forma de pirámide, casi una obra de arte de la naturaleza, El Yunque se encuentra a diez kilómetros de la ciudad de Baracoa. Posee una altura entre 400 y 575 metros sobre el nivel del mar, lo que posibilita divisarla desde cualquier punto de la ciudad. Representa un faro natural para los navegantes que sondean la zona.
Con una historia que contar fue testigo de la unión cultural ocurrida en la región. Se dice que sirvió de refugio a indios y negros cimarrones, y en sus alrededores se encuentran las ruinas de casas señoriales construidas por los franceses que arribaron a Cuba procedentes de Haití.
Su alto valor histórico – natural la hace merecedora de los títulos que ostenta: Monumento Nacional, Símbolo de la Ciudad Primada de Cuba y Reserva Ecológica con categoría de Elemento Natural Destacado del Parque Nacional Alejandro de Humboldt que, a su vez, es Patrimonio Mundial de la Humanidad, desde el 2001.
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La Cruz de Colón, tesoro nacional
Conocida también como Santa Cruz de la Parra, es una reliquia de la ciudad y de Cuba. Data del siglo XV, etapa de colonización española, por lo que constituye un motivo de visita para viajeros de la isla y el resto del mundo.
La puede localizar en la Iglesia Parroquial que está abierta todos los días. Es la única que se conserva en América, por lo que está considerada como una verdadera joya. Fue declarada Monumento Nacional, en 2011, y Tesoro de la Nación Cubana.
Testigo del encuentro de culturas, la nativa y española, preserva la historia religiosa y patrimonial de esa localidad y del resto del país. Sin lugar a dudas, puede ser un objetivo en su recorrido por la zona baracoense.
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Tierra del chocolate y del coco
Allí crece el cacao, que es semilla de la que se produce el chocolate. Por eso muchos aseveran que el chocolate de Baracoa es el más puro y rico de Cuba. Y, por supuesto, sus derivados también, así que durante su visita podrá encontrar barras de chocolate Baracoa y llevarlas consigo en su regreso.
El coco es típico de la tierra oriental. Una de las recetas más consumidas es el llamado «Cucurucho». Es un envase en forma de cono, confeccionado con las yaguas de la palma, relleno con el dulce de coco rallado y que, en ocasiones, se acompaña de naranja, piña o cualquier otra fruta local.
Se puede encontrar en otras partes del país, con igual forma. Lo curioso es que cuando pregunte ¿de dónde es? la respuesta siempre debe ser: Cucurucho de Baracoa. Por eso lo más recomendable es probarlo en su tierra natal, donde reina esta tradición culinaria.
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Viaducto La Farola
Es una carretera que conecta a Baracoa con la vida comercial y laboral del país. El Viaducto La Farola fue construido en la década del 60, del pasado siglo, su valor es incalculable puesto que permite el acceso para que la naturaleza del lugar pueda ser apreciada por todos.
Esta importante obra, es vía de comunicación segura y está considerada una de las siete maravillas de la ingeniería civil cubana. Ya sabe que existe, no la pierda de vista cuando transite por ella.
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Salta al río Toa
Baracoa es una zona bañada por ríos; por ejemplo, el Macaguanigua y Miel. Sin embargo, el Toa es el más reconocido, por sus cristalinas aguas. Su atractivo natural está dado por las cascadas que posee.
El Saltadero es la cascada más significativa, con 17 metros de altura, donde se puede contemplar la hermosa vista. Sol y tierra caliente, de espíritu fuerte le invitarán a saltar al rio Toa desde una de ellas. Pero cuidado, no se aventure sin antes explorar e indagar por las características del lugar.
Baracoa, combinación de encantos
Las experiencias más intensas y sobrenaturales lloverán en un lugar como Baracoa. Porque está vivo el patrimonio y la sencillez de la gente huele a hospitalidad con aires de océano Atlántico y caudalosas aguas de ríos. Si además, se hace acompañar de un exquisito cucurucho de coco o el amargo sabor del chocolate, el descubrimiento será maravilloso.
Para permanecer en contacto con la naturaleza y disfrutar de un paisaje excepcional en que se combinan los más variados encantos, este es el mejor destino. Entonces, visite el extremo más oriental de la isla y allí descubrirá Baracoa.