Parque de la Fraternidad

Parque de la Fraternidad

Al pie de esa ceiba puede leerse la conocida frase de José Martí:

«Es la hora del recuento y de la marcha unida y hemos de andar en cuadro apretado como la plata en las raíces de los Andes. Los pueblos no se unen sino con lazos de amistad, de fraternidad y de amor.»

Pues sí, claramente estamos hablando del Parque de la Fraternidad, un sitio de referencia, por su historia y por ocupar ese enclave capitalino donde convergen edificaciones monumentales y emblemáticas como El Capitolio, el hotel Saratoga, el Palacio de Aldama, o espacios urbanos tan significativos como el Paseo del Prado, la Fuente de la India, el Barrio Chino, y las calles Monte y Reina.

Zona del Parque de La Fraternidad y lugar de encuentro de los habaneros

¿Quién no ha pensado en este parque como punto de encuentro para iniciar una cita o una caminata por la encantadora Habana? Es muy útil, primero porque la sombra y el aire fresco que se disfruta allí lo convierte en un auténtico oasis y segundo porque ¡hay tanto con que entretenerse si se detiene allí 15 o 20 minutos!

En los alrededores de la ceiba pululan las cartománticas, aprovechando la sombra de su sagrada majestad. Y hay algunas muy buenas, por cierto. Luego está el constante ir y venir de la gente, porque se trata de un lugar donde confluyen numerosas rutas de ómnibus urbanos y taxis entre los que destacan los pintorescos almendrones.

La Ceiba esta ligada a las tradiciones cubanas

Vendedores hay muchos y muy variopintos: de maní tostado, periódicos, chicharritas, galleticas dulces y saladas, granizados, cremitas de leche, caramelos… toda clase de chucherías porque precisamente los que esperan los autobuses y los que pasan o se detienen a disfrutar del ambiente necesitan entretenimiento.

De sus orígenes

La Ceibas son arboles muy frondosos y comunes en Cuba

Cuentan que en sus inicios era un terreno cenagoso y de manglares, y luego zona de estancias con abundante arbolado, gracias a Don Miguel Tacón, Capitán General de la Isla, quien se encargó de urbanizarlo allá por el siglo XVIII.

El Capitolio se encuentra adyacente al Parque de la Fraternidad

La extensa explanada de 26 mil 125 metros cuadrados recibió el nombre de Campo de Marte y era espacio recurrente para el despliegue de desfiles militares, corridas de toros y las más disímiles reuniones habaneras, siempre acompañadas del buen café, por supuesto.

Para que este lugar llegara a ser nuestro Parque de la Fraternidad tuvieron que confluir dos factores determinantes, la visita del arquitecto paisajista francés Jean Claude Nicolás Forestier, a quien se le encargó el diseño del parque con su árbol de la Fraternidad Americana y la celebración, en La Habana, en 1928, de la VI Conferencia Panamericana, tras la cual se definió el nombre del antiguo Campo de Marte y la colocación, en sus predios, de bustos de algunas de las figuras más representativas del continente americano, como Abraham Lincoln, Simón Bolívar, Francisco de Miranda, Benito Juárez, Toussaint Louverture, José de San Martín o Bernardo O´Higgins.

Un parque lleno de curiosidades

Los habaneros se encuentran muy identificados con el area que ocupa el Parque de La Fraternidad

Para el visitante, e incluso para muchos habaneros poco entendidos en cuestiones históricas, es difícil imaginar que desde el mismo lugar donde hoy se levanta la sagrada y fraternal ceiba, en 1856, el intrépido inventor portugués nombrado Matías Pérez se elevó hacia las alturas con su globo aerostático «La Villa de París». Muchos cubanos utilizan la frase «voló como Matías Pérez», al referirse a alguien o algo que de pronto se esfuma, pero seguramente no pocos dudan de la veracidad del hecho, como de su punto de partida. También es cierto que dada la completa desaparición del susodicho aeronauta, a su historia le tejieron tantas teorías como leyendas.

Otra de ellas cuenta que en los terrenos del hoy concurrido Parque de la Fraternidad fue donde se celebró por primera vez en Cuba, el 1 de mayo de 1890, el Día Internacional de los Trabajadores. De acuerdo con la prensa de la época, ese día unos 3 mil obreros se concentraron en el antiguo Campo de Marte y desfilaron por las calles Reina, Galiano, San Rafael y Consulado.

Y una más. En los primeros años de la República, instaurada en mayo de 1902, se construyeron canteros, avenidas y fuentes y hasta hubo intenciones de emplazar allí un jardín zoológico, pero el ciclón de 1926volvió a convertirlo en un lugar rústico y desolado.

Algo más que debe saber

La ceiba es un arbol de infinita cubania

La ceiba es un árbol de infinita cubanía. Bien es sabido que la creencia de la santidad de la ceiba se trasmite de generación en generación, en Cuba, y no son pocos los que además de honrar su majestuosidad la llenan de amuletos y ofrendas, que pueden ir desde gallinas, plátanos, calabazas, ollas de barro con comida, y mucho más. Por eso, a la ceiba de este parque la protege una valla y hasta existe un celador para evitar que esto ocurra.

Considerada bendita, se cuenta que los rayos no la fulminan y son resistentes a los fuertes vientos, y quien la derribe deberá enfrentarse al castigo divino.

La Ceiba del Templete, Habana, Cuba

En el imaginario popular cubano, donde se erige una ceiba, el lugar se convierte a su vez en un sitio sagrado, y no resulta extraño observar que durante ciertas celebraciones existan personas dándole tres vueltas en sentido contrario a las manecillas del reloj, pidiendo deseos o dejando centavos entre sus raíces.

Un parque habanero dedicado a la amistad

Concurrido, animado, vivo y emotivo es este sitio habanero ubicado en un espacio histórico y lleno de simbolismo. Recorrerlo es descubrir sobre próceres, tradiciones y hasta de la cotidianeidad del cubano sencillo, de a pie, como dicen ellos mismos. Pero es un punto desde el cual se pueden trazar rutas inimaginables; caminos que nos conducen a lugares donde se puede redescubrir esa Habana que casi tiene un pie sobre su 500 aniversario.

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