Almuerzos en el Vedado para viajeros del tiempo

Almuerzos en el Vedado para viajeros del tiempo

Todos los barrios de La Habana cuentan historias maravillosas, pero El Vedado es uno de esos imprescindibles, no sólo por el hecho de ser considerado centro económico y financiero de la capital, pues alberga las sedes de numerosas compañías extranjeras radicadas en la nación, así como ministerios e importantes instituciones estatales; sino también porque reúne otros muchos atractivos que testimonian el devenir de toda una ciudad y la idiosincrasia de su gente.

Ubicado en el Municipio Plaza de la Revolución, este céntrico enclave citadino se diferencia bastante de las concurridas y coloniales Habana Vieja y Centro Habana. Sus calles, además de armoniosas y anchas, están adornadas con hermosas avenidas, y qué decir de su entrañable y exquisito patrimonio arquitectónico, todo un universo para admirar y descubrir.

Coche americano circulando por la calle Linea del Vedado Habanero

Así es que El Vedado posee tantos destinos turísticos que para recorrerlos no le bastará un solo día. Digamos, por ejemplo, la Necrópolis de Colón, la Plaza de la Revolución, el insigne Hotel Nacional, la populosa Rampa y sus atracciones, el Parque John Lennon, los monumentos emplazados a lo largo de la Avenida de los Presidentes o calle G, las esplendorosas mansiones de gran riqueza arquitectónica y cultural, muchas de ellas convertidas en museos, así como otras edificaciones de singular belleza y valor arquitectónico sin par.

¿Y dónde almuerzo en el Vedado?

Mesa al fresco en La Paila Fonda, M esq 25 del Vedado

Sea cual sea la ruta que decida seguir, al filo del mediodía ya su cuerpo le estará pidiendo a gritos el almuerzo y precisamente de eso le comentaremos aquí. A continuación, le recomendamos algunos lugares para almorzar en el Vedado, sin perder de vista ese paseo que le llevará a la más absoluta fascinación.

  1. Café Laurent (calle M # 257 entre 19 y 21)

    Su céntrica ubicación y, además, en altos, le permitirá acceder a hermosas vistas del Vedado. Es un restaurante privado que se distingue por ofrecer creaciones de autor, en un variado menú de comida fusión. La carta de por sí misma es una invitación al buen gusto, pero también es un reto para aventureros.

    Fachada del restaurante privado Cafe Laurent, La Habana

    Las cutaras de plátano con jamón, piña y queso son inolvidables, pero seducen todavía más la muselina de pescado con galletas de aromas o el frito de pescado con salsa de piquillo y alga Nori. Para los vegetarianos hay muchas opciones, por supuesto, entre ellas, la hamburguesa de arroz y garbanzos, con sofrito de especies, resulta una verdadera delicia.

    Interior del restaurante habanero Cafe Laurent

    Ahora bien, mientras ordena, y le van llegando así, casi con cautela, los olores de la cocina, podrá observar a su derecha una de las siete maravillas de la ingeniería civil cubana, el edificio FOCSA, que data de 1956 y fue el primer inmueble que se construyó de hormigón armado en el mundo. Además de ser un edificio de apartamentos, con piscina y un inmenso parqueo, el inmueble también es sede de algunas emisoras de radio; posee un restaurante-bar (El Emperador) en su planta baja, mientras que otro restaurante-bar La Torre le brinda la posibilidad de admirar la ciudad a 120 metros sobre el nivel del mar.

    Café Laurent está muy cerca de La Rampa, la heladería Coppelia, el Hotel Nacional, el Malecón y la Universidad de La Habana con su solemne escalinata.

  2. La Paila Fonda (M esquina a 25)

    Si es amante del barbecue, esta es la opción. Está emplazado sobre una pequeña colina. Sus platos más demandados son la ropa vieja, los pinchos de cerdo, los tostones rellenos y los frijoles dormidos. Todo lo que allí deguste tendrá ese sabor peculiar de la cocina al carbón.

    Cartel a la entrada del restaurante La Paila Fonda

    La carta menú es muy variada e incluye sabores caribeños, latinos y españoles. El salón, con decoración rústica, se encuentra entre abundante vegetación, al aire libre, lo que le agrega todavía más valor. Y tiene varios puntos a su favor, entre ellos el más importante, sirven muy rápido.

  3. Plan B Lechón Pío (calle 6 # 511 entre 23 y 21)

    Todo buen plan tiene un plan B, ¿cierto? Pues este es otro sitio divino para almorzar y le recomendamos su tamal en cazuela: sencillo pero sabroso. Aunque se le reconoce como uno de los mejores sitios para desayunar en La Habana, los almuerzos allí tienen también mucho de qué hablar.

    Interior del restaurante Plan B en el Vedado habanero

    Es un sitio modesto, sin mayores pretensiones en su decoración. Sin embargo, se hacen largas filas para almorzar allí, obviamente por su sabor y generosidad al servir. Es una opción nada desestimable. Además con sólo bajar dos cuadras podrá visitar el santuario de los Beatles en La Habana, el parque John Lennon.

  4. El Cocinero (calle 26 entre 11 y 13)

    Su nombre viene dado por su ubicación: la antigua fábrica de aceite El Cocinero en La Habana. O sea, ya estamos hablando de un espacio sui géneris, una fábrica, que aún acondicionada como restaurante, conserva todavía aquel encanto. Desde la puerta, le atrapará la fascinación de estar en un sitio tan peculiar, con una imponente chimenea que de tan alta es posible divisarla desde diversos puntos de El Vedado.

    Detalles de la decoracion del restaurante El Cocinero, La Habana

    Si muchos espacios gastronómicos en la ciudad pecan por la banda sonora, la de El Cocinero es maravillosa; jazz, blues, new age, chill out y otras que lógicamente denotan buen gusto.

    La carta de la cocina internacional, fusión con diseño de autor, gourmet y al carbón es toda una joya y cuenta además con una exquisita selección de vinos para complementar su experiencia culinaria, que por supuesto no acaba aquí.

    Una de las ofertas del chef del restaurante El Cocinero emplazado en una antigua fabrica de aceite

    Estará justo al lado de Fábrica de Arte, un laboratorio donde el arte, el entretenimiento y la diversión se interrelacionan de una manera muy creativa. Sus espacios están repletos de nuevas tendencias, de sugerentes maneras de mirar y sentir el arte contemporáneo cubano. También cuenta con una red de restaurantes y bares en su interior, pero estas opciones están disponibles después de las 8 de la noche.

Almorzar bien para continuar desando El Vedado

Camarera del restaurant El Cocinero

En la intención inicial siempre estuvo la atracción y claro está que nos queda mucho por contar. Que conozca, por ejemplo, las leyendas de algunas mansiones ubicadas en la avenida Paseo, mientras degusta los exquisitos platillos que para el almuerzo le tiene reservado el chef de Decamerón en Línea, entre Paseo y 2. Anímese, descubra y profundice, que en estos viajes del tiempo hallará la excusa perfecta para siempre regresar a La Habana.

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