Sobre Baracoa, llamada también la Ciudad Primada de Cuba por haber sido la primera villa fundada por los españoles, se ha escrito mucho. Pero sobre Baracoa se va a escribir todos los días porque en cada jornada, la ciudad es descubierta, incluso por sus propios pobladores.
Fue fundada por el español Diego Velázquez en 1511 y por sus indiscutibles valores históricos y culturales fue declarada Monumento Nacional en 1978. Está situada entre los ríos Macaguanigua y Miel, en el extremo oriental de la provincia de Guantánamo, a escasos kilómetros de la hermosa e histórica ciudad de Santiago de Cuba.
Teniendo en cuanta el notable incremento de visitantes, la ciudad ha sido favorecida en los últimos años con la construcción de nuevos hoteles y con la apertura de importantes senderos turísticos. El Yunque y el Parque Nacional Alexander Von Humboldt, por ejemplo, están incluidos en esas rutas. Rutas que, además, han hecho que las viviendas privadas se hayan convertido en otra vía de alojamiento.
Una ruta de viaje para llegar a Baracoa podría ser a través de La Habana. Puede recorrer a capital cubana y luego viajar hasta Santiago en avión (dura poco más de una hora), para de ahí emprender viaje a Baracoa. Es la ruta perfecta para ir al reencuentro de las primeras imágenes que vieron los españoles al llegar a Cuba.
¿Qué ver cuando llegue a Baracoa?
Cada visitante tiene sus preferencias. Hay quienes priorizan la bondades naturales (Baracoa tiene en demasía), otros la culturales e históricas (también las encontrará) y hasta las gastronómicas (la zona de mayor personalidad culinaria de toda Cuba). Por eso pongo a su consideración siete sugerencias para que disfrute si viaja a Baracoa y aproveche al máximo su tiempo de estancia en ella.
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Iglesia Cruz de Parra
Quizás, para bendecir la estancia en la mágica ciudad, el primer sitio a visitar ha de ser la Iglesia de la Cruz de Parra. Es verdaderamente increíble lo que encontrará en ese lugar. La fe, la historia y la cultura se dan la mano como pocas veces.
En esta parroquia se halla la Santa Cruz de la Parra, plantada por Cristóbal Colón el 3 de diciembre 1492. El almirante colocó 29 cruces por toda América y esta es la única que se conserva. Así que tendrá ante sus ojos, como digo, la fe legada por los españoles, considerada la más antigua reliquia histórico – religiosa del encuentro entre las culturas europea y americana. Es, sin duda alguna, un privilegio.
Originalmente medía unos siete pies de altura. Pero fue mutilada con el paso del tiempo porque diferentes personalidades de la vida colonial cubana solicitaban un pequeño pedazo de la misma, cada vez que visitaban la ciudad. Esto ocurrió sucesivamente hasta que en el siglo XVIII fue enchapada con planchas de plata.
El Papa Juan Pablo II durante su visita a Cuba en 1998, la bendijo y el 15 de agosto de 2011, dentro de los festejos por los 500 años de fundada la ciudad, el símbolo identitario de Baracoa fue declarado Monumento Nacional y Tesoro de la Nación Cubana.
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Parque Nacional Alexander Von Humboldt
Cristóbal Colón calificó a la tierra cubana como “la más hermosa que ojos humanos vieran” y la prueba está allí, en ese parque. Quienes visiten el lugar quedará bajo el mismo asombro del gran almirante. Es la mayor reserva biológica de Cuba, un verdadero tesoro de flora y fauna, declarado Patrimonio de la Humanidad en 2001.
Es el más grande remanente de ecosistemas montañosos conservados en Cuba. De las 28 formaciones vegetales definidas en esa isla, 16 se hallan en dicho parque. Semejante diversidad no existe en ninguna otra área cubana y en ella se han reportado las mayores cifras de endemismo del país (70 – 80%), con más de ¡150 endémicos locales!
Quien visite Cuba en busca de paz, luz y relajación, no se distraiga en otros sitios: incluya a este parque, entre sus destinos.
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El Yunque de Baracoa
Símbolo natural de la ciudad y monumento de la naturaleza, Cristóbal Colón la definió como: “montaña alta y cuadrada que parecía isla”. Contemplar la elevación, que tiene 575 m de altura, es también entrar en sintonía con la belleza que tanto asombró a los colonizadores.
