Ya casi se pueden escuchar por el Vedado y otras zonas céntricas de La Habana las notas de libertad que trae una música como el jazz, que en Cuba ha tenido una historia de grandes exponentes. Toda la fuerza de ese género, siempre presente en la capital de la Mayor de las Antillas, se concentra en unos días de enero durante el Festival Jazz Plaza, una leyenda entre los conocedores de la música. Surgió en el mismo lugar que continúa siendo su sede principal: la Casa de la Cultura de Plaza.
El showman Bobby Carcassés preparó el evento a finales de 1979, como descargas de jazz, que pronto se hicieron famosas incluso fuera de Cuba, y comenzaron a ser visitadas por públicos y artistas internacionales.
Esa fiebre de jazz iniciando el año no ha decaído, más bien ha crecido y puede comprobarlo en el próximo Festival Internacional Jazz Plaza. Su enorme desarrollo se explica por los excelentes instrumentistas que abundan en Cuba, que ha realizado grandes aportes al movimiento internacional del género.
Días llenos de sonoridades
Este es un género contaminado, para bien, con la mezcla de muchos ritmos y tradiciones culturales. La gente dice jazz y se imagina la libertad de sus virtuosos ejecutantes para andar por los más disímiles caminos de la música.
Cuba será un paraíso para los amantes del género cuando se celebre en escenarios de las ciudades de La Habana y Santiago de Cuba.
En la capital cubana, además de la mítica Casa de Cultura, se podrá ir a las salas Avellaneda y Covarrubias del Teatro Nacional, el Pabellón Cuba y el Teatro América, entre otros espacios de conciertos.
Mientras que, en la ciudad oriental de Santiago, la cita es en el Patio La Jutía Conga, el Iris Jazz Club, la Fundación Caguayo, las plazas de Marte y la Dolores, entre otros escenarios. Allí se contará con el liderazgo del gran pianista y compositor Roberto Fonseca.
En ambas urbes puede disfrutarse durante todo el año de descargas de jazz, en los mismos escenarios del festival, que incluyen a dos mecas como los clubes La Zorra y el Cuervo y el Jazz Café (ambos en el Vedado de La Habana).
Todos a la música
Organizado por el Instituto Cubano de la Música (ICM) y el Centro Nacional de Música Popular, el Jazz Plaza es un puente de diálogo cultural, abierto a todas las tendencias mundiales.
El comité organizador ha anunciado la presencia de músicos de Alemania, Suecia, Italia, España, Noruega, Puerto Rico, Chile, México, Venezuela y Estados Unidos, entre otras naciones.
Desde hace un par de ediciones, la música es vehículo también para conectar con otras manifestaciones, sobre todas las artes visuales. Este 2020 el evento tiene como imagen oficial una obra del cubano Nelson Domínguez, Premio Nacional de Artes Plásticas. Se llama «El Grito» y se inspiró en el cuadro homónimo del pintor noruego Edvard Munch (1873-1944).
Habrá momentos para el intercambio teórico entre críticos e investigadores en el XV Coloquio Internacional Jazz Plaza, dedicado al gran tamborero cubano Chano Pozo, entre otros homenajeados.
Además, profesionales de la industria musical se reunirán en el evento Primera Línea, un encuentro dentro del Jazz Plaza para hacer contactos entre directores de festivales, productores, managers y otros especialistas.
Grandes espectáculos
Mediante conciertos desde las 6 PM en la Sala Covarrubias del Teatro Nacional, se rendirá tributo a legendarias estrellas de la música cubana.
El virtuoso pianista y compositor Dayramir González, tendrá a su cargo el homenaje al bajista Juan Formell y a la orquesta los Van Van.
Otros espectáculos se dedicarán al conjunto del trompetista Chapottín (bajo la dirección del destacado y joven trombonista Eduardo Sandoval); a la vanguardista banda de jazz Irakere (fundada por Chucho Valdés), show que será dirigido por el cotizado saxofonista Carlos Miyares; mientras que Pancho Amat, tresero cubano y Premio Nacional de la Música, se unirá al saxofonista Michel Herrera para liderar un gran espectáculo que busca reverenciar al Niño Rivera, tresero que introdujo el saxofón en los formatos de conjuntos de música popular.
Conocer las ciudades del jazz cubano
Es que la música parece correr por las venas de la mayoría de los cubanos, y en materia de jazz realmente se desborda en alegría y ritmo. El fundador Carcassés, sobre este movimiento, dijo recientemente:
«El jazz es como un tren que une a la humanidad. Es un arte de paz, todo lo que da es felicidad. Jazz Plaza se mantiene por el estoicismo y la calidad de los músicos egresados de nuestras escuelas de arte».
El festival no está cerrado sobre sí mismo, contantemente se aprecian contactos con otros géneros cubanos como la salsa, la rumba y el son, por lo que también es ocasión para conocer toda la música de la Mayor de las Antillas, en dos ciudades emblemáticas que se perfilan como mecas del jazz: La Habana y Santiago de Cuba.