La Habana es una ciudad calurosa por encontrarse en el Trópico, pero también por el cariño de su gente. La cercanía de los cubanos, su buen carácter y amabilidad son recordados eternamente.
Muchos de sus servicios se distinguen por las calurosas bienvenidas. Se sentirá en familia, incluso le despedirán con apretones de manos, abrazos y hasta besos como si le conocieran de toda la vida. Pero si al buen trato se le adiciona una porción con vista a la ciudad, créeme, terminará encantado y amando a esa mítica ciudad.
Cualquier coincidencia no es pura casualidad
El sello de calidad de los rooftop en La Habana son la música, los tragos y la atmósfera del lugar. Allí corre el aire fresco y las vistas de la Ciudad Maravilla son extraordinarias. Estas condiciones los convierte en sitios únicos y preferidos por muchos.
Algunos imitan las azoteas de los edificios familiares habaneros donde se juega dominó, se bebe, se ríe y se escucha música. Los encontrará en O`Reilly 304 y El del Frente. Otras terrazas son negocios privados, decoradas con muy buen gusto como La Guarida, La Moneda Cubana, La Flauta Mágica y el Cocinero.
También le presento espacios más amplios y tranquilos. Son las terrazas del Gran Hotel Manzana Kempinski, el Inglaterra, el Ambos Mundos y el Hotel Santa Isabel.
O`Reilly 304
Lleva el nombre de una de las calles más transitadas de La Habana Vieja y así es el ambiente de este bar. Los sonidos ambientales llegan por todas partes y le contagian de la calidez criolla.
Abierto de lunes a domingo, desde el mediodía hasta la medianoche. Su coctelería es muy reconocida. Para una tarde de calor le sugiero los Daiquirí de frutas naturales, pero si es una noche habanera mi consejo es que pida la Canchánchara. No se resistirá a la mezcla de ron, miel y azúcar que componen este emblemático trago cubano.
El del Frente
Es el hermano menor del bar O`Reilly 304. Lo encontrará justo al frente, en la calle O`Reilly # 303, entre Habana y Aguiar. Tiene igual horario y está abierto todos los días desde el mediodía hasta la medianoche.
La terraza del lugar es fascinante. Le recibirán vetustos edificios habaneros, con su mezcla de estilos y a sus pies, una calle rica en experiencias. Puede disfrutar de las descargas de música fusión y jazz mientras bebe tragos cubanos de excelente factura. Los fumadores no tienen problema, porque la terraza les garantiza su espacio sin molestar a los demás.
La Guarida
Se ubica en Centro de Habana, precisamente en calle Concordia entre Gervasio y Escobar. Es la paladar más icónica de la ciudad. Su lanzamiento a la popularidad ocurrió cuando fue escenario de la multipremiada película cubana titulada “Fresa y Chocolate”.
La Guarida está enclavada en un palacete de principios del siglo XX convertido en viviendas familiares. Desde la terraza del edificio puede ver el contraste entre la vida común y corriente de los vecinos, mientras espera ser atendido en el famoso restaurante. Ha sido visitado por celebridades y personalidades de paso por La Habana. Confortables muebles le regalarán increíbles paisajes de la ciudad, en especial antes de la puesta del sol. Abre todos los días desde el mediodía.
La Moneda Cubana
En Empedrado # 152 le espera una terraza con vista panorámica a la bahía de La Habana. Parece tan cerca de la Fortaleza San Carlos de la Cabaña que casi deja escuchar, desde la comodidad del lugar, el ajetreo de la bahía y en las noches toda la ceremonia del Cañonazo de La Habana.
Está abierto todos los días hasta la medianoche. Su comida es muy apreciada por viajeros y locales, mientras que su coctelería está a la altura de las vistas que la circundan. Se disfruta mucho de la velada y la atención es esmerada. Garantice cenar en La Moneda Cubana y la experiencia será inolvidable.
La Flauta Mágica
Casi a orillas del Malecón habanero, en el capitalino barrio del Vedado, encontrará un lugar especial llamado La Flauta Mágica. Para mayor precisión, la dirección exacta es calle Calzada # 101, entre L y M, justo en el décimo piso y penthouse del edificio.
El dueño del lugar ha querido conservar la tradición musical de la familia. Se trata de Richard Egües, nieto del conocido flautista de igual nombre, integrante de la legendaria orquesta Aragón.
De más está decir que la estancia será muy placentera. El tono azul del cielo y mar isleño inundará sus sentidos. Almorzar en la tranquilidad de la tarde es una delicia incomparable. En las noches, el trajín del Malecón y la música en vivo que ameniza el sitio aderezarán una de las mejores noches que pasará en la capital cubana.
El Cocinero
En la calle 26, entre 11 y 13, también en el Vedado, existe un lugar desconcertante. Es un restaurante armado en el antiguo establecimiento de una fábrica de latas de conserva. Esta particularidad lo ha hecho famoso. Al punto de que para entrar debe tener reservación. Está abierto todos los días, solo en las noches, a partir de las 7 PM.
