Los mejores rones de Cuba

Los mejores rones de Cuba

El ron ligero ha hecho famosa a Cuba hasta en lugares donde no se ha oído sobre la isla por alguna otra razón. La bebida ardiente es la base de algunos de los más conocidos cocteles del mundo, como el Mojito y el Daiquirí, y en este país es el centro de las fiestas más intensas.

Pero los que saben recomiendan beber con moderación. Solo así se puede reservar el paladar para reconocer los matices de las disímiles marcas existentes en esa tierra, pródiga para el espirituoso por su clima y los misteriosos métodos de destilación que han utilizado los maestros roneros desde hace más de cien años.

Conoce en este articulo de dónde viene ese elixir que enamora a muchos, y cuáles son los mejores rones de Cuba.

Los mejores rones de Cuba

Cuba, la cuna del ron ligero

Lo que ahora se conoce como ron es un descendiente ligero y refinado de los toscos aguardientes o «tafias» que bebían los corsarios y piratas. Nació en Cuba, en el Oriente, este emblema de los espirituosos de la isla. Su historia es tan antigua como la del país, porque deriva de la caña de azúcar que trajera al continente Cristóbal Colón.

Los esclavos de la colonia bebían un mejunje de la fermentación de maíz y yuca, procedimiento que luego aplicaron al jugo de la caña de azúcar, el «guarapo», que fermentado se convertía en un licor fuerte. Ese es el origen del aguardiente, que luego de un proceso de destilados continuos se convirtió en el ron.

Se acepta el año 1862 como el fundacional del ron ligero y a Facundo Bacardí como su impulsor en el mundo, desde la cuna de Santiago de Cuba. Luego proliferaron licoreras y destilerías en otros sitios cubanos, entre ellos Cienfuegos, cuyas bodegas lograron colocar bebidas en el mismo Moulin Rouge, de París. Fueron aquellos años los iniciales de famosas marcas que hoy sobreviven, produciéndose tanto en Cuba como en otros países adonde emigraron sus dueños, como la Matusalén y la Bacardí.

Havana Club, la marca más internacional

Rones de Cuba

Hasta hace pocos años el Havana Club mantenía su hegemonía como representante de los rones cubanos. Durante un tiempo tuvo la exclusividad entre los espirituosos cubanos para conquistar el mercado mundial de la mano de la compañía francesa Pernod Ricard.

Fue creada en 1934 y su logo es «La Giraldilla», una pequeña estatua que simboliza a La Habana. Produce una amplia gama de licores, entre ellos los baratos Añejo Blanco que están en la base de la mayoría de los cocteles cubanos. Otro muy utilizado para los tragos, sobre todo el «Cuba Libre», es el excelente Havana Club Especial. También resulta exquisito a la roca, pues tiene un toque de vainilla, canela y madera de viejos toneles.

El Havana Club 7 Años es otro recomendado, y galardonado en muchos concursos internacionales. Su sabor mezcla notas de caramelo, café y miel junto con especias, frutas y cáscaras secas. Durante el reciente Festival del Ron, los maestros Manuel Calderón y Asbel Morales hicieron una cata comentada de este producto donde explicaron cómo comprobar su excelencia:

«Recubre las paredes de la copa con el ron y agítalo para quitar las últimas gotas, déjalo secar, después de 20 minutos huélelo. Sólo un gran ron deja su aroma en un vaso.»

Esto se aplica también para otros Havana Club de gama alta, como el Añejo 15 Años Gran Reserva, recomendado para maridajes con Habanos Cohibas, y El Máximo, elaborado artesanalmente con las muestras más antiguas en las bodegas y del que solo se producen mil botellas al año.

El emblemático de la tierra caliente

El ron Santiago de Cuba es elaborado en la provincia homónima, caluroso territorio donde nació el ron ligero. Sus instalaciones fabriles heredaron la tecnología y los saberes atesorados por las legendarias marcas Bacardí y Matusalén, y hoy es considerado la expresión más alta de esta tradición.

Lo debes probar por su calidad expresada en su aroma, sabor y suavidad. Está disponible en las modalidades de Carta Blanca, Añejo, Añejo Superior y Extra Añejos, y desde hace algunos años avanza en los mercados de Europa, Asia, África y América.

Algunas de las creaciones de este sello están dirigidas a clientes élites. La botella de Santiago 500, un homenaje a la ciudad cuna del ron en su medio siglo de fundada, se vende a 3 mil CUC.