Es la elevación más conocida de la provincia cubana de Guantánamo. Esta montaña, ubicada en las cercanías de la ciudad de Baracoa, fue declarada Monumento Nacional, en 1980, por ser un sitio de extraordinarios valores naturales y paisajísticos, con un alto grado de conservación y endemismo.
Y como ya le dije, quienes llegan a Cuba en busca de luz, paz y belleza tienen aquí un sitio ideal para practicar senderismo de la mano de guías especializados.
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Gastronomía baracoesa
Sitio con exclusivas ofertas gastronómicas. ¿Qué recomiendo? el sabor del “teti” que es un pequeño pececillo que sólo existe en este lugar de Cuba. En Baracoa lo cocinan con salsa de tomate y picante, al igual que la masa del cobo, hermoso caracol marino. Con ambos platos realizan un delicioso picadillo sazonado con picante, ají y otros condimentos y lo acompañan con el típico arroz cubano “congrí”, además de viandas oriundas de la región.
Otro plato que no puede dejar de probar es el cucurucho de coco rallado. Es un dulce exquisito que puede encontrar en toda Cuba, pero que en Baracoa acompañan con otras frutas como la mermelada de guayaba y la fruta bomba. Además, es endulzado con la miel de abeja y envasado en producción artesanal con atractiva presentación.
¡Pero falta otro dulce! La raspadura de las semillas de marañón. El marañón es una fruta tropical que se cosecha en las zonas montañosas de Baracoa. Se presenta como una enorme torta redonda y es una delicia que los habitantes de la ciudad se precian de conservar su receta.
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El primer Malecón del Caribe
Por si fuera poco, Baracoa tiene también el primer Malecón construido en el Caribe. De un lado se puede disfrutar del mar; del otro, verdaderas fiestas campesinas y populares.
Está ubicado a todo lo largo de la costa norte de la ciudad de Baracoa, con una longitud de 2 kilómetros. Es una de las obras más distintivas por lo que representa para la población en cuanto a cultura, tradiciones y economía.
Es el espacio público que más se utiliza en la Ciudad Primada y ofrece la posibilidad de entrar en contacto con las personas del pueblo y de conocer más sobre la humildad y la alegría de los pobladores.
Los materiales utilizados para su construcción, las cimentaciones y los métodos constructivos, son preguntas constantes de quien arriba por primera vez a Baracoa. Esta obra de ingeniería es objeto de admiración cualquier visitante, tanto nacional como extranjero.
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Viaducto La Farola
A los atractivos naturales mencionados habría que añadir, increíblemente, una carretera: el viaducto La Farola. Es una insual vía que se construyó en apenas 20 meses, entre abril de 1964 y diciembre de 1965.
Se dice que constituyó una de las proezas laborales más gigantescas de las realizadas en Cuba después del Primero de Enero de 1959, fecha en que triunfa la revolución de los rebeldes.
Baracoa estaba prácticamente incomunicada y esta bella y admirada obra, considerada además una de las maravillas de la ingeniería civil cubana, la libró del aislamiento terrestre con el resto del país.
Hacia ambos lados de la carretera, se viaja en un puro asombro pues buena parte de la belleza y autenticidad de esa zona oriental cubana queda expuesta ante los que escogen esta peculiar vía.
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El caracol más bello del mundo
Se trata de la Polymita, un pequeño molusco terrestre de vivos colores hermosamente mezclados, con una particularidad: cada combinación es única. No existe una Polymita igual a otra.
Se le encuentra en las zonas montañosas de la región, como el Yunque, el Parque Nacional Alexander Von Humboldt o los numerosos cafetales que por allí pululan. Aunque si visita la Cueva del Paraíso, museo compuesto por tres cavernas subterráneas, podrá observar colecciones de estos atractivos caracoles endémicos de Baracoa, actualmente en peligro de extinción por su colecta indiscriminada.
Pero no tenga dudas. De Baracoa no se va nadie sin ver a los caracoles más lindos del mundo.
Baracoa con mucho más para ofrecer
Le aseguro que no se arrepentirá nunca. Las bellezas naturales, la preservación de sus valores patrimoniales y culturales, y además su historia, hacen de Baracoa un sitio verdaderamente único.
Atrás dejará antiquísimas construcciones como las que formaron parte del sistema defensivo de la ciudad, las tejas de cerámica roja en la techumbre de sus viviendas, la sonrisa de sus habitantes… y quizás haga como muchos otros que para no olvidar a Baracoa regresan a su país con una muestra de sus sabrosos dulces.