El restaurante está estructurado en tres partes: el salón climatizado que se encuentra debajo y el balcón del primer piso, o la terraza que es la parte más alta. Puede decidir dónde comer; sin embargo, mi sugerencia, por supuesto, es la terraza. Tiene un ambiente muy agradable, a la manera de la institución contigua: Fábrica de Arte Cubano. Visualizará parte de la zona que colinda con el municipio Plaza: Playa, un barrio al oeste de la ciudad cuyas características residenciales motivan interesantes visitas y nuevos descubrimientos.
Gran Hotel Manzana Kempinski
Estamos hablando de uno de los hoteles más lujosos y recién remodelados de La Habana. Ubicado en un punto cardinal privilegiado, justo en la desembocadura de la calle Obispo y Monserrate.
Al frente tiene el Museo Universal de Bellas Artes, en su edificio de Arte Universal. En sus laterales el Parque Central y El Floridita. Cuenta con una planta baja llena de tiendas, le siguen las habitaciones y al final: la terraza, en la que el viento, la luz y la ciudad serán su mejor compañía.
Ofrece un servicio de calidad, como parte de su condición de 5 estrellas plus. Los tragos son realmente refrescantes y sobredimensionan las espectaculares imágenes de la ciudad. Esa visita merece tomar un sinnúmero de fotografías que le patentizarán lo inexplicablemente hermosa que es La Habana.
Hotel Inglaterra
De los más tradicionales de La Habana Vieja. Lo distinguirá de inmediato en la desembocadura del Paseo del Prado, colindante con el boulevard de San Rafael y frente al Parque Central.
Se puede decir que es un hotel muy bohemio. A primera vista identificará en la acera, antes de su entrada, pinturas de famosos artistas cubanos. Luego sentirá la música cercana y es cuando descubre un sitio con mucha historia.
Es el café El Louvre, que se encuentra muy próximo a la entrada del hotel. Diariamente un grupo de pequeño formato con güiro, maracas, bongó y tres ameniza al ritmo de la música cubana. Bajo estos efectos artísticos suba hasta la terraza y siéntese en alguno de sus bancos curiosamente diseñados.
Al aire libre, pero con protección para el sol, disfrute de una vista espectacular desde las alturas. Al frente queda el Parque Central, a la derecha el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso y el Paseo del Prado hacia un lado y otro.
Allí se ofertan paradisíacos cocteles y refrescantes bebidas que mitigarán el ascenso y sobretodo el intenso calor habanero. La cercanía de las esculturas que coronan el Gran Teatro le facilitará su disfrute y admiración de estas efigies, de las ubicadas en sitios elevados de la ciudad. Disfrutará del Prado, por momentos cubierto por los frondosos árboles, y del ir y venir de los transeúntes, que atraviesan la zona venidos de diversas partes del mundo.
Hotel Ambos Mundos
Este es el hotel que ganó fama, gracias a que el escritor Ernest Hemingway vivió allí. Tiene su ubicación en una de las arterias que marca un hito en el Centro Histórico de La Vieja Habana, en la esquina de las calles Obispo y Mercaderes.
La terraza de este hotel es muy singular. Desde ella puede observar la entrada y salida de los barcos por la bahía mientras degusta un almuerzo criollo o mitiga las altas temperaturas con frescos tragos. La oportunidad de ver La Habana desde ese ángulo vale la pena, sobre todo si es amante de la fotografía. Por eso le recomiendo las tardes para su contemplación y toma de imágenes inigualables.
Hotel Santa Isabel
Un lugar encantador. Es uno de los hoteles más cercanos a la bahía, con una vista magnífica a la Plaza de Armas y las antiguas edificaciones de esa porción de La Habana Vieja.
Su terraza le proporciona un espacio pequeño en el que puede respirar el aire puro y el olor a mar. La tranquilidadllega cuando se encuentra en este pedazo de mundo y lo acompaña de una sabrosa bebida nacional.
Muy pocos lugares permiten divisar, desde lo alto, los sitios coloniales a los que se le han restituidos sus valores patrimoniales y hoy muestran un esplendor total. Esta es una ocasión especial en la que se encontrará en pleno corazón del Centro Histórico, a pocos pasos de caminarlo y comprobar, in situ, todo lo que minutos atrás disfrutó desde las alturas.
Para disfrutar La Habana hay un rooftop especial
Nuestra mayor recomendación es la azotea del Hotel SO Paseo del Prado del la cadena Accor, donde funciona el bar HI-SO con vistas espectaculares al malecón.
En una terraza habanera no se debe preocupar por hablar bajo, fumar, reír o pedir una canción de su preferencia. Son lugares abiertos donde se sentirá totalmente libre. Siempre hay quien improvisa un pasillo de baile, tararea una canción, retrata una arista de la ciudad o nada sin cesar bajo el sol cubano. Todos estos espacios están concebidos para pasarla bien y olvidarse de las ataduras formales.
Los rooftop de los que le hablé son todos distintos. Desde los precios hasta lo que espera encontrar en ellos. Eso sí, el recibimiento, la despedida y la atención de los que trabajan en el lugar siempre le harán pensar que ha estado antes allí y que regresará sin dudas. ¡Y así será!