Pero los hay más baratos y de calidad. Por ejemplo, recomiendo el Santiago de Cuba Añejo, muy bueno para tragos. Envejece en antiguos toneles de roble blanco americano, preservando un ligero y agradable sabor a madera, acompañado de tonos de caramelo y almendras tostadas.

La tradición del Caney y la exclusividad del Dantés

Caney, como una de las viviendas rústicas de los primeros habitantes de Cuba y todavía presente en la arquitectura vernácula, así nombraron a este ron también producido en Santiago de Cuba.

Se elabora en la emblemática Nave Don Pancho, de la antigua destilería de Bacardí, y es diferente porque en esa zona la caña de azúcar recibe un clima húmedo que influye sobre el sabor del licor, además de mezclarse con una especie de mango típica de allí: el Caney de las Mercedes. Es considerado portador de la esencia más tradicional de la industria ronera cubana.

Otro espirituoso de la oriental ciudad es el exclusivo Edmundo Dantés, que debe su nombre a la novela «El Conde de Montecristo». Sus botellas, apenas tres mil anuales, se llenan con rones de 15 y 25 años, muy bien cotizados a nivel mundial, sobre todo por su empaque lujoso que incluye oro de 24 quilates. Devuelve al beberlo un leve gusto a vainilla.

Una leyenda que crece

Aunque originalmente fue creada en 1946, es a partir de su reciente rescate que la marca Legendario está ganando popularidad entre los amantes del ron, tanto dentro de la isla como en el extranjero, sobre todo en Europa.

Hace unas semanas se ubicó en el «Top Ten» de los mejores rones del mundo, según varios expertos consultados por la revista Cocina y vinos, donde se aconseja tomarlo solo con hielo porque a pesar de su sabor dulce tiene gran «fuerza».

Para su elaboración se utilizan antiguos métodos y barriles de roble americano, así como arena de sílice o el filtraje de doble fondo de los tanques. Tiene varias líneas de producción: Carta Blanca Superior, Añejo Blanco, Dorado, Añejo, Gran Reserva 15 Años y el dulce Elixir de Cuba.

Arecha, otro de los mejores

Nació en el siglo XIX y hasta hoy se mantiene fabricándose con métodos preservados y trasmitidos durante más de 80 años por los maestros roneros. Es reconocida como una de las mejores marcas de ron cubano.

Aunque existen varias fábricas de Arecha en Cuba, cada producto posee un aroma y un matiz diferente porque depende de la zona en que se cultive la caña: Oriente, Centro y Occidente del país.

Sin embargo todas sus modalidades exhiben un ron muy elaborado y exquisito, lo mismo Carta Blanca, que el Carta Oro, Añejo, Reserva, Añejo 15 Años y Elixir.

Del centro, el Ron Cubay

En las provincias centrales, en Santo Domingo, provincia de Villa Clara, se elabora este popular ron, y se ha comercializado en modalidades Carta Blanca, Añejo y Reserva Especial. Además, ofrece una amplia gama de licores de Café, Cacao, Curacao Azul, Granadina, Marrasquino, Menta, Piña, Plátano, Anís, Limón y Coco.

El Carta Blanca Extra Viejo, una joya reciente, fue elaborado con una tecnología a partir de bases extra añejas, sometidas a distintas etapas de mezclas en barriles de roble blanco y otros recipientes cuidadosamente seleccionados.

Curiosamente, el Cubay es un ron blanco que combina su ligereza y suavidad típicas, pero a la vez recuerda rones muy longevos. De aroma suave, frutal, no irrita cuando se inhala profundamente a pesar de sus 40 grados de alcohol.

Visita Cuba y conoce los encantos del ron cubano

La meca del ron es Cuba, aunque Venezuela, Puerto Rico y Nicaragua hayan tenido más éxito comercializando sus marcas debido a las restricciones económicas y comerciales que Estados Unidos mantiene sobre la isla.

Por eso muchos de los amantes de esta bebida alcohólica llegan hasta allí para probar de primera mano las numerosas marcas que existen, tanto las que reseñamos en el blog como otras, entre ellas Santero, Varadero, Mulata, y la Guayabita del Pinar, curiosa porque en el interior de la botella tiene una fruta de igual nombre.

Por su importancia en la historia e identidad cubanas el ron ligero ha de probarse aunque sea una vez, o siempre, y con moderación. Es un placer garantizado.

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